Once años después del final de la guerra, Hermione se encuentra en una situación delicada cuando su único hijo se marcha a Hogwarts y amenaza su secreto más guardado: que no sólo es un Granger, ¡sino también un Snape!
#Sevmione
SS/HG.
【Los persona...
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Llegó el viernes, y Severus no podía salir de lo que Hermione insistía en que era una gran oportunidad para una cita perfectamente normal. Bueno, el término podría ser exacto, ya que sí se sentía como un adolescente desquiciado allí de pie, esperando que Hermione respondiera al interfono. Ella había insistido en que usara la puerta esta vez.
"¿Hola?", sonó la voz del comunicador. No parecía la de Hermione.
"¿Hermione?", preguntó de vuelta. Oyó su nombre a lo lejos y luego risas más cercanas.
"Profesor Snape, Hermione sólo se está asegurando de que será la mujer más hermosa de la asistencia y será"
Pudo escuchar la voz de Hermione de fondo antes de que los ruidos de interferencia la taparan.
"Severus, soy yo. Bajaré en un momento".
"Muy bien", respondió él, subiéndose el cuello de la capa. La primavera había llegado, pero el viento seguía siendo más del lado frío que no.
Cuando la espera empezaba a ser molesta, Severus escuchó unos zapatos en las escaleras del interior. Poco después, la puerta del edificio se abrió para revelar a una hermosa mujer, enfundada en un rico vestido marrón chocolate que le dejaba los hombros al descubierto. El viento soplaba y la tela fluida abrazaba el cuerpo de Hermione, silueteando lo que el vestido intentaba ocultar.
"Siento haberte hecho esperar. Erica insistió en peinarme, y eso siempre lleva mucho tiempo sin"
"Hermione, has olvidado tu abrigo".
"¡Oh! Gracias, Erica". Hermione tomó el objeto ofrecido, cubriendo con él la piel de sus hombros que parecía un melocotón.
"Erica Gibson". La mujer le ofreció la mano y una sonrisa incómoda.
Con cautela, Severus aceptó la mano ofrecida. "Severus Snape".
"Me alegro de conocerle por fin, profesor Snape".
"Lo mismo digo, señora Gibson".
Las dos mujeres compartieron una mirada antes de que Erica se retirara por el pasillo para subir las escaleras. Severus le ofreció el brazo y Hermione lo tomó, regalándole una impresionante sonrisa -el lápiz de labios hacía su boca aún más atractiva-.
"¿Dónde está el coche?" preguntó ella, distrayéndolo de los pensamientos de besarla.