Deleitanate es tu imagen que he consagrado por tanto tiempo que se ha convertido en un anatema dictado por la algarabía del firmamento. Me embaucaron con las promesas del paraíso, pero existía algo colindante a él. He mermado mis páginas con un obituario de tu vestigio. Ojalá de forma prematura me hubiera percatado de que tu paso había concluido. Ningún parpadeo, ningún suspiro, solo su pálida sonrisa; occisa.

ESTÁS LEYENDO
Cutícula
Historia CortaRelatos acumulados y compuestos por la ficción encontrada en el deslumbre cotidiano de mi ciudad.