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En cuanto se reunieron de nuevo, caminaron rumbo a la casa de JungWon, que era donde Jay se había estado quedando desde el primer dia. Heeseung no había encontrado a los niños, y por un lado eso era bueno, porque podía llamar mucho la atención con su uniforme y armas. Necesitaba un cambio de look radical para encajar en Omelas y no levantar sospechas.

Heeseung no entendía como en un pueblo relativamente pequeño no podía encontrar a dos mocosos. Al final, ambos estaban de acuerdo en que algo no cuadraba en aquel lugar. Hasta daba escalofríos.

—No sabes lo que me pasó cuando fui por mis cosas. —dijo Jay, llevando a Heeseung hasta su dormitorio para prestarle ropa — Seguí a un tipo que le dio de alimentar a algo... algo que tienen encerrado en una especie de sótano. —hablo por lo bajo, por las dudas. — Y estoy dispuesto a saber que es, por eso he traído las llaves. —las sacó de donde las tenia escondidas, agitándolas casi en la cara de su compañero.

— ¿Estas loco? — frunció el ceño, viendo como Jay sacaba unas prendas cualquiera de su placar y se las daba — Eso no nos importa. Agarramos al mocoso y nos vamos.

—Ya me conoces, Heeseung, estos tipos están locos y no me voy de aquí hasta saber que tienen allí abajo. Seguro es algo con vida porque hasta lo alimentan.

— ¿Si estas consciente de como llegamos aquí? Quizás y esto ni es real y tú queriendo averiguar cosas.

—Real o no quiero saber que diablos hay ahí abajo. —lo miró. — No pretendo que me entiendas, de verdad algo ahí abajo me esta llamando y no puedo irme ignorándolo. — llevó una mano a su pecho — Es extraño, pero siento la necesidad de ir...

—Por Dios, ¿y si hay algo que no debes ver?

— ?Estas conmigo en esto o no? — exclamó, algo frustrado de que Heeseung no le entendiera. Bufó al mismo tiempo que él —  De todas formas vamos a terminar largándonos de aquí.

—Lo estoy, claro que lo estoy. Por tu culpa cruce un portal mágico en un ascensor. — comenzó a quitarse el uniforme. — Si salimos vivos de esto me debes un viaje a Disney.

—No te pongas de cursi, se me pega lo gay. Mejor vístete.

Jay se encargó de esconder muy bien las armas de ambos, mientras Heeseung se despojaba de su uniforme de policía para usar aquella ropa ridícula y colorida que a ninguno de los dos le gustaba. El menor ahogó una risa en cuanto vio a Heeseung como si fuera un turista en Hawai, recibiendo una mirada de molestia de parte del mayor.

—Si tuviera mi celular te tomaría una foto y luego la difundiría por toda la jefatura. —dijo Jay. Ganas no le faltaban.

—Callate. — gruñó.

Jay observo por la ventana de su cuarto en cuanto escucho un par de voces conocidas. SungHoon y JungWon iban llegando con un algodón de azúcar cada uno. Mientras ellos siguieran juntos, iban a tener a SungHoon vigilado siempre. De algún u otro modo se las arreglarían para llevárselo.

—No vamos a decir los motivos por los que estas aquí. —dijo Jay. — JungWon correrá a decirle a su papá porque no quiere que SungHoon se vaya y eso no nos conviene. Haremos como si eres uno nuevo en la ciudad.

— ¿El nuevo? — preguntó Heeseung, más perdido que turco en la niebla.

—Ash, tú solo sígueme la corriente. — salió del cuarto, seguido de Heeseung.

Bajaron las escaleras con aire fresco, como si nada pasará, como si todo fuera felicidad, tal y como debía ser en Omelas. Por supuesto los jóvenes nada sospechaban, pero se les hacia raro ver a alguien nuevo en la casa. No sabían quien era.

🎴 escape de omelas · jayki  ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora