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𝘜𝘯 𝘮𝘦𝘴 𝘥𝘦𝘴𝘱𝘶𝘦́𝘴.

Nada; eso era lo que tenian los investigadores.

Habian entrevistado a cada persona posible. Los vecinos de otros departamentos, los de otros edificios, familiares de SungHoon, familiares de SuNoo, otros amigos, incluso se habia tenido como posible sospechoso al guardia del edificio, pero nada indicaba que habia sido él.

La noticia habia causado gran impacto en el pais, pues su caso contenia un gran misterio. ¿Qué habia sucedido con Park SungHoon? ¿Como podia ser que la tierra se tragara a alguien así como así? Lo cierto era, que por más que esas cosas impresionaran y llenaran de morbo e impotencia al público, estaba más que claro que eran situaciones habituales... aunque así no se quisiera. Casos donde jamás se encontraba una respuesta, con historias y teorias llenas de huecos y sin un culpable a quién condenar.

La única verdad era que Park SungHoon aún no aparecía, y el caso comenzaba a estancarse en ficheros. La prensa iba olvidando lo sucedido con nuevas noticias, quedando en el camino otro de muchos ejemplos en donde el tiempo pasaba pero la investigación no avanzaba.

Park Jay escuchaba con atención la noticia de que aún los investigadores del caso no encontraban nada nuevo. Una de las pocas notas sobre lo sucedido que habia en la televisión.

Veintidós años, alto, fuerte, recibido hacia unos años de oficial de policía. Aun con muchas esperanzas de ser alguien valiente al que no se les escapara nada, pero era cuestión de tiempo para que esas fantasías se fueran de su inexperta cabeza... o al menos eso pensaba Lee Heeseung, su compañero.

Era tan solo dos años mayor que Park, pero se consideraba alguien que mantenía sus pies en el suelo, haciendo lo que debia hacer y sin salirse de ordenes. Las cosas no eran como en las películas, claro que no. No era un cuento la verdad que poseía la frase; ‘la realidad supera a la ficción’ y eso lo tenia muy en claro.

Hasta poco le habia tocado perder a su antiguo compañero en un tiroteo por un robo a las afueras del centro. La muerte habia pasado por su lado y en solo unos segundos lo habian arrebatado luego de cuatro años de servicio.

El joven Jay era ágil a pesar de ser un novato, y aunque él no era un veterano en el oficio, tenía bien claro que debia ser quien lo mantuviera despierto en casos asi.

— ¿En verdad crees que eso sea cierto? — dijo Jay, apartando su vista de la pantalla. — Se me hace raro que crean que esos niños solo estan jugando.

— Tienen quince. Ya estan en edad de saber lo que esta bien y lo que esta mal. — dijo Heeseung, ordenando unos papeles tras el mostrador. — Quien sabe... quizás y el amigo no esta loco y dice la verdad, aunque también puede que si sea un secuestro, y el chico ni esté en la ciudad ya. En este mundo hay miles de cosas raras y sin explicación.

— ¿Deberían investigar mas?

— No hay nada. Si el mejor detective no pudo sacar ni una pista, menos nosotros. —intento evadir el tema. Lo conocía, sabia por donde estaba queriendo ir.

— Iré a buscar los informes. —camino hacia el área con los ficheros llenos de evidencia e información.

Heeseung negó, sin decirle nada. ¿Cuando iba a entender que no podian hacer nada? Ya no tenia saliva para gastar en su tarea de hacerle entender como eran las cosas. Pero era cuestién de tiempo. Solo debia dejar que chocara con la realidad por su propia cuenta.

Jay regresó con la carpeta que contenia capturas de las cámaras de seguridad, declaraciones de conocidos y de testigos, pero sobre todo el más importante, el de su amigo Kim SuNoo. El aseguraba no haber hecho nada y que toda la culpa la tenia aquel juego del demonio que SungHoon tantas ganas tenía de hacer. Claramente los psicólogos temían por su salud mental, pues... esas cosas eran cientificamente imposible. Nadie podia desaparecer asi como si nada, aunque las grabaciones mostraban lo contrario.

En una bolsa sellada, se encontraba el cuaderno negro que SungHoon habia dejado tirado en medio del ascensor. Solo contenta huellas de él y su amigo. Nada raro, excepto por los dibujos y escritos, dignos de un amante del terror.

Jay uso guantes para hojear el cuaderno, admirando la prolijidad y dedicación que habia en esas hojas.

—Estos niños de hoy... escriben puras tonterías. —dijo Jay, a lo que Heeseung largo una carcajada.

—Uff señor de cincuenta. —se le burló.

EI menor llegó hasta la página marcada, en donde se explicaba con detalle el juego del ascensor. Era tal cual se lograba ver en el video. SungHoon siguiendo cada piso, para luego subir sin apretar botón hasta el diez. Y aunque la cámara ahi dentro lo mostraba saliendo, la que de afuera no tenia nada. ¿Como podia desaparecer con solo cruzar una puerta? 

—Desapareció en un ascensor, ¿No?

— Si. Las cámaras lo muestran entrar, tambien cambiar de piso en piso, pero el problema viene cuando llega al décimo...

— ¿Y no han considerado intentarlo? Quizá y funciona, y nosotros aqui perdiendo el tiempo.

— Es demasiado irreal. Son juegos de invocaciones inventados por fans. ¿Si viste las cámaras?  Salió del ascensor en la cámara de ahi dentro. pero en la cámara del pasillo no se lo ve salir. Da miedo.

—Le funcionó entonces... — pensó — Si ellos no lo van a hacer, entonces lo hacemos nosotros, al menos para salir de duda.

— ¿Hacer qué? Es solo una coincidencia, esas cosas no son posibles.

— Bueno, pero nada perdemos con intentar. Y si nada sucede... pues archivara este caso y ya.

—O sea que... ¿En serio quieres hacer ese juego? Nosotros no estamos en esta investigación. — clavó sus ojos en él, serio.

Jay solo se encogió de hombros, viendo como otros compañeros iban de un lado a otro para evadir la mirada pesada de Heeseung: —Si tu no quieres esta bien, pero yo quiero intentar. —dijo, decidido.

Heeseung solo suspiró, recostandose en su silla para pensar las cosas. ¿Debía dejarlo solo? No. Si le pasaba algo necesitaban de un testigo o de alguien que lo ayudara. Porque aunque lo negara, muy en el fondo también pensaba que podia llegar a funcionar. Después de todo, era lo único que quedaba.

— No, soy tu compañero y te acompañare, pero no entrare a ese ascensor.

— Como quieras. —se levantó de su asiento para sacarle fotocopia a esa pagina en específico. — Mañana por la noche iremos a ese edificio, dice aquí que es mas efectivo a esas horas.

—Bien. Ahora iré a comer algo, no voy a perderme mi almuerzo por tus fantasías. — se levantó de su asiento, viendo como alguien se acercaba al mostrador. Volvió a sentarse. — Luego de atender a esta mujer.

—Yo seguiré investigando sobre estas cosas. Nos vemos más tarde. —dijo Jay, para dejar a Heeseung tranquilo en su trabajo.

Un inexplicable miedo inundó el corazón de Jay mientras caminaba hacia el área de investigación. ¿Y si funcionaba? ¿A donde lo llevaria el portal? ¿Y si el muchacho estaba muerto? Habia jurado proteger a los ciudadanos cuando terminó su entrenamiento y se puso aquel uniforme azul oscuro, y si intentar hacer ese juego para encontrar al joven era necesario, lo iba a hacer con todo el valor que pudiera caber en su cuerpo. Con o sin autorizacion de sus superiores.

Dejando de lado la idea de que podia llegar a ser ridículo, algo en su mente le decia que tenía razón. Debían encontrar a Park SungHoon.

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▣Gracias a la escritora original por permitirme adaptar la historia uwuuwuw 🐰🐯💕

🎴 escape de omelas · jayki  ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora