Capítulo 9

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Habíamos caminado por una media hora mas o menos hasta que Max decidió detenerse.

Me sorprendió un poco su decisión sobre el lugar pero no me queje.

Nos sentamos en las escaleras del teatro romano. Estábamos solamente los dos. Era entendible ya que era un poco tarde.

- Este lugar es genial ¿Verdad? - sonríe un poco y empieza a caminar en las escaleras

- En realidad si - digo - sobre todo cuando te riegan agua en la blusa, creeme, eso lo hace mucho más hermoso - digo y él se voltea para mirarme

- Me sonrojas Bella - dice - ¿Hermoso? Bueno sabia que lo era pero no pensé que me lo dijeran

- Eres un odioso - digo aguantándome una risita - ¿Por que hemos venido aqui?

- Me gusta este lugar, es gigantesco y es perfecto para gritar - hago un ceño de confusión cuando termina de decir su oración - No me mires asi, ya lo entenderás .

Baja corriendo las escaleras mientras yo temía que se enredara entre sus pies y cayera al suelo. Pero claramente no lo hizo, sabía que la única torpe aqui podía ser yo.

empezó a correr y se subió hasta quedar en el centro de todo. Me vio y empezó a gritar

Admitiré que al principio me asuste pero luego empecé a reírme a carcajadas. No entendía que estaba pasando o qué era lo que hacía pero me resultó interesante.

Tomo un poco de aire y gritó mi nombre haciendo que fuese con el

- ¿por qué lo haces? - pregunte aun con una sonrisa dibujada en la cara

- ¿Te ha pasado que quieres ser escuchado pero nadie lo hace? - pregunta y yo asiento - si estoy aqui, todos me escuchan. Sabías que los teatros antiguos estaban tan bien diseñados por su forma de semiluna en donde el público se sentaba. A veces ni siquiera había necesidad de gritar, mientras estabas en el centro, todos te escuchaban

- Es bueno sentirse escuchado - digo y el asiente - Quiero probar

- ¿Qué cosa? - pregunta mirándome

- Gritar - digo riendo un poco y él me guiña el ojo

Se aleja un poco dejándome sola en la mitad del teatro y él colocándose en las escaleras mas altas de este .

Tome un respiro profundo y empecé a gritar. Y ahora lo entendía, era relajante, un desahogo ¿Para que? No sabría decirlo precisamente pero era lo suficiente como para hacerme sentir bien

- ¡Hey! ¡Qué haces! - grita una voz masculina desconocida y cuando veo hacia mi izquierda veo a un guardia de seguridad

-¡Corre! - grita Max y hago lo que me dice


Empecé a correr quedando lo suficientemente alejada del guardia pero aun asi lejos de Max, que daba pasos largos mientras los míos eran cortos. Era entendible ya que como había dicho, era alto, tal vez el chico mas alto con el que me había cruzado en la vida.

Los dos nos detuvimos detrás de una pared para respirar con mas tranquilidad. Max explotó en carcajadas y yo solo sonreí al verlo.

- Eso fue asombroso - dice - no me había pasado tan bien desde hace tiempo. Tienes buenos pulmones

- Y tus grandes ideas - digo - Se sintió increíble

- ¿El ser perseguida o gritar? - pregunta

Y es que en este caso habían sido ambos. La relajación que deje salir en un grito y la euforia que sentí al escapar de aquel guardia. Solamente fue genial

- Los dos - digo y nos quedamos en silencio


Max me acompañó hasta mi casa y nos quedamos en silencio apreciando la noche oscura. La ciudad ya se había calmado y casi no se escuchaba ningún auto, tal vez entre uno o dos erp nada más.

Nuestros ojos se vieron iluminados por una estrella que había pasado rápidamente.

- Pide un deseo - dijo


Pensé por un momento algo que quisiera hacer o tener ¿Que era eso? Ya tenía todo lo que quería. Al final solo pedí que el tiempo no pasara tan rápido este último mes para poder disfrutar mas de Max y su presencia.

Fue un deseo inesperado, al igual que lo que estaba pasando , tan inesperado como el .

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Las chicas estaban dormidas cuando llegué ¿Qué hora se suponía que era? Saque mi celular y me coloque contra la pared. Era un poco mas de la media noche asi que me sorprendí de que estuvieran dormidas tan pronto, tal vez realmente estaban cansadas después de todo.

Deje mi bolso con la libreta dentro y puse mi celular a cargar. Me cambie y me puse mi terno de dormir, esta vez uno mas abrigado ya que en realidad me moria de frio.

Agradecí que nuestra habitación tuviera una ventana gigantesca y que mi cama al igual que la de Prisci estuviesen junto a ella. El cielo estaba estrellado, pero algunas nubes se empezaban a apoderar de este. Se venía una tormenta

- ¿Cómo te ha ido? - dice Prisci frotando sus ojos con sus puños

- Genial, la comida ha estado deliciosa y bueno han sido muy amables - procuro decir todo en voz baja para que Lu no se despertara - mañana me veré con el

- ¿A qué hora? - pregunta

- Ay - froto mi cabeza con mi mano - no lo pensé, ni siquiera tengo su numero. Supongo que tendré que encontrarlo o buscarlo en su casa

- No es una mala idea - sonrie - bueno, deberíamos dormir

Hice caso a lo que mi mejor amiga me dijo y me recosté con la mirada perdida en el cielo. Al final me dormí en menos de lo que pensaba.

Encuéntrame en las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora