Sammy ･:*:･✿ Dҽρɾҽʂʂισɳ/ƚƈα [ChanSung]

𝚜𝚒𝚗 𝚜✩𝚋𝚎𝚛 𝚌𝚘𝚖𝚘 𝚗✩𝚍✩𝚛

- Es la quinta sesión: necesito saber cómo vamos, ¿cómo te has sentido?

Jisung no sabe lo que la mujer quiere escuchar. ¿Quiere saber si lo ha ayudado en algo...? La respuesta es no. No hay nada que hacer, nada que decir o pedir. Jisung no necesita ayuda, no necesita la lástima de nadie y mucho menos un consejo vacío. No le funciona buscar entre emociones la suya, él se siente como un charquito de agua en mitad de la calle: estancado, frío e ignorado por todos porque nadie quiere mojarse en un día tan nublado. Sin embargo Chan era un patito dispuesto a nadar en ese charco.

- Estoy bien con esto - aseguró. No quería decir que preferiría nunca volver porque le parecía grosero y, lo que es más, la psicóloga informaría a sus padres, así que era mejor dejarlo así.

- He pensado que, si vamos bien, sería mejor vernos cada 15 días, ¿te parece bien?

- Es perfecto - asintió. Le producía emoción no tener que verla la siguiente semana.

- ¿Qué cosas buenas puedes resaltar de esta semana?

- Chan me trajo hoy; se quedó en la sala de espera.

- ¿A qué se debe?

- Dormí en su casa.

- Así que su amistad va bien, ¿tuvieron una pijamada?

- Si así quiere llamarlo... - lo dejó al aire, insinuando con su silencio distintos escenarios. Si era sincero, solo quería hacerla enojar, porque estaba enojado. Jisung no estaba pasando el mejor de los días; hace mucho que un día así no se presentaba en su vida.

- ¿Vive sólo?

- Sí.

- ¿Qué edad tiene?

- 18

- Un poco grande para ti.

- Da igual - se quejó entre dientes. - Me hace feliz.

- Si es así, entonces está perfecto.

- ¿Ya no tengo que volver nunca entonces? - preguntó con ilusión, aunque lucía más como un chiste.

- ¿No quieres seguir viniendo? - Jisung fue sincero y negó. - No te podemos obligar, pero sabes que no estás bien.

- ¿Y por qué no?

- Porque te veo, Jisung - el menor decidió dejar de discutir. Seguiría con su acostumbrada sumisión y luego saldría e iría con Chan a donde sea que lo quisiera llevar con tanta insistencia. Jisung seguiría haciendo lo que la gente necesitara de él, daba igual. A la gente le daba igual lo poco que él quería. - ¿Qué sería lo mejor que podría pasarte ahora mismo?

Para Jisung era la pregunta más estúpida del mundo, con una sola respuesta: morir. No se lo diría, claro que no. Jisung no confiaba fácilmente en sus mayores, menos en la gente que suponía ayudarlo. No le diría porque sus planes eran nunca regresar, no que advirtieran a su madre.