Capítulo 31

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Rápidamente Hawk intentó adentrarse en aquella cueva pero esa extraña criatura no se lo permitía.
Posiblemente Rose estaba en riesgo y no  permitiría que le pasara algo malo, después de todo ella hizo lo posible por esconderlo de sus mismos guardias.

— ¡A donde vas!... ¡Vuelve aquí!

Hawk entró a la cueva esquivando los movimientos de esa criatura, afortunadamente estar en las sombras le permitía nuevamente volver a ser un pequeño bicho.

— Sé que esa tal Rose te lanzó un hechizo cambiante... No te escaparás de mi — Respondió el lich en un tono malévolo tratando de buscar con su mirada a Hawk entre la cueva.

Escondido entre algunas rocas y aprovechando que ese sujeto estaba totalmente distraído, comenzó a retroceder en su forma de escorpión para poder adentrarse a la cueva.

El lugar era horrible y tétrico, jamás había visto un lugar tan repugnante como ese.  
Lo único que le preocupaba era buscar a Rose y ayudarla para poder salir de ese lugar.
Cada vez más se adentró, justamente cuando  llegó a lo que parecía ser el final de la cueva pudo lograr ver unas antorchas que iluminaban ese sitio.
Se movió entre las rocas y más adelante pudo ver a Joy, a Travis incluso hasta James; los tres estaban atados con unas largas cadenas que los tenía completamente inmóviles.

Pero su amada hechicera se encontraba dentro de lo que parecía ser una jaula.
Ahora se enojaba él mismo por estar en la situación de ser completamente un bicho, así no podía hacer nada, un total inútil... Eso creía.

Corrió como pudo hasta donde se encontraba Rose, lo bueno de todo esto es que podía entrar entre los fierros viejos de la jaula para poder acercarse a su querida hechicera.

Rose quien permanecía sentada abrazando sus piernas, su mirada melancólica estaba perdida observando el suelo.
Hawk se acercó con sigilo y con sus patitas comenzó a subir por la espalda de la joven hechicera, le costaba un poco porqué mientras avanzaba se perdía entre los largos y sedosos cabellos rubios.

Logró llegar hasta su hombro pero parecía no percatarse de su presencia, no tuvo opción más que soltarle un pellizco en su piel para que se diera cuenta que estaba aquí.

— ¡Auch! — Se quejó la joven hechicera, rápidamente desvió su mirada a su hombro — ¿Hawk? — Susurró asombrada al verlo de nuevo a su lado.

— Hawk, es muy peligroso que estés aquí. El lich tiene planeado entregarte con tus guardias — Le dijo en un tono audible para los dos.

El pequeño escorpión intentó levantar sus pequeñas pinzas como si tratara de decirle algo, ser un bichito tenía sus ventajas y se podía mover a su gusto pero ahora no podía hablar con Rose sobre la reliquia.

— ¡Debes de andar por aquí! — Gritó el lich con la voz ronca, lanzando todo lo que tenía a su paso intentando encontrar a Hawk.

Ante esto Rose no tuvo opción más que guardarlo dentro de su bolsillo de su abrigo y colocó su dedo índice sobre sus labios dándole a entender que no hiciera ruido.

— ¡Rose... ¿Donde está tu hechizo fallido?! — Exclamó el lich acercándose con malicia hasta la jaula donde tenía cautivo a la joven hechicera.

— No lo sé... ¡Tú me atrapaste a mi, no a Hawk! — Le contestó Rose con molestia, regalándole una mirada retadora.

— Bien — Sonrió ladino — Iré nuevamente afuera y lo buscaré... Si no aparece, disfruta de las consecuencias — Después de que el lich mencionó esto, se dio la media vuelta y salió furioso de la cueva.

La joven hechicera dejó escapar un suspiro aliviada, metió su mano a su bolsillo y con sumo cuidado sacó al pequeño escorpión dejándolo en la palma de su mano.

— ¿Y ahora que hacemos? — Susurró desmotivada — No puedo dejar pasar más tiempo, si te dejo así dentro de algunos días quedarás así para siempre.

Hawk bajó sus pinzas en señal de derrota, quizá no podía hablar pero si podía entender la preocupación de Rose.

La joven hechicera levantó la mirada para ver a los demás quienes se mantenían inconscientes rodeado de esas pesadas cadenas.

Luego su mirada cambió cuando se dio cuenta que su varita estaba tirada en el suelo, afortunadamente el lich no se había dado cuenta de ello.

— Hawk tengo una idea — Susurró hablándole al pequeño escorpión levantándolo con su mano para mostrarle lo que necesitaba hacer  — Ahí a la izquierda de Travis... Está mi varita, con mucho cuidado y sobre todo con sigilo la traes por favor.

Rose bajó a Hawk de la palma de su mano y lo dejó en el suelo para que pudiera llevarle su varita.
Ese pequeño bichito  corrió pasando entre aquellos fierros oxidados, salió de la jaula y escondido detrás de las rocas llegó hasta donde se encontraba la varita.
Con ayuda de sus dos pinzitas la tomó con mucho esfuerzo, evidentemente era más grande que él.

Intentó acercarse lo más que pudo a la jaula, fue mucho el esfuerzo que hizo al cargar la varita. La joven hechicera estiró su brazo lo más que pudo para tomar su varita.

A lo lejos nuevamente se escuchaban pasos apresurados, esto alarmó totalmente a Rose, logró tomar su varita y también tomó al pequeño escorpión, justamente a tiempo antes de la llegada del lich.

Rose escondió su varita entre sus prendas y tomó a Hawk entre sus manos para colocarlo nuevamente en su bolsillo, sólo de esta manera lo tendría a salvo.

— ¡Rose... ¿En que convertiste a Hawk?! — Gruñó molesto colocándose de nuevo frente a la jaula mirando a la joven con desdén.

— No te lo diré.

Lentamente y sin que el lich se diera cuenta, Rose llevaba su mano con cautela dentro de su ropa.

— ¿No me dirás? — Cuestionó con malicia, rápidamente extendió su mano justamente donde estaba Travis y los demás; de manera repentina se tornó un aire denso, les lanzó un hechizo convirtiéndolos completamente en piedra.

— ¡No! — Exclamó Rose asustada al ver lo que el lich había hecho.

— Sigues tu Rose... ¿Donde está Hawk?

La joven cerró sus ojos se aseguró de que Hawk aún estuviera en su bolsillo y rápidamente sacó su varita, apuntó directamente al lich y conjuró un hechizo que le permitiera inmovilizarlo.

— Ja, ja, ja ¿Es todo lo que puedes lograr hacer Rose? — Se burló ridiculizando su hechizo, lo había atrapado entre anillos de hielo.

— Mi poder no es lo suficiente para hacerte frente... Pero no dejaré que le hagas daño a Hawk — Contestó Rose dedicándole una mirada retadora. En un movimiento agitó su varita y creó una ligera explosión para poder liberarse de esa jaula.

— Hawk está contigo — Murmuró el lich, estaba por liberarse y atacar a Rose pero en ese momento la joven hechicera lo atrapó en un bloque de hielo.

Eso le daría tiempo de salir por lo menos y escapar, ese bloque no es lo suficientemente fuerte para dejar atrapado al lich.

Rose salió corriendo de ese lugar, sacó a Hawk de su bolsillo y justamente al llegar a la entrada se tropezó.
El pequeño bichito salió volando de sus manos cayendo entre la maleza.
La luz de la luna resplandeció en el pequeño escorpión convirtiendo de nuevo a Hawk.
El movimiento fue repentino que Rose cayó sobre Hawk, ambos terminaron mirándose a los ojos.

— Este... Yo — Rose no terminó de hablar, justo en ese momento Hawk tomó  con suavidad su rostro y depositó un beso en sus labios.

— No pienso dudar más de ti Rose— Murmuró Hawk entre aquel beso tierno que le robó a su querida hechicera...

— Eres todo lo que tengo.

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Corazón Escarlata (Hawk x Rose)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora