Capítulo 38

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Después de aquella pesada noche hablando con Maléfica, Rose regresó a la carpa de sus padres para poder descansar.
Mientras esperaba a Hawk quien había ido al río para poder darse un baño por órdenes de Maléfica, Rose lo esperaba pero a los pocos minutos terminó quedando profundamente dormida entre las frazadas que su madre le dejó listas para que descansara.

Unos momentos después Hawk entró a la carpa, el amanecer no tardaría en llegar y nuevamente volvería a ser ese indefenso bichito.
Al bajar su mirada hasta donde dormía su hermosa hechicera no pudo evitar perderse en la forma pacífica que descansaba.

— Sé que lo lograrás Rose, confío en ti.

Susurró Hawk esperando que su amada hechicera lo escuchara, afortunadamente los padres de Rose no se encontraban dentro de la carpa esto permitió que el joven rey de Caristeas tomara un pequeño espacio entre aquellas frazadas para poder descansar un poco.

Estando tan cerca de aquella joven hechicera el tiempo se detuvo para él, desde que la conoció sintió una conexión inexplicable porqué al tenerla a escasos centímetros de su presencia podía despertar una sensación reconfortante en su interior.

No podía dejar de verla, de admirarla; a pesar de que Rose se encontraba profundamente dormida no perdía ese sutil encanto que desprende, esos labios entre abiertos con un toque brilloso entre ellos fueron como imanes acortando esa distancia.
Poco le importó si el padre de Rose observara lo que estaba a punto de hacer, simplemente se dejó llevar por el momento al sentir rozar sus labios con el contrario.

Un beso sutil donde Hawk dejó ir todo su sentir, uno como jamás lo había hecho con anterioridad con Rose; daría lo que fuera por volver todo a la normalidad para poder tener una relación más formal con su amada hechicera y quizá más adelante ambos gobernando Caristeas y dejando vivir en paz al resto de los hechiceros.

Su sueño se encontraba más allá de la realidad, primero tenían que encontrar aquella reliquia y en seguida Hawk necesitaba deshacerse de sus guardias de una vez por todas.

Lentamente tuvo que romper ese emotivo y dulce beso a causa de la llegada del amanecer, nuevamente se cubrió de una capa destellante en tonos cián y volvió a ser el pequeño bichito que Rose carga en su hombro, Hawk se acomodó en el pecho de su amada hechicera y la acompañó en ese mundo de los sueños.



Clara y Dave caminaban justamente a las orillas del campamento de los hechiceros, la bella dama intentaba calmar a su nervioso esposo después de enterarse que su única y amada hija era la privilegiada por buscar aquella joya codiciada por muchos hechiceros y seres fantásticos que viven en la naturaleza.

— Es mucha responsabilidad para Rose.

Agregó Dave mientras recolectaba algunas frutillas de los arbustos por donde pasaban.

— Tal parece que no te has fijado que nuestro hija ya no es una niña.

— Pronto alcanzará la mayoría de edad, sé que no puedo entrometerme en sus decisiones ni en su vida pero sigo sin confiar en ese tal Hawk.

— ¿Podrías darle una oportunidad al muchacho? — Imploró Clara mirando a su esposo con un toque de dulzura — El chico también ha perdido a su familia y quizá en nuestra Rose encontró su complemento.

Dave estuvo a punto de responderle pero en ese momento se encontraron de frente con uno de los suyos.

— Señor Dave, señora Clara, buenos días.

Se acercó con cautela aquel joven que podía cambiar de forma en rana, sosteniendo un arco y unas flechas en sus manos.

— Oh señor Rana, buen día — Saludó Clara — ¿A donde vas con tanta prisa?

— Necesito buscar a James, me dijo Maléfica que debe de estar en peligro... Cayó en manos del lich y temo porqué le haya causado daño.

En ese momento Dave comenzó a recordar las palabras de su hija, les había mencionado que el lich convirtió en piedra a James y algunos conocidos de ellos, sería mala idea que aquel joven le hiciera frente solo a ese sujeto.

— No podrás hacerlo tu solo, déjame ayudarte.

Dave se acercó a su esposa para poder despedirse de ella, después de todo sentía ese peso por ayudarle con la búsqueda, ellos fueron los que enviaron a James para buscar a Rose.

— Con mucho cuidado — Susurró Clara moviendo su mano en el aire a manera de despedida.

Se quedó unos minutos observando a su esposo y al señor Rana como era conocido por ellos, sin embargo unos gritos que se escuchaban a lo lejos la alertaron.
Rápidamente sacó su varita y comenzó a buscar entre los árboles frondosos y ya maleza de donde provenían esos gritos y quejidos.

No fue hasta que al mover varias ramas en su camino logró encontrarse con un joven casi de la edad como su hijo de cabellos rubios perdió el conocimiento en ese momento cayendo al suelo sin fuerzas.

— Jovencito... Despierta.

Clara se acercó para tomarlo entre sus brazos y tratar de reanimarlo, podía observar que se encontraba muy mal, no parecía como los guardias del castillo que los atacaron sin razón alguna.

— ¡Despierta jovencito! — Exclamó Clara dando ligeras palmadas en el rostro del chico para que reaccionara.

— Ro... Ro... — Titubeó sin fuerzas — Rose...

"Rose" Susurró Clara al ver como aquel chico nuevamente cerraba sus párpados sin fuerza en su cuerpo para despertar.

— Este jovencito adorable conoce a mi Rose, pero ¿Porqué?

Clara guardó su varita y sacó de su pequeño canasto algunas de las frutillas que había cortado recientemente para ofrecerle a ese joven viajero que llamaba con desesperación a su hija.

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Corazón Escarlata (Hawk x Rose)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora