Encuéntrame en las estrellas

Capítulo 21

Entramos en su auto después de haber corrido prácticamente en medio de todos. Aun sostenía la mano de Max ya que tuvo que entrar por la puerta del copiloto porque otro auto impedía la entrada por su puerta.

No me había dado cuenta de todo lo que lo había extrañado hasta que lo tuve cerca. La bocina del auto sonó cuando Max cayó sobre el volante antes de acomodarse. Me guarde una risa cuando Max me advirtió con la mirada de que no lo hiciera.

El único que estaba cerca de ahí era Romeo, se asusto cuando el ruido del auto apareció de repente y me saludo con una mano de manera eufórica. El pobre se veía mareado.

- ¿Qué tienes en mente Max? - lo mire de reojo

- No deberias preguntarselo - sonríe

- A veces me das miedo - miro por la ventana - pero me gusta

- ¿El miedo o yo ? - me dijo sonriente

Solamente le sonreí y Max arrancó.

Que cobarde que eres

Tu callate.

Como era costumbre, Max puso musica a alto volumen, bueno ... eso pudiese ser alto para cualquiera menos para él y ahora, también para mi.

- ¿Crema o chocolate? - me pregunto el chico detrás del mostrador

- Crema con chispas de chocolate - sonreí y Max me quedo mirando

- Nunca pensé que preferirías eso antes que chocolate solamente - sonrió - Yo quiero uno de ... maracuyá

- Y eso no me sorprende a mi - dije mirándolo

- Sabes mucho de mi Sofia - bromeó

- Prefería bajita - digo sinceramente

- Sofia es un nombre bonito - dijo

- Si, pero prefiero Isabella o en tu caso bajita

- Entonces seras bajita - afirmó y tomó nuestros helados

A veces llegaba a pensar que las calles de Barcelona eran mas movidas en la noche que en el dia. Era eso, o yo era la que prefería la noche antes que el dia. Irónico para alguien a quien también le da miedo la oscuridad, o sea puedo estar sola por unos minutos pero después empiezo a preocuparme. No se que puede salir de algún lugar que no puedo ver.

- Me doy cuenta que no tengo ningún apodo para ti - dije tomando un poco de mi helado

- Es muy difícil buscar algun apodo que sea digno de mí - de roza el hombro de manera repetida

- Eres un odioso ... ya se me ocurrirá algo

¿Recuerdan cuando les decía que las personas miraban mucho a Max? Aqui no era la excepción. No podía creer que no se diera cuenta o que no se incomodara.

- ¿En serio no lo notas verdad? - dije deteniendo en seco

- ¿Qué cosa? - me pregunto

- Todos ... bueno, todas te miran ... como si fueses un famoso o algo asi ¿No te incomoda?

- No me importa, solo ... ignoralo. Además, quien dice que me miran a mi y no te miran a ti

- Creeme, no es a mi a quien ven

- Como sea - me sonrió - ¿Me das un poco ? - señalo mi helado

- Todo lo que quieras - dije y puso cara de pervertidor para luego aproximarse a mi

Max no desaprovecho la oportunidad así que se embutió con todo mi helado. Me quede mirando el cono ya vacío con cara de horror para después mirarlo a el y volver a mirar el cono.