Sammy ･:*:･✿ Dҽρɾҽʂʂισɳ/ƚƈα [ChanSung]

𝚗✩𝚍✩ 𝚑✩ 𝚌✩𝚖𝚋𝚒✩𝚍𝚘

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"𝚖𝚒 𝚌𝚘𝚛𝚊𝚣𝚘́𝚗 𝚖𝚎 𝚎𝚜𝚝𝚊́ 𝚍𝚎𝚟𝚘𝚛𝚊𝚗𝚍𝚘"

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Se despierta asustado a media madrugada. No sabe ni qué hora es; está agitado y sus manitos tiemblan.

Sammy y Fish están durmiendo a su lado y nota que su celular vibra; quizás eso lo despertó. Lo acerca a su carita con una mano y revisa de lo que se trata: Chan contestó su mensaje horas atrás, pero no le llegaba la notificación porque la señal en aquella habitación no era bastante buena.

Nota que su pulso está acelerado, que hiperventila y quizás suda un poco... Jisung tuvo una pesadilla.

Ahora teme volver a dormir. Teme, además, porque el sueño que tuvo no debería parecerle tan tenebroso, porque se trata de su novio...

En él se encontraba hincado al borde de una cama de mantas blancas, en algo que parecía ser un hotel. Era de día y estaba soleado: las cortinas estaban abiertas. Vestía solo su suéter verde más grande, lleno de pequeños agujeros y manchitas de tinte que el tiempo le dejó, y un bóxer blanco que, incluso si el suéter era gigantesco, se dejaba ver. Y eso, ahora despierto, le parece extraño: porque mostraba así como si nada sus piernitas, y no estaba solo: Chan se encontraba sentado frente a él. Le hablaba de cosas... Quizás no prestó suficiente atención, pero... De pronto las manos de Chan se movían a sus piernas para acariciarlo. Y se ponía nervioso, sí... Muy nervioso. El chico entonces comenzaba a repetir “anda, mi amor” mientras intentaba colar sus manos en su ropa interior, y Jisung solo negaba e intentaba cubrirse, pero Chan conseguía tocarlo... Incluso si Jisung comenzaba a rogar que no lo hiciera.

Ahora llora. Llora porque se siente mal por haber soñado a su novio forzándolo a cositas que jamás haría, o eso quiere creer, incluso si sabe que lo soñó porque es un miedo real que vive a diario, al menos cuando se ven en persona. Quizás es lo que más teme del regreso de Bang Chan, en realidad... Porque Jisung sabe que, si por algún motivo Chan intenta tocarlo, no sabría decirle que no.

Jisung vivió antes una relación que no le gusta recordar. Un día a día de ser tocado sin consentimiento, acostumbrándose a creer que era algo normal: que quizás no lo entendía porque era muy joven, pero las parejas tenían derecho a hacer. Aún no entiende si es así o no, solo sabe que no le gustaba que lo tocaran sin preguntar. Y había llegado a tal punto en el que, incluso si se trataba de un completo extraño, sentía que debía tener total sumisión y dejar que hicieran lo que quisieran con su cuerpo.

Tampoco le gustaba recordar sus días de instituto; sus catorce años, en especial, son lo que más detesta tener en su cabeza.

Recuerda que había un profesor que le daba clases todos los días de la semana. Era un colegio pequeño y en su grado era el único alumno, aunque lo juntaban con un grupo de nivel inferior. Pero era el único con esa materia: historia en inglés. Recuerda que su profesor lo llevaba a un aula apartada para ponerle videos del tema, pero no podía concentrarse. Y un día lo notó: su profesor se sentaba delante de él y se tocaba a sí mismo durante la clase.