Capítulo 18

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El cobarde solo amenaza cuando está a salvo

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El cobarde solo amenaza cuando está a salvo.

- Goethe.

- ¡Un momento, Sherlock! Milverton es un hombre de negocios que dirige varias sucursales de periódicos importantes. ¿Por qué alguien querría chantajear a Mary... ? - preguntó sorprendido de quien es el chantajista.

- John, Milverton es... - iba a contárselo, pero Sherlock me detuvo, ya que él quería contárselo.

- John, ese hombre tiene un lado oscuro que nadie conoce. Primero obtiene el material de chantaje de su objetivo para luego, exigirle una cantidad exorbitante de dinero, pero como sabrás, él ya tiene dinero más que suficiente, lo que significa que no lo hace para obtener ganancias financieras, es decir, lo hace por el mero placer de ver a alguien sufrir y caer en la ruina en los momentos más importantes de sus vidas; y el chantaje es la mejor manera de lograrlo. - Explicó Sherlock.

- Será desgraciado. - Se repugnó al conocer como es en realidad Milverton. - Pero, ¿cómo estas tan seguro que no es por el dinero?

- Para serte sincero, no es la primera vez que me topo con un caso similar al de Mary. Antes de que tú y (T/N) llegaseis, me ocupé de varios casos que lo involucraban y, para seros sinceros, era un quebradero de cabeza en resolverlos. - Se sentó en su asiento y continuó hablando sobre Milverton.

- ¿Has tratado con Milverton antes? - preguntó sorprendido su amigo.

- Sí.

- Sherlock, ¿por qué no me lo contaste antes? - estaba sorprendida de que Sherlock haya estado involucrado con Milverton antes. Mi pregunta no pasó desapercibida entre el resto, que se encontraban en el salón. Por suerte, Sherlock continuó con su historia para dejar mi pregunta para más tarde.

- En mi último caso que lo involucraba, mi clienta era una joven debutante que estaba a punto de comprometerse con el conde de Dovercourt. Sin embargo, Milverton consiguió una carta de amor, que ella había escrito a un pobre joven de campo de hace mucho tiempo, sus cartas no transmitían nada explícito, pero era suficiente como para romper su compromiso con el conde. Ella me pidió que me reuniera con él para llegar algún acuerdo, pues Milverton le dijo que iba a exponer su carta al conde. Entonces, descubrí algo extraño en su método.

- ¿Extraño? - exclamamos ambos.

- Él conoce de antemano las conexiones y cantidad de dinero de su víctima, él siempre exigirá una cantidad de dinero del que no podrás pagar. No importa cuánto lo intentes, nunca habrá forma de conseguir el dinero que él te pide. Todos los casos a los que me he involucrado han terminado en fracaso.

- ¡¿Cómo?!

- Y, aunque se llegue a un acuerdo. Al final, Milverton nunca recibe ni una sola libra en sus intentos de chantaje.

Luz y OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora