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–Mierda– me desperté esta mañana, saltando instantáneamente de miedo mientras me agarraba el pecho. –Los niños. – Anoche tuve una terrible pesadilla de que algo me los quitó, casi insidiosamente.

Mi frágil corazón comenzó a latir violentamente mientras entraba rápidamente en la habitación de Ella, mis ojos espantosos ahora se desvanecían cuando se suavizaron al verla suavemente mientras ella dormitaba pacíficamente. Hundí mis dedos en su frente templada, suspiré tranquilamente aliviada mientras le cepillaba unos mechones cortos de su cabello castaño claro que sobresalía un poco.

–Eres tan amada–Susurré dulcemente con una sonrisa estrecha, besándola y saliendo de su habitación con cautela. Revisé Sydney y Oscar, y ellos también estaban durmiendo. Todo estaba en mi cabeza, solo estaba paranoica. Me quedé despierta el resto de las primeras horas de la mañana y me di una ducha pensativa, amando la sensación del agua caliente golpeando mi piel suave como si fuera un consuelo para mí. Salí y me sequé el cabello con una toalla antes de ponerlo en un moño húmedo y ponerme mi sudadera con capucha. Me puse mis zapatillas deportivas y tomé la correa de Kuma. Vino corriendo hacia mí cuando entré en la cocina para llenar su tazón con comida seca para perros, que se comió al instante. Lo llevé al parque, donde siempre estaba vacío a las seis de la mañana.

Como parte de la rutina, me detuve por gasolina en el camino a casa y compré un par de bebidas energéticas para mantenerme despierta durante todo el día. Cuando volví, mi cabello estaba seco, así que dejé que se me cayera naturalmente, siempre estaba rizado cuando se secaba sin usar calor. Me vestí con mi falda rosa salmón, camiseta sin mangas blanca y un blazer blanco ajustado.

Contorneé mi cara ligeramente con mi maquillaje natural de la piel, terminando con mi maquillaje de ojos normal y un lápiz labial rosa claro. Me subí al colchón, inclinándome suavemente y besando su mejilla en los buenos días.

–Lili, bebé, son las siete y media. Necesitas despertar a Ella y darle la botella que puse a tu lado. No ha tomado nada en mucho tiempo y no quiero que la dejes dormir. Por favor, solo asegúrate de que beba algo, me preocupa que no tenga suficiente leche

–Espera, ¿quién eres? ¿Dónde estoy?

–No esto otra vez–murmuré indecentemente y sacudí sus hombros.

–Es Jennie Ruby Jane Kim, tu novia de ... casi dos años con una bebé de casi cinco meses que necesita alimentarse. Vendrás en unos minutos, camina un poco–Se quejó en voz baja y rápidamente me levanté de la cama para dejarla ponerse de pie.

Soltó un bostezo drástico, murmurando palabras para sí mismo mientras intentaba caminar solo. Me quedé quieta, mirándola encontrar su ser interior antes de que finalmente abriera los ojos.

–Buenos días cariño. – Exhaló mientras me miraba con una pequeña sonrisa.

Levanté la botella y caminé hacia ella con otro beso en la mejilla.

–Buenos días, nuestra hija te necesita– Golpeé su trasero cuando salía como un comienzo del día, haciendo que me mirara con una sonrisa en su rostro.

Pero justo cuando estaba a punto de irse, recordé algo.

–Y tan pronto como termines, ¡despierta a los gemelos!

Corrí escaleras abajo e inmediatamente puse pan en la tostadora para el desayuno de todos. También toste los bagels de Lisa y saqué su salmón ahumado y queso crema. Preparé su desayuno y seguí con los gemelos. A Sydney le gustaba la mermelada en su tostada y Oscar solo quería mantequilla.

Lisa entró veinticinco minutos después de despertarla, luciendo tan impecable como siempre. Su traje tenía un poco de color hoy ya que su camisa era rojo oscuro pero su traje y corbata eran negro azabache. Llevaba a Ella suavemente, toda vestida con un lindo vestido y zapatos de lana y todo.

Llámame Papi 3 - JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora