Capítulo 30

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La casa de Emilio era linda, ahora que había entrado y no estaba solamente en el patio delantero la aprecié mejor. La sala y el comedor eran de un estilo victoriano, lo sabía porque con mi mamá siempre veíamos programas sobre adornar casas y remodelaciones. Si mi mamá entraba en este momento, seguramente diría que era mucho dorado para sus ojos. Pero a mi me gustaba.

La cocina al contrario que el resto de la casa, carecía de aquel color dorado y en su lugar estaban unas maderas - no se de que árbol - preciosas que constituían los estantes y el soporte de la encimera. Las escaleras eran en forma de caracol y llevaban hasta el segundo piso, el cual aun no conocíamos. El patio trasero era mas grande que el delantero, y tenia una piscina climatizada. Buena para épocas como esta. Ahora entendía porque nos insistían Emilio y Lu en que trajeramos ternos de baño.

El asador estaba ubicado a unos cuantos metros de la piscina en donde se encontraban cinco tumbonas y una mesa de vidrio. El olor a la carne de las hamburguesas llego de inmediato hasta mi. Olia delicioso

- ¡Isa! Que gusto que hayas venido - dijo emocionado Emilio - ¿Quieres probar? - me entregó un trozo de carne

- Gracias por la invitación - lo tome y de un solo movimiento lo devoré - Esta rico

- ¿Rico? ¿Solo eso? - me miró

- Tal vez ... un poco de sal - el tomo un trozo y se lo llevó a la boca

- ¡Tienes razón! - tomó la sal marina y la empezó a esparcir por encima - Supongo que las chicas ya llegaron - agregó sonriente

- ¿Soy la primera? - pregunte sorprendida

- Algo asi - añadio - Dylan y Max se fueron a comprar algunas bebidas

- Okey - me puse nerviosa - ¿Puedo ayudarte con algo?

- No, ya mismo termino - sonrio amablemente - Pero si quieres, puedes poner algo de musica. La flash ya esta ahi, solo enciende el parlante

- A sus ordenes - bromee


Encendí el parlante y la música empezó a sonar, los dos nos tapamos los oídos cuando el volumen estaba demasiado exagerado. Busque el botón para bajarlo y por fin podemos escuchar la musica sin que nuestros tímpanos explotaran

- Voy a decirle a Lu que sea mi novia

- ¿En serio? ¡Cuándo! - sonrei con entusiasmo

- Hoy, por eso hice esto - añadio - ¿Crees que sea buena idea?

- Sin duda es algo original - le sonrei - seguro que le encantara


Como si fuese obra de magia, mis amigas llegaron a casa. Al parecer Lu decidió venir con Prisci porque quería estar mas presentable. Aunque ella era guapísima sin esfuerzo alguno, al igual que Prisci.

Ambas nos saludaron a los dos que estábamos ahí y empezamos a conversar sobre lo hermosa que era su casa, lo buen chef que es Emilio y lo entusiasmadas que estaban por la noche. Me quede mirándolas sin saber de que hablaban pero me resigne cuando vi que no me prestaban atención.Deje de darle importancia.

Escuché unas risas y entre ellas una particular que me encantaba escucharla siempre que podia. El rubio venía con un jean roto, una sudadera negra cuya gorra protege su cabello y cargaba una funda con lo que se veía que eran cervezas. Dylan estaba con una casaca de mezclilla al igual que sus pantalones y una camiseta verde.

La mirada azul potente de Max se clavó en mi y la mia estaba igual en el. Senti un cosquilleo por verlo ¿Por que había admitido que lo quería? Cuando no lo admite, todo era mas fácil.

Encuéntrame en las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora