Sammy ･:*:･✿ Dҽρɾҽʂʂισɳ/ƚƈα [ChanSung]

𝚎𝚗𝚝𝚛𝚎 𝚗𝚘𝚜𝚘𝚝𝚛𝚘𝚜

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Tenía la mente en blanco mientras caminaba de vuelta a casa. Por lo menos era viernes... por lo menos al día siguiente no tendría que volver. Todo el cuerpo le dolía y no caía en la cuenta del por qué no se acostumbraba todavía, si siempre era lo mismo. Aún le sangraba la nariz, goteando el camino, cuando alguien lo alcanzó, tomándole del brazo. Claro que se apartó, asustado. No quería seguir siendo golpeado.

- Jisung - dijo su nombre Chan, sorprendido. No sabría qué resaltar primero, ¿su actitud...? ¿su rostro lastimado...? - ¿Qué te pasó?

- Me caí - mintió porque no quería preocuparlo. - ¿cómo me encontraste?

- No te caíste, dime qué pasó.

- A ti no te debo ninguna explicación.

- No, yo lo sé, pero... ¿te gusta? ¿te hace feliz no pasar más de dos días sin moretones?

- No me importa.

- A mí sí - casi gritó. - A mí me importas, Jisung... cuéntame.

El menor sigue caminando. En serio no le interesa y en serio siente vergüenza de ser visto así. Se pasó la mano por debajo de la nariz, notando que no dejaba de sangrar y que, además, dolía bastante. Tenía ganas de llorar cuando notó los pasos de Chan aún a su lado y su cuerpo dolía por el largo trayecto. No era la primera vez que lo vivía, pero sí la primera vez que sentía que no aguantaría hasta llegar a su casa. Sentía que se caería, se desmayaría o, al menos, comenzaría a vomitar sangre de nuevo.

- Necesitas ir a un hospital - insistió Chan. - No es normal que sigas sangrando.

Jisung se detuvo, sosteniéndose de una de las paredes del edificio por el que pasaban. No por Chan, solo porque ya no podía más. Porque comenzaba a ver puntitos negros a su alrededor y le nublaban la vista. Estaba a punto de caer cuando Chan lo atrajo hacia él, en un abrazo con intensión de resguardarlo. Jisung se quedó quieto, dejando que pasara lo que tuviera que pasar. Se dejó depender de Chan y terminó en su departamento, sin darse apenas cuenta de cómo.

- ¿Ya vas a decirme qué te pasó? - pidió el castaño. Jisung negó. - Está bien, pero te voy a desinfectar - Jisung volvió a negar. - ¿Y por qué?

- No es necesario, solo necesito descansar.

- Déjame ver tus brazos.

- No quiero.

- Todo tiene arreglo, Jisung.

- Yo no.

A Chan en realidad le duele escuchar eso. ¿Cómo puede ayudarlo...? Jisung no quiere que lo haga. Jisung no quiere estar bien, no quiere que lo ayuden, no quiere que lo sanen ni que lo defiendan. A Jisung le da igual y caer en la cuenta de algo así es algo que fragmenta. Fragmenta todas las ideas que tenía de por sí hechas del menor. Nota que no lo ha estado ayudando, sino todo lo contrario: quizá Chan lo ha lastimado más sin darse cuenta. Y si es así entonces lo lamenta, porque no ha tenido cuidado. ¿Debía tener cuidado...? En realidad no lo sabía. No quería quitarle a Jisung su humanidad por algo como eso. Jisung era una persona como cualquier otra (aunque mucho más linda y especial para Chan), no tenía por qué modificar su comportamiento, eso lo haría sentir extraño. Chan sabe que Jisung entiende. Sabe que es inteligente: que comprende que sus actitudes no son malintencionadas, pero igualmente podría haberlo herido y no lo quería así. No quería que se sintiera incómodo, menos nervioso, aunque ponerle las mejillas coloradas era algo de lo que estaba orgulloso.