Capitulo 3

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Brianna

Estoy en la mesa VIP donde están los amigos de Máximo y quiero morir no puede estar pasando esto, de todos los lugares que creía que me lo pudiera encontrar, me lo fui a encontrar aquí... De todas las posibilidades ¿cuál porcentaje diría que esto sucedería?, ¿casualidad o destino?, mierda eso ya no importa. Aunque pensándolo bien este club es muy exclusivo, está ubicado en la mejor área de la ciudad y no es raro que frecuentes lugares así, con esa pinta que se carga.

Doy un largo respiro y procedemos a las presentaciones.

- ¡ ¡Thiago amigo mío!! - dice mi novio dándose un abrazo. – Mira quiero presentarte a la mujer que ocupa mi mente, ella es Brianna Romanov ¡mi bella novia!

- ¡¡Hola Brianna!! –dice tomándome la mano, claro no la suelta sin antes darme un repaso, y plantándome dos besos en la mejilla –¡hasta que conozco, este hombre me había hablado mucho de ti! – dice.

- Mucho gusto Thiago, máximo también me había hablado de ti, pero nunca habíamos podido coincidir.

Miro a Alejandro y noto la incomodidad en su cara, y lo sé porque yo se me siento igual de incomoda.

- Hermosa mira quiero presentarte también a Alejandro, ¡él es chef nena, igual que tú! – empieza a contarme.

- Si Maximo ya tengo el enorme gusto de conocerlo – digo soltando mi mejor sonrisa, extiendo mi mano. - Él es mi jefe en mi nuevo empleo – le suelto, mientras Alejandro toma mi mano, y siento una sensación extraña en mi cuerpo, como si quemara y yo solo quiero, que me suelte, porque este momento se esta haciendo muy incomodo para los dos, sé que él, lo ha sentido también.

Cuando logramos apartar nuestras manos, Thiago abre los ojos asombrado como si estuviera descubriendo algo, mirando hacia Alejandro y hacia mí, como si el quisiera decir algo, pero lo interrumpe su amigo.

- Si Maximo hoy conocí a Brianna –responde el chef.

- ¡Que genial Alejandro!, ya no tendré que preocuparme por los tipos que quieran coquetear con mi novia – los dos sonríen y yo no me puedo quedarme callada.

- No te preocupes corazón, que yo sola puedo defenderme. - miro a mi jefe con autosuficiencia y el entrecierra los ojos. – pero agradezco tu preocupación. – le suelto y le doy un beso que lo hace temblar.

Termínanos el espectáculo y Thiago nos invita a sentar, por supuesto que Maximo inmediatamente toma su lugar y llevamos una charla bastante agradable, Thiago es un tipo alegre y me hacer reír mucho, no puedo decir lo mismo de Alejandro que tiene puesta su máscara de frialdad. Este hombre, su mirada está causando que algo en mi vientre remolinee... ¡Dios miooo!, ¡¡alerta roja!!, no dejamos de mirarnos, y nadie se percata, ya que los amigos, están hablando enganchados en una plática, que por ahora no me interesa. Alejandro está haciéndome sentir cosas que no debería... ¡¡Deseo!!...

Tengo que acabar esto pronto, si no podría ser muy peligroso para mí, rompo la conexión y me acerco con un pensamiento en mente al oído de Maximo, siento como se tensa y me mira con los ojos hambrientos. Me levanto, y les digo que regreso en un momento, escucho disculparse a mi novio, diciéndoles que tiene que atender algo... claro ¡tiene que atenderme a mí!

Maximo me esta pisando los talones cuando voy en dirección al baño, lo que hace que la piel se me erice, es que noto otra mirada, si esa mirada que me tiene inquieta, esa mirada profunda que pone mil sensaciones en mi piel... la mirada de Alejandro.

Entro al baño y para mi suerte sale un grupo de mujeres para quedarme sola, entra Maximo y me empuja en un reservado, cierra la puerta y me besa apasionadamente, cierro los ojos, y viene a mi mente los ojos y la boca de otra persona, ¡maldita sea Brianna! céntrate, alejo esos pensamientos de mi mente, pero se que ya estoy húmeda. Máximo me toma de las nalgas y sube mi vestido, gruñe al darse cuenta de que no tengo ropa interior y siento su polla dura en mi vientre, Dios amo esta polla. Se pone de rodillas y pone su lengua húmeda en mi centro de placer y yo estoy en mi nube de lujuria, me come el coño con tanta hambre que estoy a punto de llegar pone sus manos en mis pechos, los pellizca, muerde mi botón y yo exploto, me da un orgasmo intenso, mis fluidos resbalan y se levanta, para besarme, pruebo mi sabor y solo hace que quiera más, se desabrocha el pantalón, se baja el bóxer, saca su polla, me voltea y de un empujón me la mete hasta el fondo, gemimos de placer, me dice lo hermosa que estoy, lo caliente que lo pongo, mientras entra y sale con su dura polla, otro orgasmo se empieza a formar, y siento como su polla empieza a hincharse, pone su dedo en mi clítoris y me lleva de nuevo a mi segundo orgasmo, el me sigue después.

Gastronomía del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora