Capítulo 20

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Continuó trabajando como pudo, impidiéndose a sí mismo pensar demasiado en lo que venía. Pero el inevitable momento llegó, cuando vio a la señora Kim salir del ascensor.

- ¡Oh, Namjoon! - le dijo ella corriendo hacia sus brazos, emocionada. - Gracias, hijo, muchas gracias.

- No ha sido nada, señora Kim, no tiene que agradecérmelo. - respondió él abrazándola con ternura.

- Has sido tan bueno con mi Jinnie, has sido mucho más que un enfermero para él. - Namjoon sonrió, avergonzado, separándose de ella.

- Gracias, señora Kim.

La mujer soltó su mano y caminó hacia la habitación de su hijo y él, con todo el dolor de su alma, se dirigió al ordenador del puesto principal donde el alta de Jin lo esperaba.

- ¿Ya se va? - le preguntó Chaeyeon, con una triste sonrisa, al verlo imprimir el papel. Namjoon asintió con la cabeza sin decir una palabra.

El corazón le latía tan fuerte que le daba miedo que se le pudiera salir del pecho. No estaba preparado para ver a Jin irse, aunque estuviera muy feliz por él, porque no sabía si ese sería el final de la historia.

Quizás el castaño se olvidaba de él cuando volviera a su vida. Quizás le bastara con los amigos que ya tenía, quizás a Yongsun no le parecía bien que fueran amigos.

Había tantas cosas en contra, que no podía evitar sentir un poco de tristeza.

- Me siento muy egoísta ahora mismo. - le dijo a Chaeyeon, que lo miraba en silencio. - Estoy muy feliz porque esté bien, esté sano y pueda irse a casa.

- Te entiendo, Nam. No me tienes que dar explicaciones, yo me sentiría igual. - el rubio asintió con la cabeza gacha. - Incluso a mí me va a resultar raro no verlo, es realmente divertido pasar tiempo con él.

- Creo que es una de las personas más geniales que he conocido en mi vida. - en ese momento, el nombrado apareció frente a ellos, acompañado por su sonriente madre.

- ¿Te dio la doctora mi papel? - le preguntó el chico. Namjoon asintió avergonzado, no sabía si lo había oído.

- Aquí tienes, necesito tu firma en ambas copias. - el castaño agarró el bolígrafo que le tendía y firmó ambos papeles.

- ¿Ya está todo? - preguntó la señora Kim. El enfermero asintió. - Entonces podemos irnos, Jinnie.

- Muchas gracias por todo, Chaeyeon. - le dijo el chico a la enfermera haciéndole una amplia reverencia. La enfermera le sonrió y le devolvió la reverencia.

- Ha sido un placer conocerte, Jin. Aunque ojalá hubiera sido en otra circunstancia. - le respondió ella. - Espero que nos volvamos a ver.

- Lo haremos, lo prometo. - luego el castaño se giró hacia él. - Gracias, de nuevo. - Namjoon negó con la cabeza, de nuevo aguantando las ganas de llorar.

- Deja de darme las gracias por hacer mi trabajo. - le respondió a duras penas con un nudo en la garganta.

- Sabes bien porque te doy las gracias. - el nudo se hizo aún más fuerte, y Namjoon sentía como se ahogaba lentamente con cada palabra del mayor. - Hablamos, ¿vale?

- Por supuesto.

La señora Kim los observaba en silencio, se había quedado unos pasos más atrás para darles un poco de intimidad a los tres chicos.

- Gracias chicos, espero no tener que volver a pisar un hospital. - les dijo a ambos, despidiéndose con una sonrisa, mientras se agarraba del brazo de su madre.

Cúrame [NAMJIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora