Capitulo veinticinco

86 10 1
                                    

Me desperté a eso de las tres y media, aún cansada por todos los pensamientos que surgieron luego de la conversación con Florencia, tenía mucho en qué pensar, y siendo honesta, mucho que sentir.
Tenía, además, que estar a las cinco al otro lado de la ciudad, así que empecé a apurarme, estaba realmente atrasada y Jim solo lo empeoro al irse sin despertarme

Aún estaba furiosa por la discusión del día anterior... qué tiene que opinar de mi relación con Jim, no es su problema y nunca debería serlo; yo sé hasta dónde son mis límites y los traspasó, aunque tendré que verle la cara hoy, aún soy su publicista, maldita sea.
Él no es así pero últimamente ha estado muy irritante y frío conmigo desde que supo que nos casaríamos con Jim, pero su presencia siempre fue una pequeña debilidad para mí...su aroma, su porte, su aura me hacen temblar aún.
Todos esos pensamientos rondaban por mi cabeza mientras peleaba por llegar a tiempo.
Llegué tarde, por más que me apuré no logré llegar a las cinco y ya había comenzado la sesión de fotos antes del programa de Jimmy Kimmel.
Al llegar lo ví ahí en el ascensor con esa pose que te hace volar la imaginación, ese traje azul lo hacía ver elegante y precioso, verlo ahí hizo que todo en mi cabeza tuviera sentido y en un momento entendí todo, todo lo que me habló Florencia la noche anterior cobró sentido.
-Llegas tarde - me dice y habla en un tono triste, comprendí que realmente fuí grosera con ese mensaje pero también, en mi defensa, él me acabó la paciencia-, te avisé el horario hace un mes.
-Se...me pasó el taxi -le mentí, sin saber muy bien que responder, no le diría que me dormí y como pocas veces me hizo tartamudear frente a él, intentando desviar la atención le digo-, concéntrate en la entrevista.
-Estoy listo, espero no seamos interrumpidos por tu novio como ayer -añade un poco molesto esta vez lo que avergüenza todavía.
-Basta - digo tajante y lo miro, sus ojos estaban de un calipso hipnotizante, su mirada siempre ha sido mi debilidad y hoy más que nunca, su mirada era suave-, preocúpate de lo importante.
-Ok - me arrincona en el ascensor sin quitar la mirada de mí - después hablaremos nosotros, esto no quedará así.

Y ese día el destino de nuestras vidas cambió, dejé de luchar y reprimir lo que sentía por él y asumí que lo amaba y que no quería dejarlo, no podía sacarme esa imagen de mi cabeza y su olor me penetraba en la ropa lo que me pedía más de él, eran nuestros últimos momentos juntos, al terminar la entrevista bajamos y antes de subir al auto me toma y me lleva a un rincón, ahora lo veía de otra manera y agradecí esos minutos.
-Tenemos algo pendiente -me dice, su mirada era dura y fría mientras me grababa cada detalle de su rostro -, lo de ayer espero que no se vuelva a repetir, no quiero que te haga daño.
-Créeme que no se volverá a repetir -le digo mientras me lleno de su aroma, sus labios que anhelaba besar en ese momento -Tom...no estoy segura de dejarte.
-Pero será lo mejor -admite con rabia y mira hacia el suelo tratando de evadir mi mirada -, tú te vas a casar y...
-Y qué, dímelo -le tomo la cara y lo miro fijamente esperando respuesta -, pídeme que me quedé y lo hago
-Laura, -antes de que siga le tomo las manos y las entrelazó con las mías, me acerco para besarlo, lo pedíamos a gritos y nuestra energía fluía como siempre, pero me rechaza -, ya lo decidimos y es lo mejor.

No volví a insistir y nos subimos al auto para irnos a casa, íbamos en silencio yo iba mirando hacia la ventana tratando de no llorar pero era difícil, lo había perdido y tenía que resignarme a las consecuencias de mis decisiones. En eso siento su mano tomando la mía y lo mire, su mirada era de profunda tristeza, lo que causo que comenzara a llorar; se desabrocha el cinturón y se pone a mi lado para abrazarme, tanto para él como para mí esta situación es muy difícil.

Al llegar a mi casa nos detuvimos, hubiera deseado que ese viaje fuera más largo para seguir abrazada a él, antes de bajarme lo miro y veo que también caían lagrimas de sus ojos lo que me conmovió aun más:
-Mañana llega mi reemplazo, espero tengas tiempo para conocerla,- le informo mientras sigo reprimiendo mis lagrimas, solo quería llorar en ese momento-, la llevaré a la agencia.
-Está bien, si llega antes de la premier me la presentas -me dice asintiendo con tristeza.

-Te veo mañana, descansa -me despido con una caricia, necesitaba de alguna manera demostrarle lo que siento, aunque eso ya no sirva de nada.
-Descansa -me dice mientras me mira lo que termino de desmoronarme, sus ojos solo reflejaban pena y todo por mí culpa.

