I get you the MOON (Adrinette)

【 Capítulo 3 】

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Title: I get you the Moon.

Ship: Adrinette

Genre: AU, Romance, Comedy, Roman Noir, crime

Word count per chapter: 1,100+

Word Count: 40,500+

Rating: NC-17

Chapters: 3/24

Beta: noestribar

Disclaimer: Si fueran míos, esto no sería escrito, sería vídeo :v

Music:Title by Meghan Trainor

✨ Los comentarios, las estrellas y las galletitas me hacen feliz. ✨

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A la mañana siguiente, Adrien se acurrucó cerca de la cómoda calidez a su lado. Frunció el ceño, notando que eso era extraño. De pronto, tuvo miedo de abrir los ojos.

'Dios, ¿qué hice ahora?' Adrien gruñó, agitando los párpados a regañadientes. Su boca se abrió, ligeramente, sorprendido, al ver a Marinette durmiendo en su cama, con sus delgados pero firmes brazos envolviendo su cintura como si su cuerpo fuera algún tipo de almohada. Adrien no sabía si debía sentirse aliviado de que era Marinette, o si sentirse enojado al estar compartiendo una cama con ella. Incluso pensó en patear, literalmente, a Marinette de la cama, pero viendo la pacífica expresión en su rostro, no tuvo el corazón para despertarla.

Aun sintiéndose algo cansado por no dormir bien los últimos dos días, Adrien se movió a una posición más cómoda y volvió a dormir.

—Buen dia, oficial.— Marinette le saludó cuando Adrien por fin despertó, unas cuantas horas después. Adrien miró, con los ojos nublados, por encima la cama los números rojos dejando saber que eran 12:15.

Frotó cansadamente sus ojos.

—Soy Adrien.— el mayor gruñó, ligeramente enfadado por haber despertado. Hoy podía dormir para siempre. La cama estaba cómoda y cálida. —¿Qué haces en mi cama?— preguntó, de súbito recordando que Marinette estaba en la cama con él apenas vestido, como si fuera la cosa más natural del mundo.

—Te cito: 'duerme donde quieras'.— Marinette sentenció. —Pues resulta que la cama es más cómoda que el sofá.— No ayudaba el que el sofá fuera de cuero y el que la sala fuera demasiado fresca en la noche. Pero más nada fue por...

Flashback

''¡Ahh más fuerte!'' ella gimió sin vergüenza alguna. La bonita chica de mezcla de rasgos asiáticos y caucásicos, fue empujada contra el sofá, sobre sus brazos, sus caderas estaban hacia arriba y sus piernas estaban separadas mientras que Adrien la embestía.

—Adrien, por favor,— rogó, empujando sus caderas con necesidad. —¡Rayos, más fuerte!

Fin del flashback

Tembló ante las inquietantes imágenes en su cabeza, Marinette gruñó por dentro. Por muy atractivo que era el oficial, Marinette podía vivir sin saber sobre su vida sexual. Afortunadamente, la cama era segura o sino Marinette habría dormido en el suelo para evitar el porno barato que se reprodujo en su mente cuando tocó el profanado sofá.

—¿Hoy es tu día libre, o los policías siempre duermen hasta tarde?— rápidamente cambió de tema. Marinette estaba sorprendida de que el oficial durmiera tanto. Ella siempre había pensado que los policías trabajaban mucho y dormían poco.

—A menos que me llamen por algún bendita razón, lo cual pasa mucho muy seguido, hoy es mi día libre.— Adrien explicó pero tan pronto como terminó su oración, su celular sonó en la mesa de noche. Gruñó. —...era mi día libre.— Musitó enojado, poniéndose de pie para ir a la ducha.

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—Menuda mierda,— Adrien gruñó enojado, empujando la pala en la dura superficie para ventilar algo de su frustración reprimida. Claro, el sospechoso tuvo que esconder el cuchillo que había usado para apuñalar a la víctima, en un campo bastante sucio y lleno de hierbas silvestres. Así era como los criminales escondían sus pruebas, ¿y quién tenía que desenterrarlas? Pues ellos.

Adrien juró que dispararía a ese bastardo en ambas rótulas y lo dejaría desangrarse hasta morir si les había mentido y regresaban a la estación con las manos vacías.

—No puedo creer que te hayas llevado a la zorra.— Alya gruñó, cavando más fuerte con su pala, la cual estaba por romperse debido al abuso. No era como si Alya fuera a quejarse si se rompía. Si no había palas significaba que no escavarían en este miserable verano con su camisa adhiriéndose incómodamente a su piel debido a sudor.

—Ella no es una maldita zorra.— Adrien repitió por centésima vez en ese día. Alya sabía cómo guardar el estúpido rencor. Solo porque la menor no había tenido problemas en dormir en la misma cama que él, no significaba que iba por ahí acostándose con hombres por dinero.

—No, es una drogadicta.— Su compañero corrigió secándose el sudor de la frente con la toalla que tenía en el cuello. Lucía algo extraño ya que incluso Nino estaba usando su camisa con el cuello abierto y sus mangas alzadas, sus pantalones de trabajo, y una toalla en el cuello, su blazer había sido olvidado en algún lugar del campo. En tanto recogiera su blazer antes de irse, Nino no tenía problema en estar en una zanja, siempre y cuando no estuviera usándolo en un clima alto y con 73% de humedad.

—¡Está limpia!— Adrien gruñó entre dientes. Nino fijó su investigación en encontrar de dónde habían salido las drogas y había empezado a investigar las bandas locales y bratvas para encontrar la prueba que necesitaban para arrestar a Marinette. Aunque aún pensaba que arrestar a Marinette por posesión de drogas, no ayudaría con el caso del asesinato de Claude Delacour, pero suponía que podía solucionar ese lío a su manera.

—¿Qué pasó con inocente hasta que se pruebe lo contrario?— preguntó, sus ojos de inmediato se abrieron cuando escuchó un seco sonido de metal. Se arrodilló en la tierra y cavó con sus manos con guantes. Al final, Adrien decidió sentarse tras encontrar el cuchillo, el cual estaba cubierto de tierra y ligeros rastros de sangre seca. Los demás cayeron al suelo en cuanto Adrien alzó el cuchillo, cansado y casi sin vida por estar bajo el implacable sol. El verano en Francia era literalmente el infierno.

—En Francia es más como que es culpable hasta que se pruebe lo contrario.— Alya corrigió. Bebió sedientamente de su botella, la cual se sentía como encontrar un oasis después de caminar un año por el desierto sin ni una gota de agua.

—Sí, bueno, mi prioridad es dar con el verdadero culpable, no con el primer sospechoso en potencia. La prensa puede besarme el trasero.— Adrien bufó enojado. Odiaba que la policía estuviera presionada constantemente para resolver crímenes tan pronto como eran reportados, como si eso fuera fácil. Pero no era así. Y Adrien por primera vez encontraría una salida para responder a las exigencias públicas. Él era un policía, no un jodido político.