¿¡Enamorada del chofer!?

Capítulo 23 No la abras, aún

Y en ese momento lo supe. Supe que todo lo que pudiera imaginar, pensar o suponer no era nada en realidad. La única forma de recuperar a mi gente es enfrentarme a mis miedos, a lo que de verdad me aterra y así, y solo así, poder volver a escuchar sus risas. Porque les quiero y se que ellos me quieren a mi y que por mucho que yo la haya fastidiado, ellos siempre estarán ahí para mi.

Salgo de la cama sin siquiera pensarlo dos veces. Salgo en pijama, cojo mi monopatín y voy hacia ellos, hacia los que una vez fueron mi familia. Dejo el monopatín atrás, empiezo a correr, me da igual que pase mientras ellos estén a mi lado. Llego a casa de Parker, en la que tantas veces he dormido, llorado, reído y vivido. Pico a la puerta con los nervios a flor de piel. Se que va a ser difícil, pero solo puedo pensar en lo que una vez me dijo Parker: Sé fuerte. Sé fuerte por ti y por los demás, pero sobretodo por ti.

Abre la puerta y lo único que se me ocurre hacer es echarme a llorar cogida de sus piernas. Ella me entiende al instante, sabe perfectamente por lo que he venido y sabe perfectamente qué espero de ella.

Se agacha y me abraza. Las dos lloramos desconsoladamente, sin decir una sola palabra. Sin mirarnos a los ojos. Sabemos que lo que necesitamos ahora mismo es volver a conectar, como siempre lo haremos.

Una vez nos calmamos ella se levanta, y me ayuda a mi a hacer lo mismo. Nos miramos a los ojos y nos fundimos en un abrazo. Y de repente, sin motivo alguno, empezamos a reír. Puede que sea por mis pintas de manicomio, o por los nervios tontos de un reencuentro, pero por fin siento que ya no es una extraña al fondo del pasillo, es mi mejor amiga.

-Jamás debí dejar que te perdieras.- Salió de sus labios con tan poca intensidad que a penas llegué a oírlo.

-Jamás debí perderme.- Se separa y limpia mis lagrimas con sumo cuidado, con el cuidado de una hermana mayor.- Lo siento, de verdad. Sé que eres feliz con Luke y es lo único que debería haberme importado. Me he portado horrible contigo, con Luke, con Nebi, con Sandra, con todos. Pero lo que nunca podre llegar a perdonarme es el hecho de pensar que no estaríais para mi, como si nunca hubierais sido mis amigos. Lo siento Parker, enserio.

-Todos lo sabemos hermanita.

-Luke? Joder, Luke.

-Joder tú, hermana. Vas hecha un cuadro.

-Tampoco tanto, amor. Solo... Ali deberías ducharte, eug.

-Primero debo hablar con Sandra, con Nebi... Deben saber que les quiero, que son mi familia. La cagué muchísimo, Paul, Beth... Nada de eso debería haber pasado.

-Ali cariño, ellos lo saben, saben que les quieres y que los llevas en el corazón.

-Y por último, debo hablar con él, a quién más he herido y querido.

-Ali te... te refieres a Jason? Ali yo... pensábamos que lo sabías. Jason marchó hace dos días. Todo esto le superó y le salió una buena oferta de estudios con un puesto de trabajo a tiempo parcial. El... Ali, se ha ido.

-No puede ser Parker. El es la única razón por la que me he levantado de la cama. El es por quien he luchado contra mi misma para estar en este instante aquí.- Empiezo a correr otra vez, quiero llegar a donde esta, pero ni siquiera se donde esta ese donde. Sonara cliché, pero empieza a llover. Ralentizo mi paso. El pijama me pesa, la vida me pesa. Llego hasta la casa de Jason, la que era la casa de Jason. Estoy mojada, llorando, parezco una loca en medio de la lluvia.

Toco al timbre, sin esperar a nadie, y su padre me abre. Se va y me trae una manta. Entro temblando, me ofrece chocolate o algo caliente para poder recuperarme del frío pero no hay nada que me pueda aliviar ahora. Me ofrece ropa y me cambio, se que es de el, huele a el...

-Alana, se ha ido. Se que tu eras muy importante para el. Se que te quiere y te ha querido. Mi hijo no me cuenta muchas cosas pero desde el primer día en el que te conoció y habló de la chica rica le vi un brillo especial. Parecía que hasta le gustaba levantarse por las mañanas para trabajar, solo por verte. El me dejo esta carta para ti, y me dijo que solo la abrieras cuando realmente estuvieras preparada. Se que cree que lo esta, me dijo. Pero no lo esta, y no lo estará hasta que supere ciertas cosas. No se a que se refería el, pero yo solamente quiero decirte que por favor hagas lo que el dijo, y sepas afrontar la vida de buena manera, siendo buena persona. Tu padre ha llamado y le he dicho que estas bien, tu hermano se preocupo por ti. Hoy puedes quedarte aquí, y todo el tiempo que quieras. Para mi es duro ver a mi hijo marchar de mi lado y tu eres como una hija para mi, así que estaré encantado de tenerte aquí. Y por favor, no la leas, aun.