Capítulo 13

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Hola! Sé que no suelo hacer notas en el principio pero esto lo merece, se recomienda discreción ante las situaciones que a continuación se presentaran.

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Mutter!

Si hay algo que quisiese olvidar son aquellos meses solo hacen que mi corazón se encoja de la tristeza de saber que no pude protegerlo.

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―Es una niña ―. dijo Yosano realizando el ultrasonido en su compañero casi hermano quien apretaba la mano de su casi esposo con emoción ―Marie, me prometiste que si era niña me dejarías ponerle ese nombre ―. Alegaba Ranpo de la emoción ahora con su pequeño estomago de cuatro meses.

―Te recetare vitamina c parece que no has dormido en días ―señalo la doctora ante las manchas que inundaban sus parpados inferiores ―Es difícil dormir con Marie pateándome o no dejándome dormir ―.se quejó el detective limpiándose el vientre.

―Se parece a ti Ranpo ―. Hablo Edgar en gesto de burla.

―¡Cállate! ¡La instruiré para ser la segunda mejor detective después de mi obvio!

―¿Algún antojo en particular? ―cuestiono la doctora llenando el informe sin importarle la discusión que tenía la pareja.

―Poe, Poe cocinando, Poe comiendo, Poe limpiando la casa, Poe escribiendo, Poe durmiendo.

―Que no sea Poe.

―La vainilla, desde galletas hasta helados y refrescos la bebé sabe de gustos.

―No te excedas con los azucares e intenta comer cosas más... naturales.

―¿Poe se considera natural?

―Que no sea Poe.

Desde la noticia de la pequeña Marie algo en Ranpo cambio, al parecer le pidió a Kyouka clases de cocina, comenzó a limpiar su casa sin necesitar a Poe, aprendió a conducir (muy mal pero aprendió) e inclusive con su brújula de juguete (un regalo que se logró rescatar del barco) lograba ir a la tienda de la esquina sin perderse.

Su vida era un velero en popa.

La agencia, que no podíamos decir de la agencia en su situación que cada dos minutos recibía mimos en su panza y comida, deliciosa comida preparada por las manos sagradas de la espadachín y chucherías que le compraban los miembros de la agencia en cada caso que resolvían.

Casos fáciles Ranpo no te quiero arriesgar a que te pase algo a ti y al bebé; había alegado una vez Kunikida

Pero si le quitas lo emocionante a los crímenes; replico Edogawa con berrinche.

El día que compraron todos las cosas para arreglar el cuarto de su pequeña se consideró el hombre más feliz en la tierra, con la ayuda de su novio redecoraron un cuarto al lado del suyo pintándolo de un hermoso verde pastel y con una cuna de plástico de un negro y rosa combinados apostando que a la bebé le encantaría.

Y ahora con cinco meses compraba comida para cenar en la noche, su mayoría eran botanas y la otra comida simple como waffles sabor vainilla, tocino, salchichas y por ultimo huevos.

Su última parada era la sección de galletas donde intento por todos los medios bajar su caja favorita, galletas danesas que se encontraban en promoción tres por dos, una chica bastante amable de cabellos negros y lacios acudió a su auxilio proporcionándole las galletas ―¿Ha probado las verdaderas galletas de Dinamarca? ―pregunto la chica pasándole la caja, rozando sus dedos ―No ¿debería? ―dudo el chico pensando en esas galletas.

Para ti en doce años en el futuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora