Capítulo 5

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El talento se nutre en la soledad; el carácter se forma en las tempestuosas olas del mundo

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El talento se nutre en la soledad; el carácter se forma en las tempestuosas olas del mundo.

- Goethe.

Cuando llegué a la casa de Mycroft ya era muy tarde y no pudimos hablar hasta la mañana siguiente, para contarle lo ocurrido y lo que descubrí sobre ellos.

Por la mañana, en la hora del desayuno. Ambos desayunábamos, mientras le explicaba lo sucedido de ayer en la mansión Moriarty.

- Ya veo, entonces es cierto. - Dejó la taza de té encima de su platillo, mientras seguía escuchándome atentamente.

- Así es. Aparentemente son los tres hermanos James Moriarty, quienes son el Señor del Crimen. Pero, pienso que en realidad quien hace realmente el papel es el hermano mediano, el profesor William James Moriarty.

- Entiendo. - Se mostraba serio y pensativo por lo que le estaba contando. - ¿Algo más? 

-Sí, que Albert pensaba en reclutarme para unirme a su causa.

- Deduzco que les dijiste que no.

- No sólo me negué, sino que además le dije que no estaba de acuerdo con sus métodos pero si en sus ideales.

- Ya veo, eso quiere decir que permanecerás en estado neutral.

- Exacto.

- En eso estamos de acuerdo. Yo tampoco haré nada al respecto sobre los casos relacionados con el Señor del Crimen, siempre y cuando llegue el día en el que Albert revele su rostro oculto por la máscara que lleva y revele sus intenciones. Entonces, decidiré si tomo cartas en el asunto o no. 

Tras terminar de hablar, continuamos con el desayuno. Luego, nos marchamos al trabajo, que estaríamos atareados todo el día. Los días pasaron de manera monótona hasta llegar el día de la dichosa fiesta, que debía ir para "entrar" en contacto con la "sociedad", donde se celebraría en el Buckingham Palace. Si no recuerdo mal, Irene Adler iría en esa fiesta, lo cual me reconforta al ver una cara conocida, además de la de Mycroft.

Me aseé, me puse el vestido que compré con la ayuda de la señorita Adler y Jane me hizo un recogido distinto de la que suelo tener, obviamente seguía teniendo el pelo totalmente recogido, pero con un tocado distinto y con el flequillo apartado a ambos lados. Me maquillé un poco y ya estaba preparada para la dichosa fiesta. Ojalá ocurriera algo interesante.

 Ojalá ocurriera algo interesante

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Luz y OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora