8- Consecuencias

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No podía dejar de pensar en Kim Minji.

Me preguntaba qué implicaba exactamente ser la hija de un demonio. Uno sin el equilibrio de un lado ángel. Ella había sido útil y amable conmigo la noche de la fiesta, a su propia manera brutal.

El conocimiento de eso sólo estaba alimentando la ardiente necesidad dentro de mí por saber más. Tenía tantas preguntas. La paciencia es una virtud con la que nunca había tenido un problema hasta ahora. Tenía que mantenerme ocupada. Conseguir un trabajo era lo primero en mi lista de prioridades.
Fui al Paula's Dairy Bar a las afueras de nuestro barrio, caminando a poca distancia, y fui contratada en el acto. Las únicas reglas de la propietaria: Sonreír. ¡Y no dar mi helado gratis! Sí, señora. Podía manejar ambas cosas. Trabajé y traté de mantener mi mente ocupada. Corrí todos los días, a veces dos veces, leí un montón de libros, y pasé mucho tiempo investigando en Internet acerca de los ángeles y los demonios. No tenía ni idea de si todo lo que había leído era cierto o si todo era sólo folklore. 

Pasó un mes, y ahora tenía un par de cientos de dólares ahorrados. Estábamos cada vez más cerca. Pero ninguna cantidad de mantenerme ocupada podría hacerme dejar de pensar en ella. Estaba tan cerca. Estaba segura de que tenía por lo menos algunas de las respuestas a mis preguntas. Pero había hecho una promesa. Mina estaba siendo ella misma con su cautela habitual, pero si Minji intentaba hacerme daño, tendría que hacerlo, ¿no? Ella lo estaba imaginando como algo terrible, pero si la conociera, vería que no es más que solo una niña especial, como yo. Me quedé tocando el teléfono con mi dedo, debatiéndome, y luego lo agarré y marqué.

—¿Hola? —dijo.

—Hola, Dani.

—¡Oye, princesa de las paletas de hielo! Reina de los conos con florituras.

—Lindas alteraciones.

—Muchas gracias. Lo intento. Entonces, ¿qué te pasa?

—En realidad, me preguntaba si, uhm...

—¿Siiiii? —dijo. Me mordí el interior de mi labio.

—¿Está Lascivious tocando en algún momento cercano? —solté. Completo silencio.

—¿Daniel? ¿Hola?

—Lo siento, sólo me desmayé por un segundo.

—Muy gracioso.

—Quieres ver a Minji—bromeó.

Exhalé en el receptor.

—Sí. Lo hago. Quiero hablar con ella. Esto va a sonar realmente aleatorio, pero creo que nuestros padres puedan conocerse.

—¿En serio? Eso es al azar. ¿Cómo lo sabes?

—Sólo algunas de las cosas que dijo cuando hablé con ella, y algunas cosas que he encontrado de otras personas desde entonces. De todos modos, ¿estarán tocando pronto?

—Ellos han estado tocando en sedes en todo el estado y algunas en Alabama. Déjame llamar a algunas personas y te llamo. 

—Gracias.

Colgué y caminé por el apartamento, enderezando las cosas aquí y allá, tratando de pasar el tiempo. No tenía ninguna tarea a desarrollar. Mina y yo siempre hacíamos todo lo que necesitábamos hacer en ese momento. Saqué un plumero y me abrí paso por la casa, sin apenas darme cuenta de lo que toqué con él. Cuando sonó el teléfono, se me cayó el plumero en unestante y salí corriendo.

—¿Hola?

—Oye. No están tocando por aquí hasta dentro de dos semanas, pero conozco su horario de práctica. —Las tendencias de acecho de banda de Dani venían muy bien—. Practican en casa de Minji. Justin dice que hay todo este dulce sistema en el sótano para la banda. De acuerdo con Just, Minji siempre tiene la casa para sí misma.

Sweet Evil || Jiyoo ADAPTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora