Toda la alegre decoración navideña del castillo no hacía más que aumentar el mal humor del maestro de Pociones. Severus había dormido mal estas últimas noches. Parecía que por mucho que su yo consciente controlara sus emociones, mientras estaba inconsciente su mente funcionaba por voluntad propia. Había soñado con cosas que ni siquiera sabía que seguían en su mente; instantáneas de su infancia, de sus primeros años en Hogwarts. Todo ello le perseguía en sueños, y todo por aquella noche en que encontró a su hijo llorando en los pasillos.
Severus dio un sorbo a su zumo, preguntándose por última vez si no habría otro camino. Decidiendo que no la había, abandonó su asiento, y cuando pasó por detrás del de Hermione, se detuvo sólo lo suficiente para decir: "Nos vemos en mi despacho cuando termines", y reanudó la marcha hacia una puerta lateral del Gran Comedor.
A Hermione le tomó por sorpresa la invitación de Severus. Y una invitación tan civilizada, además, pensó, si se compara con sus últimos encuentros. Sus ojos se dirigieron inmediatamente a Nathan. Parecía normal, o tan normal como lo había sido desde que habían dejado de hablarse: ignorándola y comiendo en silencio, comentando eventualmente algo que había oído, y sin sonreír ni reír. Ella esperaba hasta el final de la comida para hablar con él, pero ahora Severus pedía ese tiempo. Si es algo del laboratorio... pensó, ya molesta.
Bueno, si era algo profesional, no perdería la oportunidad de hablar con él de temas más urgentes. Severus estaba en su lista de conversaciones decisivas para este fin de semana. Estaba cansada de esperar a que él entrara en razón. Hermione sabía que había más de su versión soñadora en él de lo que podía verse fácilmente, y le haría mostrarlo, decidió.
Una vez terminada la cena, Hermione salió del Gran Comedor para dirigirse a su reunión, asegurándose de pasar por la mesa de Gryffindor. "Buenas noches, chicos", saludó a los amigos de Nathan, que le devolvieron el saludo. Se dirigió a su hijo, que estaba de espaldas a ella. "Quiero hablar contigo, Nathan. Nos vemos fuera de la sala común en una hora". Ella no estaba preguntando. "Estate allí", añadió, para que no quedara ninguna duda.
Nathan asintió, sin volverse a mirarla, y ella se marchó para encontrarse con la otra parte de este lío.
El paseo entre el Gran Comedor y el despacho de Severus se sintió diferente de alguna manera. Los alumnos que se cruzaban en su camino la miraban con un interés que antes no existía. No podía ser por lo de héroe de guerra; había algo de desaprobación en sus miradas. ¿Qué ha pasado aquí durante la semana? reflexionó, pero no tuvo mucho tiempo para pensar en ello. Ya estaba frente al despacho de Severus. Llamó a la puerta.
"Entre".
"Buenas noches, Severus", saludó, cerrando la puerta tras ella. "¿De qué quieres hablar?"
ESTÁS LEYENDO
𝙽𝚘 𝚜𝚘́𝚕𝚘 𝚞𝚗 𝙶𝚛𝚊𝚗𝚐𝚎𝚛 || 𝚂𝚎𝚟𝚖𝚒𝚘𝚗𝚎
FanficOnce años después del final de la guerra, Hermione se encuentra en una situación delicada cuando su único hijo se marcha a Hogwarts y amenaza su secreto más guardado: que no sólo es un Granger, ¡sino también un Snape! #Sevmione SS/HG. 【Los persona...