Capítulo 2 ¿Miedo a las alturas?

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Faltan apenas diez minutos para que mi padre viniera con el chófer y yo aún estaba con el pijama. Parker es muy lenta. Lleva como una hora y media maquillándome. Su proceso para maquillar incluso se podría dividir en fases:

-Fase uno:¿Qué coño le puedo hacer a esta en la cara para que parezca normal?

Esta fase suele durar media hora, cuarenta y cinco minutos... Depende de como tenga el día.

-Fase dos:Bien, ya sé lo que le voy a hacer, ¡manos a la obra! Espera espera ¿Y los colores? ¡Santa Mierda!

Esta fase dura unos veinte minutos porque suele utilizar los que mejor me tapan la cara como los marrones y la mierda esa de color avellana y esas cosas.

-Última fase:Bien, ya tengo los colores. Ya sé lo que le voy a hacer. Pues venga, ahora sí, ¡manos a la obra!

Y esta última dura cuarenta minutos mínimo. Porque según ella:"Tiene que estar perfecto o serás el nuevo cuadro Picasso".

-Parker...-Me duele la cara. ¿Por qué estruja tanto esta mujer? De verdad que tendría que estar lijando madera la tía.

-¿Si?

-¿Te queda mucho? Que necesito la cara. Vale que no sea fina que digamos, pero está bien así.

-Ups, lo siento. Mmmm-Dio un último toque-¡Ya está! Lista para arrasar con los chicos.

-Amiga créeme cuando te digo que no arrasaré con nadie del sexo opuesto.

-Parker no serás...

-¿Qué? ¡No asquerosa! ¡Pero que mente enferma!

-Se ríe y me mira- Escúchame, decía enserio eso de que si te aburres vienes. De verdad que no me importa. Es una fiesta. Que no te de reparo ir ¿Vale?

-Siiii. Te prometo que si me aburro iré a la fieeeeestaa.

-Vale.-dijo Parker y sonrió.

(...)

Ya estaba vestida. Además, justo a tiempo. Cuando me puse los tacones sonó el claxon del chófer. Mi vestido era verde. Ajustado por el pecho y con tirabuzones en la parte de abajo. Además, estas dos partes las separaba un pequeño cinturón con detalles dorados. Mi peinado es sencillo. He dejado suelto mi cabello moreno con unos pinzas en cada lado para recogerme el flequillo. Mis zapatos, son dorados y por eso combinan con mi vestido y mi bolso. Bien, ahora que ya sabéis como voy, os interesaría saber que mientras hablábamos de estas cosas de niñata pija, me he encontrado una desagradable sorpresa.

-¿Y tú quien coño eres?

-Yo soy Ed marx de los marx de san Harrington que reside en Palm Beach.

-Interesante... Ahora dime tu nombre real.

-Jason Stevens.

-Genial, ¿y qué haces en la puerta de mi casa con el maldito coche de mi padre?

-Vengo a recogerte. Verás, el chófer es mi padre y se ha roto la pierna así que yo hago sus turnos. No soy millonario pero tu padre me deja ir a la fiesta si prometo recogerte y traerte para la reunión.

-Augh ¿Enserio? ¿Pero por qué nadie confía en mi?

-Tal vez porque tienes cara de chica a la que le van los problemas.

-Buena respuesta. Ahora, ¿Harías el favor de llevarme? Si llego tarde mi padre nos mata a los dos.

-Esta bien, pase señorita.-Dice Jason mientras me abre la puerta y la señala con una mano en modo de reverencia.

¿¡Enamorada del chofer!?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora