Importante leer la nota final.
-Jason, ¿es enserio? No me lo trago. ¡Son mis malditos trozos de cielo!
-Espera, ¿Qué? Solo son panecillos de nata y mantequilla de cacahuete.-Aún con cara maravillada y las manos entrelazadas en mi pecho, le pego una colleja a Jason, y me aplaudo mentalmente.-¿Por qué...
-Quiero uno. No, espera, mejor dos.-Me paso la lengua por los labios y babeo. Sí, babeo. ¡Pero son trozos de cielo!
-Mmm... vale, pero son muy grandes, no creo que te los ter...
-Tú solo compralos.-Jason le pide a la señora, de unos sesenta años, notables ya que tiene el pelo grisáceo y arrugas por los párpados y las mejillas, dos de mis amados trozos de cielo. Jason me da la bolsa de color blanco, como la que me trae Esperanza cada dos días. Supongo que los compra aquí, ya que este barrio no está tan lejos del mío.
Salimos por la puerta, y Jason me coje de la mano. Bueno, lo intenta, yo la aparto rápidamente.
-Nos pueden ver.
-Se supone que somos novios ¿no?
-Solo en el instituto.-Jason me mira con el ceño fruncido.-Escucha, yo no sé si quiero que seamos novios. En fin, solo nos hemos dado un par de besos y... yo no estoy preparada para ser novia de nadie. No es que no me gustes, solo... entiendelo.-Se pone cabizbajo, con los ojos cerrados y los puños apretados.-Di algo, por favor. Podemos ser amigos, o... mira, no sé lo que seríamos, pero no quiero una relación formal ahora mismo, bueno ni informal. No quiero unirme sentimentalmente a nadie.
-Está bien-dice finalmente.-Seremos amigos.-Suspira.-Pero será mejor que digamos que hemos roto en el instituto, pero de buenas formas, no soportaría tener que besarte sabiendo que no quieres. Aunque yo quiera.-¡No! Yo también quiero... pero, joder. Jason, yo quiero... debo hacer que no rompa conmigo, al menos en el instituto.
-Sí, claro, será lo mejor. -¡Lo mejor! ¿Lo mejor? Joder Ali, te estás luciendo eh.
Oh no. Silencio incómodo Modo On. ¡No! Joder, ¿Qué digo, qué digo?
-¿Nos sentamos?-¿nos sentamos? ¿Enserio? De hecho, me estoy luciendo de una manera... Impresionante. Jason se rasca la nuca.
-Mm claro.-Nos sentamos en un banco que hay en un parque. El banco tiene grafitis por todas partes, y el parque... bueno, los columpios chirrían cada vez que un niño se sienta, y el balancín parece tener la madera demasiado roída. No como el parque de mi barrio, que todos los bancos son de metal y están perfectamente cuidados, aunque apenas hay algo para los niños, solo un tobogán y poco más. Aquí, se ve la cálida compañía y diversión de los niños. Saco uno de los trozos de cielo de la bolsa y se lo ofrezco a Jason, quien está mirando para otro lado, creo que para no mirarme.-Toma, para ti.
-¿Qué? Son tuyos, es decir, te los he comprado para ti.
-Te lo debo, el día que descubrimos a mí hermano y a Parker juntos, te dije que te daría uno, porque me esperabas en la puerta. Te lo debo, ¿no?-Jason sonríe y coje el trozo de cielo, yo cojo el otro y empezamos a comer. Se me queda un poco de nata en la nariz, y Jason se da cuenta. Deja de comer y me limpia la punta de la nariz, con una sonrisa.
Le quieres, y lo sabes.
-No, solo es mi amigo.-Le digo a mi subconsciente.
-¿Quién es tu amigo?-Mierda.
-Mm no, nada.-Entonces, suena mi móvil, lo cojo y veo que es mi padre.-¿Si?
- Hija, ¿Dónde estás? Te estoy esperando. Ahora vendrá el chófer, así que date prisa.
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¿¡Enamorada del chofer!?
Romance¿Puede alguien enamorarse de su chófer? La respuesta es sí. Pero la pregunta es ¿puede alguien renunciar a todo lo que tiene por su chófer? Una pregunta sin respuesta. Soy Anais y tu y yo vamos a saber si Ali puede hacerlo por Jason. Si lo quieres s...