Encuéntrame en las estrellas

Capítulo 18

Bajamos del tren y no había pasado un minuto desde que puse pie en el suelo hasta que oí los gritos exasperados de mi madre a lo lejos haciendo que las personas que pasaban por ahí empezaran a hacerse a un lado, no se si por educación o porque tenían miedo de contagiarse del entusiasmo excesivo.

Me recibió con un abrazo que hizo que me levantara un poco, quitándome la respiración.

Mi mamá era un poco mas pequeña que yo, pero tenia una fuerza descomunal asi que me queje cuando ya me faltaba aire.

Empezó a darme besitos en toda la cara manchando con su labial rosa palido.

- ¡Mi pequeña! - dijo alegre dandome un beso mas antes de que yo pudiese decir algo - Pero si estás gigante, hasta parece que te has bronceado - suelta - Nunca quieres ir a la playa conmigo porque no te gusta broncearte y ahora es lo que has hecho

- Hola mami - dije regalandole una sonrisa - Solo ha pasado un mes, no he crecido nada

- Sigue igual de bajita - sonríe Prisci saludando a mi mamá

Bajita ... Fue lo que me dijo Max

¿En serio es que lo estaba extrañando tanto? Ya pasó

- Eres muy graciosa - puse los ojos en blanco

Rubi se sentó enfrente con mi madre en el auto mientras las chicas y yo estabamos atras. Empezamos a hablar sobre el viaje, pero me di cuenta que habían obviado el tema de Max. Por algún motivo, les agradezco por eso.

Primero dejamos a Priscila y a Rubi ya que su casa quedaba mas lejos que la nuestra y a su vez que la de Lu.

Nos despedimos con un beso en la mejilla y dijo que luego me llamaría. Lo primero que quería hacer era dormir bien, arreglar su ropa y tomar un baño de burbujas.

Luego dejamos a Lu. Su casa quedaba a cuatro calles de la mía. Así que no era lejano.

- Entonces ... - dijo mi madre cuando giro el auto en dirección a nuestra calle

- Entonces ... - repetí yo también sin saber que quería decirme

- ¿Y bien? ¿Cómo te has pasado? - sonríe

- Genial, la comida era exquisita, las personas eran muy amables, por lo menos con todas con las que tuve el tiempo de pasar. Había ido a una fiesta, todos estaban en su mundo en realidad. Nadie se paró a fisgonear - Por lo menos no a mi, eso lo hacian con Max - Y la playa era genial

- ¡Nuestras playas tambien son geniales! - dijo mamá tocándose el pecho con la mano - Aunque bueno ... como nunca vas conmigo

- Siempre estas ocupada - digo - Y cuando no lo estas, yo estoy repleta de exámenes y tareas

Era verdad. A mi mamá no la veía ni en la mañana ni en la tarde. Y a mi papá en ningún momento prácticamente. Era muy poco el tiempo que pasamos juntos.

Cuando yo estaba en el colegio, mi papá estaba en casa y cuando yo estaba en casa mi papá estaba en la Universidad. En cambio mi mamá estaba tanto en la mañana como en la tarde en su trabajo. Primero en el colegio y después en la Universidad, en ambos lugares trabajaba como profesora.

Ya se deben imaginar que tenía sus ventajas, aunque bueno, no me gustaba estar sola todo el tiempo.

El auto se detuvo en frente de nuestra casa y mi mamá y yo nos apresuramos a bajar las maletas antes de que la lluvia se hiciera presente tras oir algunos relámpagos a la distancia.

Entrar a casa me dio un poco de sentimiento. No porque estuviera triste, mas bien porque estaba feliz de estar en casa ... o sea era raro. Quería estar aqui pero a la vez no ¿Era posible eso?