Capitulo veintiuno

81 11 2
                                    

Desde ese día todo cambio, lo cual me afectó, aunque intentaba bajarle el perfil, los días que siguieron fueron muy caóticos, venían muchas cosas y nuestra relación seguía igual de congelada, mucho más ahora después de nuestra última discusión.

Una noche Florencia me sorprendió con una videollamada, tan solo al verme notó un cambio, lo cual o le pareció extraño.
-¡Prima!, ¿Cómo vas? -me saluda a su manera tan expresiva como siempre, ya estaba en pijama y haciendo su famosa rutina de limpieza facial-, me imagino que mucho trabajo.
-Flo, hola -respondí su saludo, algo cansada, le encantaba que le dijera así, la llamaba Flo cuando era pequeña, porque era más corto y más tierno; le hablaba mientras contestaba unos correos y buscaba algún dato de trabajo en Nueva York-, sí, bastante trabajo, ha sido caótico.
-Te creo, pero a ti te pasa algo más,- asegura a la vez que me mira y nota mi semblante triste, la verdad no era la misma -, te conozco, ¿Fue el imbécil de Jim? - aventura cambiando su tono-, porque voy y ya sabes...
-No, - la interrumpo y le explico-, es mi jefe, -la miro sin poder evitar las lágrimas, por suerte no estaba Jim que se había ido de copas con unos amigos del trabajo, respiro hondo y le anuncio-, volveré a Estados Unidos después de la serie, nos peleamos y él fue muy hiriente, tanto que le dije que dejaría de ser su publicista.
-¡¿Por qué?! -me dice sin poder creerlo, para ella yo estaba destinada a estar con Tom aunque mi contrato lo prohibiera -, Laura, sea lo que sea que está pasando se puede hablar.
-No prima, me hirieron sus palabras -le digo tajante mientras seco mis lágrimas, recordarlo me hacía mal -, está decidido,- para evitar sus preguntas decido finalizar la llamada-, ahora te tengo que cortar porque tengo mucho trabajo, un beso te quiero.

Los días pasaron igual, nos limitamos a nuestro trabajo, cumplía mi horario y me iba a casa.
Llegó mayo, nos tocaba otra sesión de fotos para Entertainment, dónde hablaría de la serie; llegamos a la hora y había poca gente por temas de aforo, él siempre fue muy reservado y solicitaba que no se filtrara nada previo a los lanzamientos y se informaba antes de comenzar, pero ese día no contaba con que pasaría lo que justo no queríamos.

Mientras hacían la entrevista y las fotos pedimos pizza para todos los que estábamos, entre ellos una enfermera que estaba contratada para ese día, por un momento salí a responder una llamada de Jim quién estaba por entrar a una reunión muy importante con un nuevo cliente.

-¡Amor, hola! -le digo mientras me alejo un poco, no quería que nadie me viera, menos Tom -, te deseo lo mejor en la entrevista, te irá excelente.
-Gracias, amor, -contesta con algo de nervios, estaba con traje acordé a la ocasión, chaqueta negra, corbata azul marino y camisa blanca se veía realmente guapo -, apenas salga te llamo, un beso que me están llamando.
-Un beso,- corto la llamada y vuelvo dónde estaban comiendo, todo avanzaba tranquilamente y en regla, les aviso que estamos por terminar -, quedan 15 minutos para irnos, gracias.

Terminamos y nos fuímos a la agencia, luego de eso me iría a casa, al llegar me percató que tenía unas notificaciones de Facebook y al revisar veo que habían filtrado una foto de la sesión, mi corazón latía a mil y comencé a sudar, era cosa de minutos que Tom se entere, así que preferí adelantarme.
- Tom, tenemos que hablar,- le digo mientras temblaba de nervios, sabía que esto no le iba a agradar para nada pero tenía que decirle, respiré profundamente para calmarme y le dije, con calma-, alguien filtro una foto de la sesión.
-¿Cómo?, Una foto de qué, -responde algo confundido, al parecer pensó que era de otra sesión -, pero si ya salieron esas.
- Hablo de la sesión de ahora, las que sacamos hoy.
-Pero, ¿Quién fue?, -exclama molesto, pidió la mayor discreción y aún así no se respeto su petición y enfatiza -, es en lo que más insistí y es lo primero que pasa, quiero que busques a quién fue y le pidas que la baje.

-Fue la enfermera que estaba ahí,- le expliqué, lo note por su foto de perfil, fue demasiado astuta -, ahora le hablo.

-Era tu responsabilidad que no pasará algo así, -me acusa mirándome enojado, o más bien desilusionado -, ¿Qué estabas haciendo que no lo notaste?
-Me...me había entrado una...llamada,-tartamudee, sin poder evitarlo, la razón no le iba a gustar si lo sabía -, ella aprovecho ese momento.

-Lo sabía, haz que la baje ahora, - me ordena y me habla de una manera muy fría, sus ojos estaban apagados y por un momento lo desconocí y añade con decepción-, cada día estás más desconcentrada e ineficiente.
-Perdón, no quise,- inicié una disculpa pero me interrumpió.
-¡Pero pasó! -exclama furioso y alzando nuevamente la voz -, soluciónalo ahora.

-Lo haré, -le digo seriamente, pero estaba destruida y decidida a irme lejos de él.

A la hora logré comunicarme con la chica, que bajo la publicación de Facebook y le avisé a Tom por medio de WhatsApp mientras iba camino a casa con el corazón destruido.
Pasaron los días y seguía molesto conmigo, llego la premiación de los MTV dónde, vía remota, presentaría un avance de la serie, ese día solo trabajé unas horas con él, me preocupé de los detalles y me vine cuando él se estaba preparando para grabar.

Al llegar a casa Jim me esperaba con una cena muy romántica, había preparado todo para pasar una velada romántica y se encargó de hasta los más mínimos detalles.

-Te tengo una sorpresa, -me dice mientras me saca la chaqueta, toma mi mano y me lleva a la mesa donde tenía una botella de champagne por abrir -, siéntate, hay algo de lo que quiero hablar.
-Qué hermoso, gracias, -me siento y lo miro algo confundida, realmente estaba nerviosa de lo que podía pasar -, dime, me tienes con la curiosidad.
-Laura, amor -me dice con cariño, se sienta y me toma la mano, con la otra mano saca una cajita pequeña que me deja atónita-, me siento seguro de esto, amor ¿Quieres casarte conmigo?
-¡Que sorpresa! -le digo sorprendida mientras pienso que era la señal que necesitaba para salir de esta pena que me estaba matando y así enterrar definitivamente este sentimiento por mi jefe, y sin pensarlo dos veces, acepté -, ¡Sí, quiero!.

Nos abrazamos y nos besamos, era la decisión correcta, o eso me quise convencer en ese momento, acepté por escapar de algo que no quería asumir algo que podía ser bueno y sincero, verdadero, para quedarme con alguien que, a ratos me hacía sentir insegura y me daba migajas de amor; sonreí durante la cena, convencida de estar haciendo lo correcto y nos dormimos sin pensar que mi decisión al ser tan apresurada me haría arrepentirme y a la vez le haría daño a la persona que realmente me amaba.

Nuestra aventuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora