15- La gran purga

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Recorrimos las colinas secas y los valles del sur de California, pasando por vecindarios de casas con tejas rojas en los tejados, y con césped recortado. Para la noche estábamos en las fueras deLos Ángeles. Continué revisando el teléfono de Minji  por llamadas del convento, pero no había nada.

—Todavía es temprano —dijo Minji—. Conduzcamos por L.A. o por Hollywood. Estamos lo suficientemente cerca.

—¡Hollywood! —No estaba al día en los cotilleos sobre celebridades, pero sonaba emocionante, y no estaba lista aún para tranquilizarme

Nos estábamos enfocando en el camino cuando me di cuenta de unas letras en una montaña pequeña.

—¡Oh, por Dios, Jiu, mira! ¡El letrero de Hollywood! —Brinqué en mi asiento y apunté a las letras mayúsculas gigantes color blanco que estaban paradas en la montaña. Su cabeza se inclinó, mirándome.

—Me llamaste Jiu.

—Lo siento —dije.

—No, está bien. Así es como me llaman mis amigas.

—¿Tus amigas? —pregunté.

—Sí, lo más cercano que tengo a amigas. Cuatro Neph. Dos que conozco desde la infancia, aunque no estoy particularmente apegada a alguno de ellas. Es más como que estamos todas juntas.

—¿Las conoceré?

—No lo sé. No les voy a contar sobre ti, porque creo que necesitas estar agazapada. Pero eso no significa que ellas no escucharán sobre ti. Los Duques y los demonios son peores que un montón de viejas cotilleando. — Esa era una imagen graciosa.

—¿Cómo son tus amigas?

—Bueno, está Handong, la hija del Duque de la Envidia. Ella vive aquí en una de las playas. Nació en Filipinas. Su trabajo es el mejor, porque todo lo que tiene que hacer es poner en sus manos las últimas cosas materiales y tener una cita con la mujer más hermosa, u hombre. Me he preguntado si tiene un empuje a pecar. Ella es completamente suave. Sóla lo he visto celosa una vez, y se puso feo.

—¿De qué estaba celosa?

—La chica que le gustaba estaba platicando con otro tipo. En todo caso, ella es seguidora  de las emociones. Le gustan todos los deportes extremos. Viaja por el mundo para surfear. Tiene un balance locamente bueno. Y luego están las gemelas, Dami y Gahyeon. —Su voz se volvió un poco agria mientras hablaba de ellas—. Hijas del Duque del Adulterio, Astaroth. Son bailarinas. Pasé buena parte de mi infancia con ellas, compartiendo tutores y estanterías. Ellas todavía viven en Londres. Gahyeon puede ser alegre, pero Dami no ha sido agradable desde hace algún tiempo.

—¿Esperan que ellas rompan matrimonios? —pregunté.

—Apenas cumplieron dieciocho, así que ahora si lo esperan, pero antes trabajaban con otras parejas adolescentes, haciendo que ellos se engañaran. Los Neph deben evitar cometer pecados con los adultos y mantenerse alejados de cualquier centro de atención porque todavía somos menores de edad y debemos evitar cualquier escándalo que pueda afectar a la reputación de nuestros padres entre los humanos. — hizo una pausa, mirando al carril y moviendo mechones de cabello de sus ojos. Su rostro y su tono eran severos cuando continuó—: El padre de las gemelas, Astaroth, tuvo una hija en su vida pasada quien fue atrapada teniendo un affair con un político cuando ella tenía quince años. Astaroth tenía un interés superficial en la política en ese tiempo, y hubo un enorme alboroto. Sus acciones afectaron su posición de influencia, así que él planeó su muerte para que se viera como un suicidio. Luego él dejó su cuerpo y empezó la vida que lleva ahora. Todos pensaron que su corazón se rindió por el estrés.

Sweet Evil || Jiyoo ADAPTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora