Gastronomía del amor

Capítulo 21

Brianna

Mis ojos se empiezan a abrir e inmediatamente volteo a ver el reloj, descanso internamente al darme cuenta de que solo han pasado un par de horas y aún estamos a tiempo para ir a recoger a Rob, Alejandro me tiene atrapada en sus brazos, me quedo ahí mirando su hermoso rostro y ese cabello, esos rulos alborotados que tanto me provocan, paso mis manos por ellos con cuidado de no despertarlo; un suspiro sale de él, se le ve tranquilo y relajado, quien diría que hace poco estaba en su papel de mandón y arrogante, rio para mis adentros y una idea pasa por mi mente...

Me desprendo de su brazo con cuidado y lentamente me subo a horcadas sobre él, siente mi peso, abre y entrecierra los ojos mirándome con su sonrisa y diciendo, ¿qué te traes entre manos nena?, paso mis manos por su abdomen y llego hasta su miembro que está hinchándose con mi tacto, lo aprieto con mi mano y le digo "esto", me traigo entre manos... a lo que me responde continua, no me voy a interponer.

Después de otro satisfactorio momento con Alejandro, me meto a la ducha que ya estoy tarde para ir por mi hermano y como siempre vienen a mi mente todas las cosas que pasan en mi vida, como las cosas de ir tan bien desde el principio fue en declive en cuestión de semanas, como hasta este momento apenas empiezo a sentir tranquilidad, que las cosas ya van acomodándose con Rob regresando a Italia y yo regresando a mi normalidad, es ahora que me doy cuenta que me he pasado mas tiempo metida en líos que realmente lo que vine a hacer a esta ciudad; y lo que más amo en mi vida que es cocinar.

Regresamos al hospital, y ya solo espero que me den el alta para sacar a Rob, por mí en este momento lo llevaría y lo montaría en un avión, desgraciadamente tendré que esperar algunos días hasta que ya este recuperado del todo y no haya ninguna posibilidad de que nuestros padres hagan preguntas

Los días trascurren rápido, todo se empieza a asentar nuevamente, Rob ha regresado a mi ciudad natal y yo he retomado el trabajo en Aria. Las cosas entre Alejandro han estado de lo mejor, nos vemos en el trabajo, y después el viene a mi piso o si no yo voy al suyo, también me he pasado por la cafetería de Jared y hemos estado en contacto, lo único que no cambia en Alejandro son los estados de humor y los celos con los que últimamente se maneja cuando hablamos de Jared, creo que es más su ego de hombre, pero eso yo ya aprendí a manejarlo, sabe que eso no funciona conmigo, así que lo toma o lo deja.

– Te tengo una sorpresa mi rojita.

Dice Alejandro mientras echo mis brazos alrededor de su cuello, él me toma de las nalgas, me levanta y acomoda mis piernas a su alrededor igual a un koala, como últimamente me he dado cuenta que le gusta tenerme.

– ¿Qué es? – digo mirándolo a los ojos.

– Pronto... ya verás...

Varios días después, llega el día de la sorpresa, estoy emocionada, Alejandro me dijo que iremos al corazón de New York, así le llamo yo, ya que hay gente por todos lados, me llevara al famoso Central Park he pasado por ahí, pero nunca había tenido la oportunidad de recorrerlo con calma y bueno también tiene mucho que ver la compañía; sin lugar a dudas es lo que mejora el recorrido, así que este día tiene muy buena pinta.

Alejandro

Llevare a Brianna a Central Park, pasando por el pasillo de la cocina, la escuche hablando de como nunca lo había recorrido, y muchas de las cosas que aún no conoce de Nueva York, esa fue lo que necesite para decidir planear este paseo. Mi rojita esta emocionada, me alegra verla relajada y tranquila.

El clima hoy es perfecto así que saco mi Ducati, será perfecta para movernos ya que el trafico a cualquier hora del día es horrible. La llamo y ella baja, cuando la veo salir del edificio me quedo con la boca abierta, ella viste un pantalón de cuero negro a juego con la chaqueta, me ve y sonríe.