Llámame Papi 3 - Jenlisa

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("Nota de la autora Este Capítulo está muy fuera de tiempo. Se supone que Jennie tiene 4 meses de embarazo, pero hoy también es el cumpleaños de Lisa)

Mi alarma sonó a las seis y media de la mañana. Me levanté de inmediato e inmediatamente lo apagué antes de que Lisa fuera despertada también. La miré en busca de cualquier signo de movimiento, pero ella simplemente rodó sobre su costado. Quería despertarla con un beso de buenos días, pero tenía que asegurarme de que despertarla fuera lo último que haría en este momento. Salí de la cama lentamente, suspirando de cansancio mientras ponía mi mano sobre mi estómago ligeramente hinchado. No pude hacer ningún sonido porque hoy tengo una sorpresa de cumpleaños.

Lisa tenía treinta y seis hoy. Bajé las escaleras muy despacio, intentando con todas mis fuerzas no hacer un solo sonido. Caminé cansadamente hacia la cocina y abrí la puerta del refrigerador, dejando escapar un leve bostezo mientras sacaba el pastel de cumpleaños escondido. Eran las seis y media de la mañana, pero nunca era demasiado tarde para el pastel.

Llevé el pastel relleno de tiramisú y cuidadosamente subí las escaleras, pero me dirigí a la habitación de Sydney. La desperté en silencio y ella voluntariamente saltó de su acogedora cama de princesa.

–¿Ahora qué? – Sydney preguntó con curiosidad.

–Uh– miré a la puerta. –Vamos a despertar a Oscar, encender las velas y cantarle feliz cumpleaños a mami. –Puse el pastel sobre el escritorio de Sydney y corrí a la habitación temática de los superhéroes de Oscar.

Estaba a punto de tocarle el hombro, pero se despertó más rápido que un latido.

–El cumpleaños de mami– Se habló a sí mismo y corrió directamente donde Sydney.

Encendimos las treinta y seis velas y nos callamos mientras nos arrastramos por el rellano, acercándonos cada vez más al mío y al cuarto de Lisa.

Entramos y los niños inmediatamente comenzaron a gritar la canción de feliz cumpleaños, que la despertó lo suficientemente rápido.

Ella gimió cuando dos pequeñas figuras saltaron a su lado sobre el colchón y lo atacaron con abrazados. Media dormida, Lisa se sentó confundida, pero aun así logró complacer a sus hijos con una sonrisa de agradecimiento. Sus ojos se abrieron ligeramente cuando puse el pastel en su regazo con cuidado, y agarró el costado de Sydney y las cabezas de Oscar.

–Juntos, ¿de acuerdo? –Susurró, y con eso todos apagaron las treinta y seis velas con un fuerte resoplido.

Sonreí para mis adentros cuando me acerqué a ellos, inclinándome y besando su mejilla con hoyuelos.

–Feliz cumpleaños.

–Gracias, cariño– bostezó y movió el pastel a su mesita de noche.

–Hm, necesitamos prepararlos para la escuela. Y necesito prepararme para el trabajo. –Puse los ojos en blanco cuando su primer pensamiento para el día fue el trabajo.

Yo debería haber sabido.

–No tenemos que irnos de inmediato. ¿No quieres comer tu pastel? – Se lamió el labio inferior, pero sacudió la cabeza con las cejas fruncidas.

–Quizás más tarde. – Me quedé en silencio mientras Lisa se levantaba para tomar una ducha, dejando a su familia en la cama.

–No parece feliz.

–Es una adicta al trabajo– suspiré. –Se relajará cuando llegue a casa esta noche. No hay nada mejor que una agradable fiesta sorpresa, ¿verdad?

–Pero Jen, eres mala en cosas así. – Oscar me miró con cautela.

–Estoy de acuerdo–contestó Sydney. –Lo haces demasiado obvio. – Me reí, aunque me sentí bastante ofendida por sus puntos de vista.