Capítulo 10

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La decadencia de un imperio.

El imperio más fuerte es ahora un ente débil que merece la muerte como misericordia.

Seremos un imperio de cien años o más.

***

―Las últimas semanas hemos recibidos reportes acerca de múltiples ataques en los túneles subterráneos, nuestros hombres reportan a una bestia de pelaje blanquecino y de gran tamaño abalanzarse hacia varios hombres, devorándolos, la cinta de metraje de las cámaras de seguridad están bastante dañadas como para restaurarla, en total ha habido una baja de treinta hombres se consideran aún más pero es muy difícil si no se cuentan con los cuerpos... enteros.

Kouyou suspiro ante el reporte haciendo una seña para que se retirase el estrés laboral estaba tomando una gran tarea en su labor como líder sustituta.

Un toque a su puerta con el anuncio de un nuevo invitado solo logro hacerla suspirar nuevamente soltando un pase con demasiado cansancio para su sorpresa era su aliado en esta adversidad ―Akutawaga estaba por llamarte ¿te mostraron el reporte sobre los túneles? ―cuestiono.

El chico negó sentándose frente a ella con la diferencia del escritorio que no les pertenecía ―Ha sido una masacre, cuerpos sin identificar, devorados por una bestia de pelaje blanco ―comento.

―¿Bestia? ―indago el chico.

―Eso es lo que los hombres señalan pero ninguno puede recordar detalles aún más que su pelaje ―. Respondió.

―¿Quieres que vaya a investigar?

―No, no esto es algo que el lagarto negro puede contener sin ninguna complicación lo que si sería importante es ver los tratos con algunos ejecutivos de la mafia, este puesto de sustituta temporal me está cansando sin medida ¿y tú?

―...Igual.

Somos las grietas de un imperio que poco a poco se desmorona.

Como era costumbre cada tercer día de la semana Ryunosuke visitaba a su amigo, compañero que veía con un aire familiar esperando no encontrarlo muerto un momento de estos.

Y como era ya normal para él lo encontró en el sillón de su sala abrazando el peluche que a tanto Fumiya le encanto regalo del azabache; con su mirada perdida, sin ninguna lagrima que pudiese ya salir de sus ojos, su piel amarillenta comparado a la de un muerto y un cabello que con tanto esmero y dedicación cuido ahora solo era ramas secas que se caían con o sin tocar.

Olor de alcohol, vómito y suciedad se mantenían en el ambiente y la casa que fue perteneciente al antiguo jefe Mori Ougai ahora era un simple basurero.

Se encontraba vestido con un short amarillo y una camiseta blanca que le quedaba bastante larga sucia y descuidada como todo a su entorno.

―¿Comiste lo que Gin te mando?

El pelirrojo negó refugiándose en el mueble, como una bolita postrada en el sofá que no se quería mover ni despertar si alguna vez cerraba los ojos ―Gin se enojara si se entera que no has comido lo que te mando ―comento yendo a su lado para sentarse y también hacerse bolita a su lado ―No puedo hacer esto solo, ni Kouyou, ni nadie y sé que no puedes salir de este hoyo solo, necesitas ayuda, yo te necesito, la mafia te necesita.

―La mafia merecía un líder más preparado que yo, yo solo estoy aquí llorando por mi hijo ―contesto rompiendo su voz con cada palabra que saliera de su boca ―Yo creo que eres un gran líder y que no te dejare, nunca te deje cuando esperabas a Fumiya, ni cuando este murió y nunca te dejare solo en el mando, nadie te dejara solo.

Para ti en doce años en el futuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora