Capitulo veintisiete

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Los primeros días después del estreno sabía que serían movidos por lo que decidí no hacer más ni insistir, solo conseguiría que siguiera rechazándome.
Hablé con mi madre por videollamada, necesitaba ponerla al tanto de todo realmente le había ocultado muchas cosas solo por miedo.
-Hola, mamita, ¿Cómo está? -le hablo tratando de no llorar, no quiero que se preocupe más de la cuenta -, te he extrañado.
-Mi niña, que sorpresa, ¿Cómo estás? -me examina por la cámara, ella si sabe cuándo las cosas están mal -,estás más delgada, ¿Te estás alimentando bien?
-Sí, mamá, estoy comiendo bien.
-¿Qué pasa mi niña? -, su voz logra quebrarme, la necesito tanto, sus abrazos, sus palabras.
-Mamá, no doy más -le digo mientras rompo en llanto, llega Florencia con un vaso de agua y se queda a mi lado -.
- Me preocupas, hija,- me dice realmente inquieta al ver mi estado, con cariño me pide-, hablame.
-Hola tía, le resumo -habla Florencia porque mis sollozos no me dejaban decir nada -, se quedó sin trabajo, ayer terminó con el idiota de su novio, que por lo demás era un agresor de lo peor y está enamorada de un hombre maravilloso ,pero lo perdió.
-Dios mío, mi niña -dice mientas se toma la cabeza tratando de encontrar una explicación a tanta información -, ¿Por qué no me dijiste antes? ¿Ese idiota se fue? Porque si no mando a tu papá a qué lo ponga en su lugar.
-Sí, mamá, ayer se fue -le informo mientras respiro profundo para calmarme -, eso termino, creo que iré a verte muy pronto, te necesito.
-Sabes que siempre puedes volver a casa, hija mía, eres mi única niña -dice tratando de calmarme, estaba realmente preocupada.
-Tía, yo me quedaré acá con ella hasta que se solucione todo, - le informa Florencia con calma.
-Gracias, mi niña,- agradece mi madre con sinceridad, algo más aliviada, me mira y me recuerda con amor-, Laura, te amo no lo olvides y cuando quieras vuelves, y ese idiota no quedará impune.

Luego de eso dormí una siesta, el dormir me apartaba un poco de la realidad, lo extrañaba mucho pero tenía que asumir está nueva realidad de a poco.

Pasaron dos semanas y yo seguía estancada en Londres, aún no lograba encontrar un pasaje a Nueva York y menos a Chile dónde las fronteras seguían cerradas, comencé a leer y a la vez a preparar mis papeles para buscar un trabajo mientras no podía irme. Amber estaba con mucho trabajo, porque a medida que avanzaba la serie venían muchas cosas, un día mientras estaba en la agencia Tom la llama a su escritorio.
-Hola, permiso -Amber abre mientras da unos golpes a la puerta -, ¿Me llamaste?
-Sí, pasa, por favor-dice mientras continúa trabajando en la laptop sin mirarla -, siéntate,- continuó después de que Amber tomara asiento-, quería comentar que estoy bastante satisfecho con tu trabajo, a pesar de ser días agitados has respondido de buena manera.

-Gracias Tom, tuve un buen mentor,- dice refiriéndose a Howard y agrega, a la pasada, atenta a su reacción-, y un gran ejemplo de Laura.

-Se nota, - coincide desviando levemente la mirada ante la mención de mi nombre, luego meneando la cabeza le anuncia-,vienen más cosas, - mientras habla, la mira, Amber nota que sus ojos aún estaban apagados, algo distraído después de oír mi nombre, da por terminada la conversación -, era solo eso, te enviaré lo de mañana.
-Ok, lo revisaré - Amber se levanta y se dirige hacía la puerta, en eso él le vuelve a hablar.
-Disculpa...Laura ¿Cómo está?
-La verdad, no muy bien -dice mientras se voltea a mirarlo -, no es la misma persona.
-¿Qué ocurre? -su expresión cambia y es de preocupación, se notó de inmediato -, ¿Hay algo que puedo hacer?
-Si me permites, búscala y habla con ella -dice con sinceridad tratando de convencerlo.
-Pero ella se fue...
-Está en Londres aún, no ha encontrado pasajes todavía -dice mientras vuelve a sentarse y tratar de convencerlo -, ella se dió cuenta que cometió un error y te ama como nadie, sufre por no verte pero tampoco quiere venir porque dice que la rechazaste.
-Ella se va a casar -su mirada vuelve a apagarse y su expresión es de mucha tristeza -, por eso la rechacé.
-Rompió con Jim el día del estreno de la serie -le informa mientras miraba a Tom -, ese idiota casi la golpea si no fuera por Florencia...
-¿De nuevo? -exclama con rabia mientras se levanta -, ese imbécil...
-Espera, ¿Cómo qué de nuevo? -pregunta Amber con preocupación, levantándose también, no lo sabían todo.
-Laura muchas veces llegó acá con golpes en la cara, en los brazos -explica sin poder contener la rabia al recordarlo -, siempre inventaba mentiras pero no le creía, debí ponerlo en su lugar hace mucho.
-Ese imbécil, la amenazo ahora -le dice mientras trataba de entender todo y vuelve a insistir -, habla con ella, no la pierdas es una gran mujer.
-Lo haré, gracias Amber.

Mientras tanto decidí salir de comprar por unas cosas que faltaban para la cena, camine para pensar todo y recordé muchos momentos que vivimos, nuestros bailes, nuestros karaokes en pandemia hasta tarde, nuestra hora de chismoso dónde comentábamos como dos señoras, o la vez que estábamos viendo una película y se durmió a la mitad de esta y terminé haciendole dos trenzas en el pelo, se veía muy divertido.

Eran gratos recuerdos que no supe atesorar, no solo extrañaba sus caricias, sus besos, extrañaba a mi mejor amigo, me puse los audífonos y comencé a escuchar la canción con la que nos besamos por primera vez y casi cómo un juego cruel del destino veo su cara en los buses, en las paradas y en los anuncios de la ciudad... realmente corría el riesgo de terminar odiando la publicidad de la serie, cada vez que lo veía se abría más la herida.

Llegué a casa y revisé nuevamente mi laptop, para mi fortuna encontré pasajes disponibles a Nueva York para dos días más así que sin pensar los reservé, necesitaba salir de ahí y olvidar todo lo que me hizo sufrir Jim...y también olvidar a Tom, nunca me perdonaré el haberlo perdido, por mis malas decisiones, tuve al hombre de mi vida al lado y nunca supe valorarlo.

Nuestra aventuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora