Capitulo treinta y ocho

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Las horas de espera se hicieron eternas, mi madre junto a Amber fueron por café y snack para sobrellevar la incertidumbre de la espera.
Florencia seguía al tanto de lo que sucedería con Jim, se quedaría en prisión preventiva, se estaba evaluando si sería juzgado en Chile o extraditado a Reino Unido, para cumplir la condena pendiente que tenía.
El doctor salió en busca de los parientes que me acompañaban para darles noticias sobre mi procedimiento.

-Familiares de Laura Spencer,- pregunta con voz grave, mi madre y Tom se levantan de inmediato, Florencia corta la llamada y haciendole una seña a Amber se acercan, mi padre se acercó de último, al verlos se dirige hacia ellos aún con el traje de operaciones -, buenas noches.
-Doctor, buenas noches,- dice mi madre atenta a lo que informaría, inconcientemente tomó la mano de Florencia que era la que estaba más cerca e informó -, soy su madre, cuénteme.
-Su hija está fuera de riesgo vital, por la dimensión de las heridas y la demora en llegar perdió mucha sangre por lo que hicimos transfusiones,- su expresión cambia, de la serenidad inicial a una gravedad profunda, lo que preocupa a mis padres, Tom también estaba pendiente de lo que decía el doctor -, pero hay algo que necesitan saber...
-Diga, lo que sea,- pide mi padre ansioso de saber, sujetando con fuerza la mano libre de su esposa, por un momento se prepararon para lo peor-, ¿Qué tiene mi niña?
-Debido a la profundidad de la herida, tuvimos que hacer una histerectomía, de otra forma no habríamos podido salvarla,- su voz se tiñe de tristeza y espera la reacción de mis padres, mi madre, la primera en entender lo que ocurría, comenzó a llorar, mi padre al verla comprendió la gravedad del problema, el doctor añadió con compasión-, lo siento mucho.
-Gracias, Doctor,- dijo Tom con tranquilidad, a pesar de todo lo ocurrido horas atrás, estaba más calmado sobre todo al saber que su Laura estaba fuera de riesgo, respirando profundamente, preguntó -¿Cuándo podemos verla?
-Aun está dormida, apenas despierte de la anestesia podrán verla- explicó retirándose al ser llamado por los altavoces.
-Muchas gracias,- dice Tom con lentitud, dejándose caer en el asiento, se tomó la cabeza con ambas manos, Laura estaba bien, a salvo, pero quedaba mucho por hacer, cómo iban a decirle, cómo iba a romper tan grande ilusión, la de ambos, movió la cabeza, la ilusión de ella, él no importaba ahora, murmuró en voz baja lo que nadie se atrevía a decir -, no sé cómo se lo tomará...es algo complicado.
-Tranquilo,- susurro Amber, sentándose a su lado y tomando su mano para calmarlo, sabía que era algo muy difícil de digerir, más de una vez le comentó lo mucho que quería ser padre, lo mucho que deseaba ser padre...junto a Laura. Intentó consolarlo diciendo -, no es el fin de mundo, Tom, ella se salvó y existe la adopción
-Lo sé, - coincide Tom y admite-, pensé que la perdería,- ya no había porque pretender fortaleza, estaba con su familia así que se permitió llorar, se tapó la cara y murmuro con rabia -, ese idiota nos hizo mucho daño.

-Las va a pagar todas,- aseguró Florencia con furia, cambio su tono al agacharse para intentar darle consuelo, estaba desconsolado, le dijo con calma y seguridad-, me encargaré de que nunca más vea la luz del sol.

Por la tarde cuando desperté de los efectos de la anestesia pude ver a mis padres, y a Tom, quienes estaban ansiosos, al verme se aliviaron de encontrarme de tan buen ánimo aunque ninguno se atrevía a darme la mala noticia, por lo que le dejaron esa tarea al doctor.
-Despertaste, Laura,- dijo el doctor entrando a mi habitación, estaba sola con mi madre -, ¿Cómo te sientes?
-Mejor, algo mareada,- respondo mientras me acomodo en la cama -, pero feliz de estar con los míos.
-Qué bien, te cuento que fue una larga cirugía debido a tus heridas, -su tono de voz cambió, se hizo más grave, lo que me puso en alerta de que venían malas noticias, las palabras que le siguieron me confirmaron y destruyeron unos de mis sueños -, y a causa de la gravedad de una de las heridas tuvimos que remover tu útero por completo,lo siento, Laura.
-¡¿Cómo?! Entonces...-titubeo, sin encontrar las palabras para expresarme, no quería darle un nombre,comienzan a caer lágrimas por mis mejillas, era una muy mala noticia, la peor, me obligo a terminar la frase -...significa que no podré tener hijos...
-De manera natural, no,- confirma el doctor, con tristeza, sin dejarme terminar -, pero hay otras maneras de ser padres.
- Es cierto, mi niña,- interviene mi madre tomando mi mano y apretándola con cariño, a la vez que acaricia mi rostro a modo de consuelo -, sí hay amor, todo se puede.
-Lo que necesites, me avisas, -dice el doctor y mirando mi ficha clínica, anuncia-, sí todo va bien en unos días podrías ir de alta.

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