Entré en silencio para que Jim no me sintiera, no quería que me viera en este estado; lo último que me faltaba era que me hiciera alguna escena de celos en este momento, fuí a la cocina y me tomé un té para luego acostarme por suerte estaba durmiendo, antes de entrar a la cama me llega un WhatsApp de Amber "ya voy viajando, te veo mañana a las 7 en tu casa" a lo que yo le respondo, simplemente, con un "ok", luego de eso me dormí, me esperaba un día muy agitado.

Al la mañana siguiente me levanté a las seis y media, me preparé para esperar a Amber y así llevarla a la agencia para presentarla a Tom y darle una especie de introducción.
Cómo era de esperar llegó puntual a la hora , lo que no esperaba era con la sorpresa que venia.
-Hola, Amber, ¿Qué tal tu...- me detengo en medio de mi frase al ver que junto a ella estaba Florencia, que en un arranque de locura decidió viajar con ella, fue un momento muy emotivo y afloró toda la pena que tenia guardada desde la noche anterior, la abracé y comencé a llorar como nunca -, ¡prima!, te necesitaba tanto.
-Laura, ya estoy acá -me abraza fuerte tratando de calmarme, mis lagrimas venían desde el alma, no daba más y aguantar tanto me pasó la cuenta.
-Ya estamos acá -dice Amber preocupada porque no conseguían calmarme, entramos a la casa y mientras dejaban las maletas ella fue por un vaso de agua con azúcar, secreto infalible contra el llanto-, tranquila,- me dice entregándole el vaso y me pide con dulzura-, ¿quieres contarnos qué pasó?.
-Lo amo, estoy completamente enamorada de él y tengo que dejarlo - explico mientras sollozaba, nunca pensé que lo perdería.
-¿Le dijiste?, ¿Hablaron algo? -pregunta Florencia con tristeza y preocupación, nunca me había visto así, ni siquiera cuando Jim me traicionó.
-No, no me dejo hablar ayer, sólo me rechazo.
-Ahora iremos a la agencia, tendrán que hablar -decide Amber con seguridad -, no importa si me tengo que devolver a Nueva York hoy mismo.
-No me va a escuchar, tenemos muchas entrevistas, esta la premier.
-Siempre hay un minuto para hablar, vamos -dice Florencia convencida mientras busca mis cosas para salir.

Me volví a maquillar mientras ellas tomaban desayuno, les resumí un poco lo que había pasado en los últimos días, el escándalo que había armado Jim en la agencia, quién por lo demás se había ido muy temprano, tenía que viajar fuera de la ciudad por trabajo , luego de media hora partimos, mi adrenalina subía a medida que nos acercábamos y no sabia si era por el plan de hablar con él o por todo lo que teníamos agendado para hoy.
Al llegar me percato que él no estaba por lo que averiguo que ocurría, Tom estaba revisando detalles de la premier.

-No está, -le digo a Amber, mientras vamos a mi oficina donde tenía que empezar a guardar algunas cosas que me llevaría

-Tranquila, ya llegará -dicen a la vez, mientras me acompañan a ayudarme con mis cosas.
-¿Es necesario que lo hagas hoy? -pregunta Florencia mientras junta mis cuadros y algunas cosas más que debo empacar.

-Sí, mañana no quiero volver acá, será más difícil -le digo mientras me avisan por mensaje que Tom había llegado a la agencia, era cosa de minutos para que apareciera en mi oficina -, ya llegó, ahora te lo presentaré viene para acá.
-Ok, lo espero -dice Amber un poco nerviosa.
-Tranquila, no es mala persona -añado mientras abren la puerta y era él, con vestimenta deportiva y su pelo algo desordenado, sus ojos aun tristes pero realmente tratando de no demostrarlo. -Hola Tom, buen día, te presento a Amber ella será mi reemplazo.
-Hola Laura, Amber un gusto -la saluda de mano.
-Un gusto también -dice Amber con amabilidad mientras lo observa.
-Ella es mi prima Florencia, vino a ayudarme a empacar para irnos a Nueva York -Le digo mientras la saluda de mano, se fija que algunas de mis cosas están embaladas.
-Hola, un gusto -exclama con tristeza, se le notaba en su voz y en su forma de mirarme, luego de unos momentos de indecisión afirma-, entonces te vas hoy.

-Sí, de todas maneras dejaré informada a Amber de todo lo que viene -añado para calmarlo y respiro profundo para no llorar, esta situación es demasiada dolorosa.

-Estaré en mi oficina,- anuncia asintiendo y a modo de despedida añade con cortesía-, un gusto chicas, - y sin mirar atrás sale, cuando la puerta se cierra comienzo a llorar, la pena aflora más y más a medida que pasan las horas.

Florencia fue por agua mientras Amber se quedo un rato conmigo para calmarme, era definitivo y me costaba aceptarlo, lo que no sabía era que ellas observaron todo, desde nuestras miradas hasta las palabras que dijimos, podría decir incluso que sintieron lo mismo que sentimos nosotros cuando estamos juntos, esa aura que invade el lugar cuando estamos juntos, lo que las convenció que debían hacer algo para no perder al hombre de mi vida.

Nuestra aventuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora