Sweet creature.

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—Chicos ella es Jinni. Una amiga del cielo. —

Serena presentó a la pelirroja emocionada. Mikasa era la más escéptica del grupo, un nuevo ángel en la ecuación, parecía demasiado bueno para ser verdad.

—No mentiste cuando dijiste que tenía amigos lindos. —Jinni comentó divertida. —Pero se ven como unos niños, así que no cruzaremos esa línea. —

—¿Alguien podría ponerme al tanto? — La pelinegra preguntó mientras que un grito proveniente del sótano la interrumpió. Esta vez más fuerte que el anterior. —¿Por qué las caras largas? ¿Dónde están Historia y Eren? ¿Qué está pasando? —

—Se los llevaron. —Armin fue el primero en hablar. La expresión en su rostro era fúnebre. —Ahora somos los villanos, Serena. —

—¿Cómo es que nos encontraron? —

Jean preguntó. Sentía mucha curiosidad por el ángel. Ya la había visto en acción. Gracias a ella, lograron recuperar a Eren. Pero una vez más se les escapó de las manos. El joven sentía que nada les salía bien.

—Serena habló con los árboles. Literalmente. —

Ante la información, el grupo de adolescentes no supo qué decir. Había tanto que desconocían y mucho por conocer.

—¡Lo logramos! —

Hange apareció con una sonrisa. Detrás de ella venía el capitán. Tan pronto como sus ojos conectaron, las palabras sobraron. No había nadie más, la tempestad podría golpear su puerta pero ellos no notarian. Aunque para él, no bastaba solo mirarla, quería abrazarla. Levi la había extrañado tanto y también, temió por su bienestar. No quería estar sin Serena. Y tras días de sofoco, sentía que podía respirar de nuevo.

—Vaya... —Jinni habló rompiendo el momento. —Definidamente no eres lo que esperaba. — La pelinegra lo analizaba de arriba abajo. —¿Qué edad tienes? —

—¿Y tú quién demonios eres? —

La molestia en la voz del capitán era evidente. Serene quería morirse. Quiero que la tierra se la tragara. Jinni podía parecer alguien tímido, pero era curiosa y eso sobrepasaba todo. ¿Qué diablos sucedía? Se preguntaba una y otra vez mientras Levi observaba a la pelirroja con ganas de asesinarla.

—Ella es Jinni. — La pelinegra intervino antes de que esos dos se mataran. —Viene de donde yo vengo y está aquí para ayudarnos en la batalla. —

—¡Otro ángel! — Hange, como siempre, fue la más emocionada y se acercó peligrosamente a Jinni. —¡Dios! ¿Tus alas son distintas a las de Serena? —

—Oye, estás invadiendo mi espacio personal. — La pelirroja la empujó ligeramente. —Mis alas si son distintas a las de Serena. Las de ellas son más grandes e incluso más brillantes. — Se podía ver un destello a través de los lentes de la castaña. —Eres muy pequeño. —

Jinni observó de nuevo a Levi. Serena temía lo peor. La pelirroja no se caracterizaba necesariamente por ser la persona más discreta. Siempre decía lo que estaba en su cerebro, y aunque esa era una cualidad que admiraba, no era momento de decir lo que pensaba frente a la Legión.

—¿Qué fue lo que lograron Hange? —

Serena desvió la conversación. La castaña acomodó sus lentes.

—Sabemos la razón por la cual están tan interesados en Historia. Es la digna heredera del trono. —

La legión estaba en shock. Historia ¿Princesa heredera? Mikasa y Levi se mantenían sin expresión alguna. La pelinegra hizo recuento de las últimas horas, se llevaron a Eren e Historia. Jinni se unió a la batalla y ahora, la rubia era la heredera. Todo se había complicado de manera monumental.

Luz de LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora