Sammy ･:*:･✿ Dҽρɾҽʂʂισɳ/ƚƈα [ChanSung]

𝙳𝚎𝚓✩𝚛𝚝𝚎 𝚌✩𝚎𝚛

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- Me pasa que no entiendo al universo y el universo no me entiende a mí - se lamentó Jisung justo a un lado de Chan, en la habitación del menor. - ¿Te ha pasado que podrías irte a cualquier parte del mundo y sabes que no extrañarías absolutamente nada...? - Chan le sonrió. Cuando Jisung divagaba, se sentía tranquilo. Le gustaba escucharlo hablar por horas sobre cosas sin respuestas claras. Le gustaba conocerlo de aquella indefensa manera. - Me estresa mucho quedarme quieto, ¿quieres armar un rompecabezas conmigo la próxima semana?

- ¿Tienes alguno aquí...?

- Bastantes, pero ya los he armado todos. Buscaré uno nuevo para los dos.

- Está bien.

- Podemos ver películas también, y acostarnos en la camita para que te dé mimitos.

Por lo general, estaban en contra de hacer planes. Más que nada porque Jisung cambiaba muy rápido de ánimo: podían planear una salida a caminar, simplemente eso, pero el menor no tendría ganas de levantarse en el momento. Y estaba bien para Chan, en serio estaba de acuerdo en cualquier posible manera de apoyarlo, pero últimamente les surgían demasiadas ideas interesantes que no exigían demasiada energía. Jisung tenía más momentos de euforia recientemente, pero también de completa tristeza. Lloraba mucho, es verdad: cuando se sentía asustado, frustrado o inquieto. Cuando sentía que no servía para nada, cosa que pasaba a menudo.

- ¿Y hoy? - le preguntó con un tono coqueto. Jisung se levantó un poquito del hueco a su lado y lo miró.

- Quiero vomitar - le advirtió.

- ¿Quieres...?

- Sí...

- Entonces ven a mis piernitas - golpeó sus muslos levemente, invitando al menor a sentarse ahí.

- Te pesaré mucho - se sintió avergonzado. Chan sabía que era mentira, así que tiró de su manito para sentarlo ahí.

Jisung intentaba no soltar su cuerpo sobre las piernas de su novio, pero Chan se lo ponía difícil cuando sujetaba su cadera. Le era abrumador pensar que Chan podía ver y sentir todos sus defectos. Estaba asustado cada vez que se sentaba ahí.

No podía pensar en otra cosa... En serio estaba demasiado ansioso.

- Tranquilo, Jisung - le pidió en un susurro cercano. El chico se quejó cuando intentó hacerlo caer en sus piernas, pero Chan no se rindió. - Por favor... - suplicó. Jisung suspiró. Puso sus manos sobre las de Chan, en su cadera, e intentó apartarlas un poco.

- Vamos lento, por favor... - se refirió al simple hecho de estar cerca. De sentirse seguro. Chan asintió, poniendo entonces sus manos en la espalda del menor. Intentó acercarlo con sus caricias, hasta que Jisung cedió a apoyar la cabeza sobre su hombro. Aún sujetaba su cuerpo con las rodillas a los costados del mayor para no dejarse caer. Aún se sostenía del cuerpo de Chan para evitar pesarle.