Capítulo 1

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Yo ya estaba lista y las maletas ya estaban en el auto de la mamá de Prisci, lo único que faltaba era despedirme de mis padres.

- Te cuidas Isa, no entres muy profundo al mar, que te diviertas - dice mi padre prestando más atención a su móvil que a mi

- Todo lo que dijo tu padre, no eres muy buena esquivando las olas altas - añade mi madre - y no olvides usar bloqueador solar

- Ay ma ... los voy a extrañar - les doy una brazo y salgo por las mismas

Puse el envase de bloqueador solar en mi bolsita en donde también tenía una libreta para anotar todo lo que me llamase la atención y sirviera como una clase de inspiración.

De repente recordé algo que me ha estado pasando en estas tres últimas semanas, era extraño aunque seguramente era por la emoción del viaje.

Llegamos hasta la estación en donde ya se encontraba Lucia. Nos saludamos con una abrazo y entramos en el tren que nos llevaría hasta Málaga.

- Has venido todo el camino pensando en algo - suelta Prisci cuando nos sentamos en nuestros lugares

- He tenido un sueño recurrente, literalmente he soñado con eso todo el tiempo durante casi un mes

- ¿Y de qué es ese sueño?

- Bueno, estábamos en el teatro romano, se que es ese lugar porque lo busque en internet, nos separamos un momento y lo vi ...

- ¿A quién?

- A él - digo haciendo énfasis en "EL" - era de otro mundo, tenía una sonrisa, unos ojos y una boca. Y cada vez que me despertaba sentía ... no lo se.Es extraño, siento que si lo encuentro tal vez encontraría al amor de mi vida

- Te ... te ... - empieza a reírse - ¿Te enamoraste de un sueño?

- No te rías, a muchas personas les pasa eso, tal vez significa algo

- Claro que significa algo - afirmó - que te estas volviendo completamente loca

Voltee mis ojos y saque mis audífonos del bolso. Era un viaje de un poco mas de tres horas por lo que quería disfrutar de la música y la vista.

La mamá de Prisci, los padres de Lucia y los míos habían acordado alquilar una casa de campo que se encontraba cerca de la plata,nos quedaba a tan solo diez minutos de la estación.

Era una casa de dos plantas, en la planta inferior estaba la cocina, un comedor, la sala y la que sería la habitación de la mamá de Priscila. Arriba había una habitación lo suficientemente grande como para que podamos compartirla las tres juntas

- Bien chicas, acomódense, yo iré a avisarles a sus padres que ya llegamos

- Gracias mamá - grita Prisci y cierra la puerta

- Bien, he planeado esto tanto tiempo - suelta Lucía - y no quiero escuchar un ¿Estás loca? como respuesta. Prisci siempre nos dice que su madre se va a dormir a eso de las diez y media de la noche - mi amiga asiente confundida - Entonces, yo conoci a alguien la ultima vez que vine aquí, nos encontraremos con ella fuera de la casa e iremos a visitar el lugar

- Eso es un poco arriesgado - digo yo, pero noto la emoción en sus ojos - pero lo haré

- Cuenta conmigo - dice Prisci y las tres chocamos las manos


Creo que la pasión por las aventuras es lo que más nos conecta, siempre hemos de arriesgarnos a lo que el destino nos proponga en el camino. Recuerdo que cuando teníamos doce años escapamos de nuestro curso de pintura y conocimos a un grupo de chicos que estaban haciendo graffiti afuera de la casa de la maestra que enseñaba geografía a los del último año ¿Adivinen quienes fueron suspendidos por tres días del colegio? A pesar de eso,no me arrepiento de nada.

Existen pocas veces en las que me he arrepentido de algo que he hecho. Una de esas veces fue empezar a morder las uñas, ya no lo hago más pero se me hace un vicio muy desagradable. Y la otra es el hecho de no esforzarme ayer para hacer un poema decente y así hubiese evitado tener deberes en vacaciones.

Rubí, la mamá de Priscila nos preparó camarones apanados para comer. Después de eso dijimos que también estábamos cansadas pero en realidad, como era de esperarse, solo subimos a arreglarnos

Me puse un short jean, una blusa de tirantes, una chaqueta jean y mis tenis blancos; recogí mi cabello en una trenza y espere a que las chicas estuvieran listas.

Cuando las tres ya estábamos completamente arregladas, Prisci bajó a ver si su mamá estaba durmiendo, y efectivamente era así. Nos indicó para que bajáramos y lo hicimos de inmediato. Fue el minuto  más arriesgado de mi vida.

- ¿Y ahora qué? - pregunto a Lucia y ella empieza a mirar hacia un lado

- Ahí está - señala un auto gris - ¡Hola Vale! - grita mi amiga y nos indica que la sigamos - Mira, ellas son Isabella y Priscila, chicas ella es Valeria


Valeria es una chica rubia, un tanto más alta que yo. Si me preguntan qué edad le daba tal vez podría decir que unos 20 o 21 años.

- Te había extrañado tanto - suelta Valeria abrazando a Lu - Y wow, son guapísimas, que gusto poder conocerlas.

Subimos al auto de Valeria y escuchamos música hasta llegar al destino que la amiga de Lucía nos tenía preparado. Dijo que no iríamos muy lejos porque en la playa estaba apunto de haber una guitarreada y sería una buena bienvenida

- Te imaginas que aqui esta tu chico de ensueño - susurra Prisci

- Eso sería muy cliché ¿Verdad? Además hay millones de personas aquí y justamente ...no, sería muy loco


Valeria estaciono el auto y pudimos ver al grupo de chicos y la fogata. Se escuchaba como cantaban Wild horses mientras los otros acompañaban con las palmas y la guitarra.

- Aun no entiendo como han hecho para escaparse - sonríe Valeria

- No fue tan difícil - decimos las tres

Valeria nos aconseja que dejemos nuestros zapatos en un tronco con el resto de los zapatos. Llegamos y todos saludaron a Valeria y a Lucia. Como un acto de reflejo mi mirada empezó a buscar al chico de mis sueños. Literalmente, al chico de mis sueños.

No estaba

¿Dónde estabas?

Dejamos la fogata una hora después y empezaron a zambullirse en el mar. Ahora entiendo el porqué de dejar los zapatos en otro lugar.

- No lo tomen personal si alguien los empuja, siempre juegan así

No hacía frío, entonces decidí entrar por mi misma mientras que a Prisci la cargaron algunos chicos.

Encuéntrame en las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora