Capítulo 14

207 17 4
                                    

La noche más oscura

Cuatro años, cuatro años desde la muerte de Dazai ¿y cómo habían cambiado las cosas? Probablemente Dazai se hubiese vuelto a suicidar al ver cómo se encontraba la ciudad, tres años desde que Mori Ougai había muerto a manos de Nakahara Chuya y si estuviese actualmente vivo se uniría a Dazai en la muerte por suicidio.

¿Y el presidente? El estaría decepcionado, decepcionado de ver a su ciudad caer ante las fauces de la oscuridad y el como él, un ser tan simple y pequeño no pudo proteger aquella promesa.

Nunca existió una paz, nunca existió un edén en Yokohama solo un nido de víboras naciendo desde lo más oscuro de la ciudad, personas que en su desesperación acudieron a fuerzas que realmente nunca entendieron.

El mundo era muy difícil de comprender se dijo Atsushi vistiéndose aquella madrugada otoñada de octubre ―¿Tan pronto te vas? ―. Indago el azabache recostado en ese mullido sofá recuperando el aliento después de otra noche de sexo ―Mañana tengo trabajo que hacer ―. Fue lo único que contesto el peliblanco acomodándose el pantalón ―No hemos hablado sobre el asunto de hu...

―¡Ni te atrevas a mencionarlo! ―interrumpió el chico alterado, ya hace casi un año desde aquella propuesta rechazada que seguía sacando cada mísera noche esperando a que Atsushi le aceptara su invitación pero siempre llegaban al mismo punto no.

―¡¿Por qué nunca quieres hablar sobre ello?! ―le vocifero en la cara Akutawaga ―¡Cada noche después de hacerlo evades el puto tema como si nunca quisieras hablar sobre ello!

―¡Porque no quiero hablar de eso! ―le contesto el hombre tigre viéndolo directamente a los ojos ―¡Crees que quiero hablar sobre irnos y dejar a medias mis problemas cuando por tu culpa, por tu maldita culpa tengo a un compañero catatónico en un psiquiátrico, que me parto la espalda cada día para poder ganar dinero y así ayudarle y estés tú aquí reclamándome por evadir un tema al cual mi respuesta siempre será no!

―No me estés culpando del estado de tu compañero ―, gruño como un perro el azabache ―¡No me estés culpando de los problemas de tu vida!

―¡¿Entonces de que te culpo?! ―cuestiono el detective con obvio cinismo ―¿¡De la muerte del líder de la mafia!? ¿¡Del estado del nuevo jefe de la mafia!? ¿¡Del seducirme y mantener relaciones sexuales!? ¿O de que te culpo? ―cuestiono con la mirada y boca afilada.

Akutawaga lo sujeto de los hombros tumbándolos al frio y viejo piso manteniéndolo sujetado, observando como el chico solo volteaba su cabeza a la derecha para no verse de frente ―Debería decir... ¿de qué te culpas tú? ―dijo sintiendo como aquel cuerpo ajeno se tensaba ante aquel comentario salido con total burla.―Atsushi... ¿de qué te culpas realmente? ―pregunto el hombre cambiando su actitud a una totalmente seria y diciendo su nombre real, el joven quien intentaba cubrir su rostro con sus blanquecinos mechones de cabello no soporto la tan terrible presión que llevaba cargando desde la muerte de Dazai y se deshizo como un hielo en el fuego ―De todo, ―murmuro el chico llorando ―me culpo de todo ―. confeso llorando a un más fuerte.

En ese momento Ryunosuke no supo que hacer o decir solo se quedó observándole por un buen rato la ropa que estaba a medio poner y aquel rostro que seguía llorando desconsoladamente, él no sabía cómo consolar como su contrario, nunca había sido enseñado para ello, inclusive con Chuya no supo cómo tratarlo y posiblemente todavía seguía en ese estado por su culpa.

Pero en ese momento recordó una pequeña conversación que tuvo con ese hombre que alguna vez amo el señor Dazai.

El dialogo es la mejor forma de entendimiento.

Para ti en doce años en el futuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora