Las asimetrías en la contancia tonal de su voz acuñaban profundidad en los rectángulos telescópicos de decorados dispares. Láminas de madera resonantes y movidas por la distribución de mi peso, encastrando mi cansancio por coacción de la necesidad. Glaciares sobre mi cobertor, desterrandome de mi cama y obligándome a asentar mi cuerpo compacto sobre el viento que inmigraba improcedente por la entradas estrechas y agrietadas de mi cuarto. Siento el texturizado y la calidad del ropaje que provocaba mis tropiezos en cada visita. Cálido sentimiento aquel con la peculiaridad de solapar las intenciones exteriorizadas y enlucir la tensión de la incertidumbre, llegando a nuestros pulmones como un polizón furtivo que se vale de la lucidez de uno mismo para generar el suspiro que tiene por desenlace un alivio ansiado. Una necesidad expresada en el deseo genuino de escape y estabilidad.

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Cutícula
ContoRelatos acumulados y compuestos por la ficción encontrada en el deslumbre cotidiano de mi ciudad.