Habían llegado las esperadas clases de Pocionología. Love estaba ansiosa por conversar con el joven elfo, así que al final de la clase cuando terminaron las prácticas en el simulador, no dudó en acercarse a Palladium, cuando ya todos habían salido de la sala de simulación.
-Profesor, yo sé que no continuará con mis tutorías -dijo la joven hada acercándose a él.
Palladium, quien configuraba el panel de control del simulador para el próximo examen de cuarto año, se detuvo un momento, dejó las teclas de lado y giró su asiento hacia el costado izquierdo, donde se encontraba su alumna, afirmada en uno de los bordes de la cámara.
-Ya veo que te has enterado antes de que te lo pueda contar yo personalmente... lo lamento -dijo viendo sinceramente al hada- es algo que se salió de mis manos -comentó el profesor algo tocado por la situación- quería decírtelo antes, pero... han sido días demasiado densos, te doy una disculpa Love, de verdad lo tenía en cuenta pero... mi falta de tiempo es cada vez más preocupante. Y la situación empeora ahora que tengo más horas de clase con toda esto de la reorganización en las asignaturas.
-No se preocupe, entiendo la situación, no le hablaba para reprochar, solo para agradecer por todo lo que me ha enseñado. No puedo ser una egoísta, debo reconocer que aprendí bastante con usted -reconoció la chica con una pequeña y triste sonrisa- es decir, yo llegué aquí sin poder comprender ni utilizar mis poderes. Si no fuera por sus clases, sinceramente no sé si habría aprendido todo lo que ahora sé.
-No hay de qué, el talento es tuyo. Ha sido un gusto tenerte como estudiante, eres un hada muy inteligente, pase lo que pase, me gustaría que nunca lo olvides -aclaró el elfo buscando la mirada de la chica, intentando hacer que ella lo mirase a los ojos- aunque... esta no es una despedida de todas formas, recuerda que sigo siendo tu profesor de Pocionología, y el próximo año de Encantos Técnicos... Así que aún nos espera un largo recorrido -comentó esbozando una leve sonrisa.
Pero el nerviosismo de Love al chocar su mirada con los ojos miel intenso del mayor era casi desbordante.
El sólo hecho de pensar en tenerlo cerca mucho tiempo, muchos años más, sonaba emocionante y a la vez... alarmante
Solo sonrió ante las palabras del mayor.
Simplemente no podía entender cómo podía existir un ser tan perfecto como él, como su profesor de Pocionología...
-Love -habló de pronto el elfo
-¿Mh... Profesor?...
-¿Puedo hacerte una pregunta? -dijo Palladium mientras se alejaba un poco del panel de control para centrarse en el hada
-¿Sí? -dijo Love algo ansiosa
-Tú... confías en mí, ¿No? -preguntó él viéndola a los ojos
-Yo... sí -respondió ella sin dudarlo- ¿Por qué esa pregunta?
-¿Sabes que si algo sucede puedes decirme, no?
-Yo... mhhh -hizo una pausa- bueno, si no confiara en usted, realmente no sé si estaría aquí charlando... la verdad es que... no soy muy buena socializando, aunque no lo crea. Así que espero que eso responda a su pregunta.
El joven profesor la miró esbozando una pequeña sonrisa. Claro que lo sabía, desde un principio. Tenía en claro que a su mejor estudiante no se le daba muy bien confiar en las personas. Siempre la veía con el mismo grupo de amigas y jamás la había visto hablar más de 10 segundos con alguien que no fuese de su círculo. Sí, la conocía de cierta manera, y por esa misma razón le preocupaba tener que compartir parte de su confianza con un absoluto desconocido y peor aún, un experto en magia oscura.
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❝𝑊 𝐼 𝑁 𝐺 𝑆❞ 🦋 𝑷𝒓𝒐𝒇. 𝑷𝒂𝒍𝒍𝒂𝒅𝒊𝒖𝒎 𝒚 𝒕ú
Fiksi Penggemar→ 'Si tan solo fuera fácil arrancarse los sentimientos, créame usted que lo haría, profesor Palladium'
