Perdición

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Los días hablaron por si solos, la distancia entre ambos era cada vez más amplia, por más que Harry intentaba acercarse, Louis solo lo evadía, no se permitía sentir nada por el rizado, no se permitía pensarlo o besarlo, aún cuando el rizado lo intentaba muchas veces, Louis quería evitar a toda costa la verdad, Harry era su perdición. Harry lo había hecho caer nuevamente en el oscuro y dulce abismo del amor, y era por eso que decidió evitarlo, salía más temprano, no dándole tiempo al rizado para saludarlo en las mañanas, en la tarde era igual, no hacía contacto visual, evitaba el contacto innecesario y limitaba sus charlas a sus padres y labores de la casa, en las noches cuando el rizado intentaba acercarse el se hacía el dormido, no dándole oportunidad a confundirlo más.

Harry por su parte se sumió en una profunda tristeza, el ojiazul lo evitaba, tras esa noche no lo buscaba, no hizo nada, no le permitía si quiera acercarse, era como una sútil manera de decirle "no te quiero", y eso lo estaba rompiendo por dentro, algunas veces el ojiazul trajo a sus amigos a la casa y solo en esos momentos pudo verlo sonreír, solo espiandolo se percató de que para el ojiazul quizá solo se había tratado de un juego, una venganza, mientras su pecho se estrujaba en las noches y sus ojos derramaban lágrimas añorando aunque sea que le dirijiera una palabra para maldecirlo, Louis era tan frío y las noches se tornaron cada vez más frías, ni siquiera lo consoló cuando hubo una nueva tormenta, solo le dejo una pastilla para dormir junto a un vaso de agua, esa noche realmente se rompió y lo único que pudo hacer fue tomar a escondidas una de sus sudaderas para abrazarla mientras el temor se apoderaba de su cuerpo, lo peor sin embargo vino cuando las notas que le dejaba se acumulaban sobre una pequeña mesa, ninguna fue abierta, ninguna leída, y eso realmente lo estaba rompiendo, sus sentimientos se acumulaban como sus cartas.

Habían pasado los días, el ojiazul volvió y por primera vez en muchos días le dirigió la palabra, lo cual le alegro el corazón porque pensó que podría recuperar lo perdido, pensó que Louis finalmente le daría la oportunidad al menos de acercarse.

-Hoy estuve con tus padres

-Y cómo te fue? Cómo están?

-Afortunadamente ya están sanos, libres de covid-19, los especialistas que contrataste llevan varios días haciendo los respectivos exámenes y ya no hay ningún síntoma

Por un momento sintió felicidad pero luego se percató de lo que el ojiazul quería decir, no, Louis estaba siendo claro mientras su corazón se rompía en pedacitos por lo que eso implicaba.

-No te alegra?

-Ohh qué? Por supuesto

Dijo el ojiverde tratando de ocultar la tristeza que lo embargaba.

-No pareces muy alegre

Dijo el ojiazul actuando desinteresado, aunque era claro lo que quería insinuar, el rizado por su parte respondió neutral

-Estoy muy alegre, ellos finalmente están bien...

-Si...ya puedes volver a casa

Lo que antes era una sútil sugerencia era ahora una clara advertencia, Louis no lo quería más ahí, quería que se alejará, que se marchará, eso le dejaba claro todo, no dijo nada y solo asintió con una falsa sonrisa para subir las escaleras.

Louis no dijo nada, no podía, se estaba conteniendo, no quería arruinarse a sí mismo, Harry por su parte solo se encerró y comenzó a empacar sus maletas, llorando por lo inevitable, realmente pensó que podía recuperar a Louis, pero una cosa era intentarlo y que el ojiazul tomara la decisión de hacer caso omiso a sus actos, a sus intentos por reconquistarlo.

El rizado solo lloraba silenciosamente, sus maletas estaban hechas y aunque muchas preguntas cruzaban por su mente, lo cierto era que el sabía cuándo alejarse, un no era marcado por Louis y no podía hacer nada ante eso, solo alejarse, no podía hacer más que llorar hasta quedarse dormido, mientras el ojizazul se debatía un poco a cerca de lo rudo que había sido al echarlo por segunda vez de su casa.

Solo Aprendí a Vivir Sin TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora