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Tras firmar los papeles y esperar llenos de nervios, un tiempo el cual les pareció eterno, un hermoso día James y Josh recibieron un llamada del centro de adopciones, donde le avisaban que podían ir a recoger a Ronald.

En el tiempo que había transcurrido desde su boda, nada había empañado la felicidad de la pareja pues sus días estaban repletos de trabajo en la empresa y sus noches llenas de pasión y desenfreno.

La pareja se amaban con locura y se devoraban mutuamente cada noche, como si fuera la última, sin embargo sentir tanto amor también les era desquiciante pues deseaban compartirlo con alguien más.

El pequeño de cuatro años, les había robado el corazón desde que lo habían visto y conocido su triste historia, ya que unas semanas atrás, luego de poder visitar el orfanato, este se le había acercado al ex piloto y con los ojos vidriosos le había preguntado si era su papá y si venía a buscarlo.

El pobrecito se había quedado huérfano, ya que sus padres habían muerto en un accidente de coche en el que él milagrosamente se había salvado.

El pequeño era un ángel y por lo tanto, tenían la ilusión de que este llenaría sus vidas de la máxima alegría que jamás podrían sentir.

Tras llegar al lugar y tener una última entrevista con la directora del centro, el pequeño junto con sus cosas, les fue entregado.

Estaban inmediatamente felices pues a partir de ese momento, ya estaban completos y tenían su propia familia.

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(...)

Edward iba por la calle junto a su nuevo representante, ya que en los últimos meses, este había adquirido mucha fama y había tenido que contratar uno.

De repente, este fijó a un hombre de espaldas, quién cerraba la verja de una librería, ya que se le hizo conocido.

El ojiverde se quedó de hielo al verlo girarse y descubrir entonces que no era otro que William, el cual también se sorprendió.

-Ho-Hola, Edward, volvemos a vernos.

El modelo asintió con la cabeza sin mucho afán luego de recuperarse del shock y prosiguió su camino pues no vio oportuno pararse y hablar, luego de semanas sin verse, tras aquel breve e incómodo encuentro que habían tenido.

-Edward, por favor detente y háblame-dijo nuevamente el mayor muy afligido tras él.

El modelo entonces suspiró con pesar, se paró y giró.

-¿Qué quieres?, ¿De qué quieres hablar?

Este se le acercó y lo miró de arriba a abajo sonriendo con tristeza.

-¿Cómo puede ser posible que cada vez que te veo estes más hermoso?

El ojiverde soltó una risa irónica.

57. «Amigos», Larry Stylinson, Ziam, NiallJosh, Niallshawn, Omegaverse TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora