Confeso todo lo que había hecho, esperaba la condena máxima, se sentía culpable y estupido, pero los antecedentes de abuso, junto con los registros médicos, comprobaron el infierno por lo que él joven había pasado, la tortura física y psicológica a la que había sido sometido por Sangwoo.
A si que su condena fueron sólo seis meses en un centro psiquiátrico y seis años de libertad condicional, de los cuales tendría que asistir a terapia dos veces por mes.
El detective Yang Seungbae, se recuperó parcialmente de las heridas que el enfrentamiento contra Sangwoo le había provocado, esperaba que ese maldito asesino se pudiera en el infierno.
Siguió con verdadero interés el progreso Yoom Boom, leyó todo el caso, abuso sexual, desde temprana edad, el aspecto físico del joven de veitiun años no era el apropiado para su edad, demaciado delgado y demacrado, parecía un ratoncito asustado de todo movimiento.
La empatía se apoderó de él cuando el doctor que atendía el estado del joven le comentó que el chico comía muy poco y reaccionaba cubriéndose a cualquier toque como si esperara un golpe, tenía talento para cocinar y una voz hermosa al cantar, pero su timidez y bajo autoestima lo inmutaban.
Al salir del psiquiátrico consiguió un trabajo de tiempo completo como acomodador de un supermercado, la paga era mínima pero era lo mejor que pudo conseguir.
El cuarto en el que se instaló, resultó ser otra pocilga en uno de los distritos más conflictivos de la ciudad.
Su vida continuó triste y miserable, se sentía mal por no haber podido cumplir su promesa de quitarse la vida y seguir a Sangwoo al otro mundo, no le quedaba nada ni su abuela, ni su tío y mucho menos su amor por Sangwoo.
En las terapias que había tomado, le abrieron los ojos, el amor no lastima, no golpea, ni tortura, no te hace hacer cosas que no quieres.
Suspiro mientras se recostaba en el viejo colchón que el departamento incluía, las heridas físicas estaban de todo sanada, aún le quedaba una ligera cojera en la pierna izquierda sabía que sería permanente, pues el hecho de no atenderse en un hospital le dejaría secuelas en su cuerpo.
Se levantó sin ganas sintiéndose fuera de sí, se sentía turbulento su cuerpo empezó a temblar, se dirigió al espejo del baño.
Mirandose se sentía peor, era un chiquillo ojeroso, sus ojos eran muy grandes, su cara pálida y demacrada, las lágrimas bajaban por sus mejillas, que importaba estar vivo si no tenía nada, no le importa a nadie, era la peor persona del mundo.
La terapia le había abierto los ojos y la mente sobre todo ahora se daba cuenta, que toda su vida era una mierda.
De un impulso quebró el espejo, con el puño de su mano los cristales estallaron en miles de partículas pequeñas, miró la sangre de sus nudillos goteando hacia el lavabo.
Que importaba estar vivo a quien le importaría quizás encontrarán su cuerpo putrefacto en algunas semanas y quedaría en el olvido.
Tomo un pedazo de cristal y comenzó a cortar la carne de su muñeca, era gracioso no sentía nada, solo ardor.
—¡pero que puta mierda estas haciendo!
Seungbae de un manotazo lo desarmo, lo empujó a fuera del baño haciéndolo caer en el colchón,
Fue un milagro que el policía estuviera vijilandolo esa noche y escuchara el estruendo del vidrio quebrarse adentro de la diminuta habitación del chico, no pensó mucho y forzó su entrada, solo para encontrarlo en ese estado.
Por instinto de protección Boom se arrincono hasta que su espalda tocó la pared.—¡perdón! ¡Lo siento!
Gritaba el niño mientras se cubría el cuerpo con los brazos para protegerse, ese hombre lo aterraba no de la forma en que Sangwoo llegó hacerlo.
—maldición!
ESTÁS LEYENDO
Acechando y Potegiendo
FanfictionY si Boom encontrara a alguien que si lo amara de verdad? , si todos su pecados fueran perdonados? Pero ahora el fuera al que acechan?