Capítulo 19

88 25 6
                                    

Alejandro

Me encuentro yendo al hospital, la preocupación y ansiedad de no saber que pasa me está afectando, parte del día he intentado sin ningún éxito contactar a mi rojita y entre los pendientes del restaurante ha sido imposible salir mas pronto. Lo único rescatable de este día, es que mi Brianna ya no tiene que lidiar con el imbécil de Maximo, él no es idiota y no iba a tener perdidas así que envió el número de cuenta. La cuenta esta saldada y ya nada lo une a ella.

Camino rápido hacia el cuarto de Rob y al entrar sus ojos me ven con confusión, pero lo veo inquieto, no encuentro el motivo de mi ansiedad. Sin embargo, converso con él.

– ¿Cómo sigues Rob? –digo.

– ¿Cómo me veo? – responde.

– ¡Jodido, hombre, muy jodido!

– ¡Lo estoy! me siento como la mierda. – ambos nos reímos.

Escaneo el cuarto completo, viendo hacia el baño buscando indicios de ella, pero nada...

– ¿Dónde está tu hermana?

– Eso mismo iba a preguntar, salió ya hace rato, y pensé que se iba a ir a encontrar contigo, así que se lo mismo que tú.

– ¿Te dijo a dónde iba?

Joder espero que no haya ido a buscar a Maximo, quería evitar a toda costa que se encontraran, mas si ya había solucionado eso.

– No, solo que regresaba en un momento – trata de moverse en la cama y me acerco ayudándolo a acomodarse –. ¿Podrías ir a buscarla por favor?

No tiene que pedirlo porque ya estoy saliendo de habitación, alcanzo a dar unos pasos cuando la veo venir viene acompañada de alguien, pero lo único que puedo ver son las marcas que pintan su piel, su hermoso cuello esta lastimado con marcas de sangre molida y líneas que indican que alguien la apretó. Corro hacia a ella acunando su cara y la atraigo hacia mi mientras pregunto que le paso. El acompañante carraspea y rompe el momento, se aclara la garganta y me saluda.

– Alejandro, cuanto tiempo...

¿Jared?, ¿Qué carajos hace Jared con mi rojita? Espere encontrarlo en cualquier otro lugar, pero no aquí y mucho menos con Brianna. ¿Ahora va a resultar que también tengo que competir con él por Brianna? Joder no, saca eso de tu cabeza, ella solo me quiere a mi...

– ¿Se conocen? –pregunta Brianna viendo entre él y yo.

– Hemos coincidido en algunas cosas. – respondo seco.

– Y al parecer ustedes también... – digo molesto.

No puedo evitar la bola de celos que se forman en mi estómago, inhalo y exhalo tratando de contenerlos. No me importa por qué el está aquí solo quiero saber que es lo que paso, así que le echo el brazo por los hombros y la arrastro a que me siga.

– Jared un gusto, hasta otra ocasión – digo llevándome a Brianna lo más rápido posible.

Perooo clarooo, esto no podía ser así de fácil. Brianna se para en seco y me mira con una cara que ya aprendí a entender que está un poco molesta (o muy) ante mi proceder. Se suelta de mi y regresa al lado del maldito chef; la sigo para de nuevo ponerme atrás de ella.

– Voy con mi hermano, pero de nuevo ¡muchas gracias otra vez por todo Jared! – dice ella.

– Y de nuevo yo te digo, que no tienes nada que agradecer. Que bueno que estuve ahí para ser tu príncipe salvador. – ambos se ríen y yo bufo.

Gastronomía del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora