¿Amarte más?

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Si hace unos meses le hubieran dicho que volvería a amar con locura al mismo chico que le rompió el corazón, se hubiera reído, incluso enojado, si le hubieran dicho que esos rizos color chocolate y esos ojos color esmeralda lo iban a cautivar en lugar de asustarlo, se hubiera burlado.

Pero ahora? Ahora no podía más que reírse de sí mismo porque su memoria le estaba fallando y su corazón volvió a caer ante su mejor amigo, Harry era como una rosa, el juro nunca volver a tomarla tras desangrarse con sus espinas, pero cuando el rojo de sus pétalos se reveló bajo la luna, había caído ciegamente ante su belleza, había sido cautivado por la hermosura y la suavidad de sus pétalos, cautivado por su deliciosa fragancia.

Pensó que su voluntad sería más fuerte que los ruidosos latidos de su corazón, imagino que sus rebeldes pensamientos estarían bajo control, siempre guardados o desechados, pero al final siempre vagaban en su mente, siempre necios y renuentes a olvidar esa dulzura, esa ternura, su protección, esa mirada, esos labios, esas palabras...esos recuerdos nocturnos y lujuriosos.

No, no pensó rendirse nuevamente ante Harry, ese Harry arrogante que lo había destrozado de la peor manera, pero quién podría culparlo? Cuando el Harry que volvió no era parecido al que se marchó de su lado. Este Harry era tierno, era dulce y cada día le recordaba lo hermoso que era, cada nota, cada beso, incluso el solo gesto de cocinarle, era un recordatorio de que no era el mismo, de qué a este Harry realmente le importaba.

Su físico también era diferente y claro tras esa noche, le era imposible ignorarlo, ese Harry posesivo, ese Harry con su cuerpo bien marcado, ese cuerpo lleno de tatuajes, ese Harry alto y fuerte que lograba dominarlo tan fácilmente, y eran esa clase de pensamientos los que hacían estragos en su mente, porque si, tras esa noche, no había podido dejar de pensar en las sensaciones del tacto del rizado, de su piel contra la del rizado, el primer día que vio las marcas en su cuello se escandalizó, pero con los días, deseaba tener más de esas marcas moradas y rojas en su cuello, quería lucirlas con orgullo y regodearse de ellas, y tener más, jactarse de Harry, y claro se había descubierto más de una vez pensando en tener a Harry en su oficina y en todos lados dándole caricias indiscretas.

Para Harry, esa noche había significado algo más, estaba emocionado y al mismo tiempo asustado, porque tras esa noche la palabra mío rondaba insistentemente en su mente, le aterraba descubrir que quería a Louis, que lo quería más de lo pensado, le aterraba porque en su pecho había balas perdidas de su amor por Louis, realmente lo quería con él, cuando lo veía parecía que el mundo y el tiempo se detenían, parecía como si todo a su alrededor fuera de fantasía. Estaba tan asustado porque estaba amando a Louis con vehemencia, quería a Louis, no solo deseaba salir con él, deseaba todos los días despertar a su lado, ver su rostro en las mañanas, cuidarlo cuando se enfermara, deseaba darle su vida entera, en pocas palabras anhelaba que Louis estuviera siempre presente en su vida, deseaba construir un futuro a su lado, deseaba que fuera el primero y el último, deseaba que su "4th of July" fuera eterno, deseaba siempre poder mirar a Louis abrazarlo, cobijarlo con sus brazos, apoyarlo, hacerlo reír.

Estaba tan aterrado, porque deseaba que Louis fuera suyo, deseaba besarlo todas las noches, pasar las días y las noches a su lado, deseaba poder admirarlo cada día, en cada etapa de su vida, deseaba sostenerlo y que el lo sostuviera en los malos momentos, deseaba que Louis nunca desapareciera, deseaba que lo sostuviera cerca cuando la vida era mala y cuando era buena, deseaba seguir mirando el cielo en sus ojos, deseaba ver el océano azul en sus zafiros, ya no era solo querer salir, el deseaba con todo su ser a Louis, pero cómo podría hacerlo? Estaba aterrado porque todas sus emociones se desbordaban y el no sabía cómo decírselo a Louis sin aterrarlo y hacerlo huir por lo rápido que quería avanzar, hasta el momento Louis había sido muy independiente y aunque sabía que sentía algo por el, no tenía la certeza de que sus sentimientos eran de la misma magnitud.

Solo Aprendí a Vivir Sin TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora