Sin Retorno●

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"¡Papá!"

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"¡Papá!"

La diminuta palabra llegó a los oídos de Severus, viajó por su cerebro, pero sólo encontró su hogar cuando se encontró con su corazón, que dio un vuelco. La rigidez de su postura estaba en desacuerdo con sus manos sobre la cabeza y la espalda de su hijo, un movimiento provocado no sólo por el reflejo de los brazos del chico alrededor de él....

Severus recordó que era importante respirar.

"He hecho que funcione, papá".

Severus tuvo que cerrar los ojos esta vez al menos durante un breve instante. Oyó el jadeo de Hermione a su lado, sintió la extraña constricción en su pecho. Respira, anciano.

Despegando los brazos de su alrededor, Severus tomó a su hijo por los hombros. La brillante sonrisa, aún más brillante que aquellos ojos complacidos, era para él y para nadie más. Hizo que Severus casi se olvidara de dónde estaban, de quiénes estaban allí con ellos y de lo que debería estar haciendo. "Descansa ahora", le indicó, guiando a su chico de vuelta a la almohada.

"¡Pero si me acabo de despertar!" protestó Nathan.

"No estabas durmiendo", insistió Severus, con una urgencia que crecía en su interior. Se hizo casi insoportable cuando ella-Hermione se inclinó sobre Nathan para apartarle el pelo de la frente y colocó una mano entre los omóplatos de Severus, atrapándolo allí.

"Acabo de despertarme, mamá". La protesta era ahora más bien un gemido.

Todavía incapaz de huir, Severus se vio obligado a sentir a través del peso ardiente de su mano el temblor de la profunda respiración que ella hizo.

"Escucha a tu padre, cariño. Ve a dormir; descansa ahora".

No podía quedarse allí por más tiempo. Severus retrocedió de la cama, obligando a la mano de ella a dejarlo en un camino ardiente de un rayo, esperando que la distancia convirtiera la tormenta eléctrica en un tranquilo cielo de invierno. Respiró lentamente. Sus rasgos ya estaban recuperando su postura gélida.

Granger susurró palabras tranquilizadoras a Nathan, Poppy volvió cargando pociones y la parte posterior de sus piernas llegó a la cama contigua.

Papá.

Simplemente recordar cómo había sonado la palabra como una ráfaga de viento que soplaba contra las nubes oscuras, perturbando su quieto cielo de invierno. No estaba lo suficientemente distante; no estaba lo suficientemente solo. Poppy lo miraba mientras Hermione le susurraba algo por encima de Nathan. Miró la cara de su hijo, confirmando que se había dormido, naturalmente esta vez.

𝙽𝚘 𝚜𝚘́𝚕𝚘 𝚞𝚗 𝙶𝚛𝚊𝚗𝚐𝚎𝚛 || 𝚂𝚎𝚟𝚖𝚒𝚘𝚗𝚎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora