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-Hay un 90% de probabilidades de que este en las mismas condiciones que JungWon. ¿Qué vas a decir? - preguntó Heeseung, observando a su compañero del lado del copiloto.

-Que soy un amigo cercano y apenas voy regresando de algún otro país. - se quejo por lo poco convincente que sonaba eso. - Yo que sé, ya me voy a inventar algo.

Jay mantenía su vista clavada en la puerta de la casa donde vivían los padres de Niki. Había sido un largo viaje hasta Daegu, pero su bebé valía la pena. Quería saber de él, quería verlo, que le había pasado para llegar a estar en coma.

Si todo se salía de control podía decir que era policía y zafar con eso. Se, siempre funcionaba.

Ambos caminaron hasta el umbral y Heeseung tocó el timbre al notar que de los nervios Jay no dejaba de refregarse las manos. Las tenía algo sudadas, cabe aclarar.

Un hombre mayor abrió la puerta. Tuvo que acomodar sus lentes para poder inspeccionar mejor a los jóvenes frente a él. No los conocia de ningún lado: -Hola. - saludo, dudoso.

-Buenas tardes, ¿aquí vive Nishimura Niki? - preguntó Jay.

- ¿Es alguna clase de broma?

- Señor, yo lo estoy buscando. Soy... un amigo y tenemos mucho tiempo de no vernos. Hoy que he regresado decidi pasar a verlo. El...¿Él esta bien? - fingió no saber la condición del menor.

- ¿De dónde lo conoces?

- Él estaba en un curso de fotografía, de ahí nos conocimos. -dijo Heeseung, recordando lo poco que habían logrado sacar de su Facebook personal. Jay asintió dándole la razón. - Estuvimos de viaje, pero hemos vuelto y por una cosa o la otra no hemos hablado. Y bueno, quisiéramos verlo.

Una mujer, también mayor, se acercó por atrás de su esposo a ver de que se trataba. Hacía rato que lo esperaba con el té listo y nada que llegaba: - ¿Quiénes son?

-Dicen que son amigos de Niki... - contestó, aún con desconfianza.

-Me llamo Park JongSeong, aunque me pueden decir Jay, mucho gusto señora. - se presenté Jay con una sonrisa, pensando en que aquella pareja, probablemente, serían sus futuros suegros.

-Pues lamento decirles que mi hijo no esta aqui. -dijo ella.

- ¿Donde podemos encontrarlo? Es que en verdad somos buenos amigos y quisiéramos volverlo a ver.

La pareja se miró por unos segundos, como preguntándose que hacer, hasta que finalmente los dejaron pasar.

Heeseung y Jay observaron todo con atención. Las paredes eran amarillas y los muebles de una madera oscura creando un bonito contraste, dandole un toque rustico a la casa. Realmente muy acogedor, pero lo que más llamó la atención de Jay, fueron las tiernas fotos de Niki bebé que habían en un mueble. Se veía tan bonito todo pequeño y cachetoncito.

-Hace como un año que esta en coma, ¿no sabían? -dijo la mujer, mientras el hombre iba por el té.

-No, no lo sabia... - mintió Jay. De alguna u otra forma ya se lo esperaba.

-Eso es terrible. No estabamos enterados. - dijo Heeseung, tomando asiento en el sofá floreado.

- ¿Qué le sucedió?

-Lo golpearon entre varios y lo dejaron muy mal. Le fracturaron dos costillas y un brazo. - explicó el padre. - El no le hacía mal a nadie, era muy tranquilo, muy sociable... pero sus compañeros lo molestaban basicamente por ser homosexual. Siempre lo molestaban y llegaron hasta ese punto.

La cara de sorpresa de Jay era totalmente genuina. Se esperaba cualquier cosa menos eso. ¿Osea que su bebé estaba en coma por culpa de unas idiotas homofóbicos? Le daba bronca e impotencia el solo saber que estaba demasiado lejos como para ayudarlo. Estaba indignado.

🎴 escape de omelas · jayki  ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora