Camino a la autodestrucción.
"Condenamos totalmente al ataque ocurrido en la ciudad de Yokohama, el pueblo comunista manda un apoyo solidario hacia los japoneses y les pedimos que se unan a nuestra causa."
―Lo primero que debes hacer viviendo aquí es aprender ruso ―hablo Fyodor a primera hora de la mañana ―El ruso es fácil de aprender, con esfuerzo y dedicación aprenderás fácil―siguió lanzándole un diccionario japonés-ruso ―Después de haber visto la teoría vamos a la práctica.
―Mira gatito tus golpes se definirían como simples caricias dadas por las garras de un gatito bebé debes aprender a ser un tigre con todas sus letras ―comento Gogól lanzándole un puñetazo ―Vamos a perfeccionar esas técnicas.
La nueva rutina de Atsuhi era levantarse a las seis de la mañana e irse a entrenar con Nikolai hasta caer rendido en ese momento desayunaba algo preparado por Sigma para después pasar toda la tarde en la biblioteca privada de Dostoyevsky donde caía rendido despertado para cenar algo e irse a acostar nuevamente.
Cada día era una tortura hacia él, cuanto más intentaba mantenerse de pie y seguir con su misión siempre parecía imposible seguir con ello. Pero ¿Cuánto tiempo había pasado desde su huida? ¿Una semana? ¿Meses? ¿Años? No lo sabía con exactitud solo sabía que quería volver a lo que alguna vez llamo hogar.
Se cuestionaba la moralidad de sus acciones ayudando a los rusos a escapar de su prisión y refugiándose en una dictadura comunista ¿estaba haciendo el bien o simplemente el mal?
Un día cumpliendo allí dos meses Fyodor lo llevo hasta un pozo a las afueras del gran bosque que protegía su casa en San Petersburgo ―En este pozo es donde los empleados de mi padre me arrojaron... después de matar a mi padre y a mi madre termine matando a dos de ellos gracias a mi habilidad pero me quede ahí siete días ―relato.
―¿Cómo logro salir de ahí?― cuestiono Atsushi.
―Lo escale, mis uñas se rompieron al intentar escalar, mis dedos congelados desprendieron varias partes de mis yemas al sujetarme y al final vi mi mundo nuevamente con mi casa infestada de parásitos los cuales termine matando a todos. ―termino guardando un minuto silencio.
El pozo era de gran tamaño con un diámetro un metro y medio con una profundidad de 20 metros lográndose ver con dificultad el agua con varios restos de hojas y raíces ―¿por qué me cuenta esto? ―pregunto extrañado Atsushi.
―Creí que tenías curiosidad cada persona que viene pregunta por ello inclusive Fukichi el líder de la decadencia pregunto por ello.
Esa noche Atsushi soñó con Kyouka y como estaría viviendo lo sucedido en Yokohama, regañándolo por irse, la culpa siempre era algo que acompañaba al joven, era como su cruz al despertar la sentía, al entrenar y aprender aquel idioma sentía como aplastaba su espalda, en aquella herida que ese hombre dejo.
Y la que dejo en su habilidad, sea lo que le haya inyectado no podía utilizarla, no podía sentir al tigre y eso le genero miedo, miedo en jamás poder usar su habilidad, miedo en no poder salvar Yokohama, miedo de no poder rescatar a Akutawaga.
Diciembre se consideró como una fecha de festejo, una donde familias se reunían y comían hasta caer rendido, por inercia recordó la última navidad con la agencia y ese macarrón blanco que comió al lado del mafioso para después tener aquella propuesta.
Huyamos de Yokohama.
Objetivamente estaba en otro lado que no era la ciudad japonesa pero sin él, sin nadie, con personas que no conocía a lo tal como entablar una conversación de amistad.
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Para ti en doce años en el futuro
FanfictionVive rápido, muere joven, se salvaje y ¡diviértete! Con la muerte de su mentor Atsushi vivira una serie de sucesos a lo largo de los proximos doce años; ¿por qué se murio Dazai? ¿qué planean los jefes de las dos organizaciones más poderosas de Yokoh...