Varios chicos se conocen en peculiares circunstancias y por distintos motivos de la vida, terminan viviendo todos bajo el mismo techo.
Harry. Tops. Louis. Bottom
William " Edward
(Louis) (Ha...
El ambiente en villahermosa se había tornado a festivo pues no solo el cumpleaños de James estaba cerca, sino que además, la nueva pareja compartía su amor libremente por cada uno de los rincones de la casona.
Harry y Louis eran inseparables cuando estaban allí y no dudaban en mostrar su amor delante de todos, aunque sabían que en el fondo, sus hermanos y amigos aunque alegres por ellos, estaban sufriendo por sus distintas historias.
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El músico y el futbolista aprovechaban cada instante libre que sus respectivos trabajos les proporcionaban y vivían su amor apasionadamente y sin miedos pues ya habían vivido escondidos durante demasiado tiempo.
Jay por su parte, estaba bastante ocupada con los preparativos del aniversario su hijo piloto, aunque este no estaba muy por la labor, ya que sus celos lo traían muerto en vida.
Josh sabía que este estaba molesto pero realmente no comprendía muy bien el motivo pues su comandante era bastante reservado y no le decía abiertamente lo que le pasaba.
Sospechaba que era por Ed pero no estaba al cien por cien seguro, aunque le chocaba bastante que fuese así pues ellos eran amigos y compañeros de trabajo, mucho antes de que él llegase a la compañía aérea.
El auxiliar no le podía reprochar nada al piloto pues le estaba enormemente agradecido por su ayuda, ya que no solo le había un maravilloso techo para vivir con todas las comodidades, sino que también le alimentaba para que él pudiese usar todo su sueldo en el tratamiento médico de su madre.
Por ello, este no había querido abusar más de la buena fe de James, por lo que había recurrido al pelirrojo para que lo ayudase con un problema jurídico con la nómina de la compañía, ya que el copiloto se había ofrecido, por tener una hermana abogada.
No le gustaba mucho que este le hablase de amor a cada paso pues el solo lo veía con un amigo pero lo cierto era que no tenía a quien más recurrir para asesorarse sin molestar al mayor con sus problemas.
Además, estos estaban en complicidad para hacerle un regalo al comandante junto con el resto de auxiliares, por lo que no podía decirle nada de todo lo que estaba ocurriendo.
También los días y noches para Niall se estaban complicando pues la presencia de Shawn en la casa, era un completo infierno para el rubio.
Este respiraba aliviado cada nuevo de día de playa que amanecía y entonces se separaban para acudir a sus respectivos puestos de trabajo.
...- Hasta luego, Ni-se despidió ese día el barman tras coger su mochila en la parte de atrás del coche de este.
-Si, hasta luego- habló el monitor soltando un profundo y desolador suspiro.
Lo cierto era que ya había sido realmente duro el estar pensando en Shawn a cada rato, cuando apenas lo conocía de vista pero luego de más de una semana viviendo bajo el mismo techo, viéndolo y teniéndolo tan cerca, le estaba resultando casi imposible.
El barman era un hombre demasiado hermoso y con un carácter realmente adorable, tanto era así que su madre, la cual había estado reacia en un principio a acogerlo, con el pasar de los días lo había empezado a querer como a un hijo.
Todo del moreno le encantaba, tan solo había una cosa que le molestaba de él y esa era que no cesaba de hablar de su ex y eso al monitor lo tenía de los nervios pues lo amaba y quería que ya superase de una vez por todas esa fatídica relación pasada.
Luego de bajarse de su coche también, Niall caminó hasta la barraca y tras saludar a su compañero, cogió su tabla de surf y se fue a la orilla para esperar a los primeros alumnos de la mañana.
Aún le quedaba unos minutos para empezar las clases, así que este aprovechaba cada mañana, el que el mar estuviese despejado de otros surfistas y bañistas y se metía.
Surfear las olas no solo le aportaba un subidón de adrenalina, sino que además le permitía tomar el control de la situación, cosa que en su vida fuera del agua le era totalmente imposible, ya que se sentía incapaz.
Mientras, en el kiosco-bar, Shawn y su compañera ultimaban los detalles para recibir los primeros clientes de la mañana como de costumbre pues necesitaban reponer las bebidas en las neveras, preparar la terraza y de más.
...-Hoy estás muy callado compañero, ¿Qué ocurre?-preguntó la chica tras un tiempo en absoluto silencio.
-Oh nada, estoy bien, solo pensaba.
Esta sonrió incrédula.
-Bueno, ¿y en qué piensas que te tiene tan absorto?.
-No, en nada en particular, en la vida, el dinero, el trabajo...
La chica paró de colocar los vasos limpios en la estantería y miró a este con confusión.
-¿Por qué no me dices claramente que pensabas en Tim?
Este chasqueó la lengua.
-Porque no es cierto.
-Oh venga vamos Shawn, te conozco y sé que sigues pensando en ese malnacido, el cual te robó, te dejó en la calle y no contento con eso te abandonó como un perro.
El barman asintió.
-Si, lo sé, soy un idiota.
La chica se acercó y lo abrazó.
-Oye, sé que estabas muy enamorado de él pero debes mirar al futuro y olvidarte de una vez por todas de ese tipo.
-Pe-Pero no es tan fácil.
Esta sonrió y entonces le señaló hacia la orilla, donde el monitor ya estaba con sus alumnos.
-El destino ha puesto en tu camino a este guapísimo chico, el cual te ha brindado su casa y al cual le gustas mucho.
El barman negó incrédulo.
-Buah pero ¿qué dices?, no creo nada de eso, Niall es un buen amigo y no me ve de ese modo, además le sobran hombres interesantes, deportistas y guapos a su alrededor, ¿Cómo va a fijarse en un don nadie como yo?.
Su compañera soltó un resoplido.
-Estás muy ciego...ese morenazo está loco por ti, creeme y serías un completo idiota si no le correspondes...olvida ya a Tim y mira a ese hombre que tienes delante de una vez por todas.
-Buenas, una cola por favor-escucharon de repente hablar a un cliente tras ellos.
La chica sonrió y acto seguido dio una palmada en el hombro a su compañero.
-Piénsalo, él no te esperará toda la vida.
Dicho esto, la camarera fue a atender al hombre de la barra, mientras que el moreno se quedó mirando hacia la orilla del mar, donde el monitor de surf explicaba a sus alumnos, los mejores trucos para surcar las olas.
