Aún quedaba tiempo para la tan anhelada fiesta, y no sabía si quería volver tan de pronto a mi habitación. Aún me sentía algo extraña.
Intenté escabullirme entre las hadas que deambulaban por los pasillos, hasta llegar a la biblioteca de Alfea. Como era de suponer, el lugar estaba absolutamente vacío; todas se encontraban lo suficientemente ocupadas con el outfit que llevarían a la fiesta, que dudaba que perderían el tiempo en una biblioteca rodeada de polvorientos libros con años de antigüedad.
Y eso precisamente... lo hacía mi escondite perfecto.
Me senté un momento junto a una de las mesas de estudio. Y afirmando ambos codos en la mesa tomé mi cabeza entre mis manos.
Todo había sido una locura. La pérdida de Chrysso había sido el momento más traumático de mi vida, eso no lo podía negar. Quizás hablar con Mirta o el profesor Palladium me había calmado por el momento, a pesar de que les dije que no me sentía tan mal al respecto; a ellos les podía mentir, claro, pero no a mí misma. Mi cuerpo aún temblaba y seguía sintiendo un nudo en la garganta al recordar lo sucedido. Y es que luego de que había pasado todo eso, no había vuelto a hablar jamás del tema, era la primera vez que lo "enfrentaba" con todas sus letras, y no se estaba sintiendo muy bien.
La verdad es que además de no haber hablado jamás sobre aquello, ni siquiera había llorado por mi pérdida. Me había encerrado tanto en mí misma, había reprimido tanto mis sentimientos que ahora todo aquello acumulado y apresado en mi interior se sentía como una gran bola de nieve a punto de aplastarme.
-¿Hola? -escuché de pronto a mis espaldas
Volteé rápidamente. Era la señorita Barbatea, la bibliotecaria de Alfea.
-Oh, disculpe -dije poniéndome rápidamente de pie sin saber por qué.
-No, no te preocupes. No hay problema con que estés aquí, la biblioteca sigue abierta -aclaró- Es solo que no esperaba encontrar a alguna estudiante por aquí el día de hoy y a estas horas -dijo ajustando sus anteojos mientras ponía un par de libros en las estanterías
-Lo entiendo -respondí
-¿Buscabas algo en específico? -preguntó
-Mhh -pensé en responder que no, pero si reconocía que solo estaba ahí para esconderme de las demás personas, no iba a sonar muy bien- solo vine a averiguar un poco sobre mis poderes -terminé por decir.
-¿Qué tipo de hada eres? -preguntó refiriéndose a mis habilidades
-Mmmh, bueno, mis habilidades están en las emociones... y sentimientos
-Hada mental -respondió- ¿Dificultades con tus habilidades? -preguntó mientras parecía pensar algo ajeno en su mente
-La verdad es que sí
-Lo supuse, es algo común en las hadas de tu tipo -dijo mientras hacía que un libro de una de las altas estanterías fuese a parar a sus manos- tengo el volumen indicado para ti.
Extendió el libro color violeta y lo tomé entre mis manos. Comencé a hojearlo por inercia.
-Parece un libro bastante robusto -dije sin saber muy bien si lo podría leer completo en poco tiempo.
-No te preocupes Love, tendrás todo el tiempo que quieras para seguir leyendo -escuché una voz conocida que aparecía tras nosotras.
-Faragonda... -habló la señorita Barbatea mientras volteaba hacia la directora y hacía una ademán con la cabeza en señal de respeto.
La directora solo le dedicó una sonrisa en saludo y la señorita Barbatea se retiró, dejándonos a solas.
-¿Cómo te encuentras? -preguntó la directora mientras se acercaba
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❝𝑊 𝐼 𝑁 𝐺 𝑆❞ 🦋 𝑷𝒓𝒐𝒇. 𝑷𝒂𝒍𝒍𝒂𝒅𝒊𝒖𝒎 𝒚 𝒕ú
Fanfiction→ 'Si tan solo fuera fácil arrancarse los sentimientos, créame usted que lo haría, profesor Palladium'