Just say yes.

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—El acorazado va a subir. —

Levi informó a su amigo. Erwin Smith tenía una misión suicida en sus manos. Su cerebro trabajaba a mil por hora, mientras sus ojos no reflejaban emoción alguna. Los humanos, de la mano con los guerreros de la luna esperaban órdenes. Serena por otro lado, parecía tener otros planes.

—Junto al titán bestia, se encuentra el titán cuádruple, es inteligente. Hay más de su especie. —

La pelinegra informó al grupo. Cruzó los brazos mientras consideraba las posibilidades. ¿Cómo los sacaría de ahí con vida? La unión entre los titanes y el cielo fue algo que no consideró. Al parecer no fue la única que pensó en alianzas.

—Reiner y Bertholdt quieren a Eren, a Serena la busca su padre. Nuestra prioridad debe ser protegerlos. —

El pedido de Levi, iba envuelto de sus deseos personales. No podría importarle menos la humanidad en ese momento. Ya la había perdido una vez, no estaba dispuesto a vivirlo dos veces.

—Protejan a Eren. Si se lo llevan a Marley está perdido. Le quitaran su poder de titán fundador y morirá. — Serena ya no sonreía. No parloteaba. Incluso su voz era más profunda. —Ellos no me matarán inmediatamente, el Creador me necesita. Incluso si me captura, estoy segura que podré escapar. —

—¡No es momento de hacerte la heroína! —

Alec explotó. Había tenido suficiente. La conocía de años, prácticamente la vio crecer junto a él. Conocía de lo que era capaz.

—No existe tempestad que no pueda vencer, y encuentro alegría en lugares extraños. En caso que algo vaya mal, sobreviviré, está en mi naturaleza. —

—Serena... —Rápidamente, Levi se posó a su lado. Tomó sus manos con delicadeza. El contraste en sus manos era evidente. Era como su amor. Opuesto. Luz y oscuridad. Día y noche. Frío y calor. Cielo y tierra. —Descarta lo que estás pensando. Somos un equipo. Somos uno. —

Parecía más una súplica que una afirmación. Por primera vez desde que inició la misión, ella sonrió. Sonrió recordando cómo es que el destino la llevó hasta sus brazos. Recordando la última vez que la amó dentro de las cuatro paredes de la habitación que compartían. Saboreando los recuerdos de lo que parecía ser una vida diferente.

—¡Se está moviendo! —

Connie irrumpió la atmósfera romántica. Con un simple movimiento del titán bestia, un puñado de sus secuaces corrían en dirección a la entrada. Titanes y ángeles. Peleando hombro con hombro.

—Se acercan varios de dos y tres metros. —

—Primero van a atacar los caballos. Aquellos que podemos volar, no podemos llevar a todos a casa. Nos han rodeado. No podemos escapar del territorio de la muralla María, todo para asegurar la extracción de Eren y mía. —

Erwin prestaba atención a las palabras de Serena. Entendía a donde quería llegar.

—En el mejor de los casos, nos matan de un golpe. — Las palabras del comandante estaban llenas de severidad. —En el peor, cortan el camino y nos quedamos sin suministros. Matan a aquellos que pueden volar y morimos por falta de alimento y agua. Se podrían llevar a Serena y Eren sin necesidad de pelear. —

—Es un final bastante trágico. —Alexa se mantenía desinteresada. —Afortunadamente venimos a ganar. —

—Los titanes más grandes no se mueven, parecen estar funcionando como una especie de jaula. —Armin confabulada con los adultos. —El acorazado está cada vez más cerca. —

Luz de LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora